Las elecciones, proceso en el que los electores eligen cargos públicos en un sistema de democracia representativa, suelen conocerse como “la fiesta de la democracia”. También podrían considerarse un “rompecabezas de la psicología”, por la cantidad y variedad de factores que intervienen en la decisión de cada votante.
“Cualquier toma de decisión, como la electoral, se compone en mayor o menor medida de razón y emoción. Por muy racionales que intentemos ser, siempre va a haber una parte de emoción que condicionará la razón, también ocurre a la inversa”, explica Candela Gómez de la Calzada, psicóloga de Instituto Centta.
En palabras de la psicóloga, la razón permite analizar y evaluar las propuestas de los candidatos con la finalidad de plantearnos qué capacidades se necesitan para ocupar ese cargo, mientras que la emoción es la que valora qué partido o candidato genera rechazo o afinidad.
Sin embargo, “por muy exhaustivos que intentemos ser en nuestros análisis, alcanzar el raciocinio absoluto es muy complicado, prácticamente imposible”, puntualizó. Además, hay personas más tendentes a dejarse llevar la razón o la emoción, lo cual tiene que ver con factores de su personalidad, de acuerdo con Gómez de la Calzada.
“Las personas que tienen mayor reactividad emocional (neuroticismo alto), suelen dejarse llevar más por los sentimientos y sensaciones que le produce un determinado partido o el candidato, independientemente de los datos objetivos”, apuntó.
Explica que esto “no quiere decir que la capacidad de raciocinio de estas personas sea menor, sino que la emoción empaña lo suficiente su mente como para que prioricen aquello que le dicen las tripas”, es decir sus sensaciones interiores.
“Por el contrario, las personas con un neuroticismo bajo son más capaces de separar aquello que sienten y ceñirse más a los datos que consideran objetivos”, destacó.
¿Cómo influye el entorno en la decisión del votante?
En palabras de la psicóloga, el entorno (familia, amigos y compañeros) permite desarrollar criterios y nociones determinados sobre aspectos políticos relevantes. Los criterios pueden ser asimilados, o el sujeto puede oponerse a ellos, lo cual explica por qué en una familia no todos los miembros piensan igual.
Por toda la información de los medios de comunicación, las redes sociales y fake news, los votantes pueden no tener claro cuál es la información veraz o relevante. A consecuencia de ello, terminar primando las sensaciones emocionales que le genera un partido y/o candidato, aferrándose a un tipo concreto de contenido que coincide con su pensamiento.
Consultada sobre los mensajes de qué signo tienen mayor impacto en nuestras preferencias, Gómez de la Calzada considera que por lo general, nuestro cerebro tiende a registrar los mensajes negativos y recordarlos más que los positivos, "porque entiende que nos resultará útil para sobrevivir", explica.
"Por otra parte, tendemos a recordar aquellos mensajes que tienen contenido asociado a emociones, por lo que, en general, los mensajes negativos y con carga emocional son los que tienen mayor impacto" en nuestras decisiones, de acuerdo a esta especialista.
Si la persona tiene interiorizado en su esquema de valores a un partido político o candidato, es más probable que ignore los mensajes negativos y se aferre de forma inconsciente a los mensajes positivos. Candela Gómez, psicóloga.
De acuerdo con la psicóloga, también solemos priorizar los mensajes cortoplacistas respecto de los que son a largo plazo; los que tienen un contenido más relevante; y los provenientes de un emisor al que consideramos creíble, mientras que a veces descartamos otros mensajes, en un comportamiento reflejado en la frase: “No hay mayor ciego que el que no quiere ver”.
¿Qué factores influyen al elegir a un candidato?
En la elección de un candidato, influyen variables como:
- Propuestas políticas electorales
- Partido al que representa
- Valores asociados a su partido
- La manera en que el candidato defiende estas ideas
Entre otras cosas, también influye la manera en que el político adecúe su lenguaje a sus votantes, el carisma, credibilidad, confianza y que ofrezca explicaciones a una determinada problemática que resuenen con sus votantes, de acuerdo con la psicóloga.
Los escándalos y controversias que rodean a un candidato pueden afectar la visión del votante, pero no son una condición suficiente para cambiar su voto, si el votante lo percibe como la persona que puede solventar sus mayores preocupaciones y que tiene el liderazgo y la determinación necesarios”, según Gómez de la Calzada.
¿Por qué se elige a un partido político?
Para esta psicóloga se suele votar a un determinado partido político por una mezcla de factores, como:
- Ideología
- Asuntos económicos, culturales, religiosos y sociales
- Percepción de sus candidatos
Sin embargo, algunas personas priman más la ideología que estos representan.
Hay personas que priman más la ideología, porque lo sienten como un rasgo propio de su identidad, independientemente de quién sea el candidato que se presente, o las medidas específicas que defienda. Candela Gómez, psicóloga.
Debido a la tendencia humana a compartimentar y estereotipar, algunas personas pueden llegar a votar sin saber cuáles son las propuestas electorales concretas de un partido ni que su ideología esté clara; o sin que el candidato les cuadre del todo, presuponiendo que una determinada formación política va a defender unos intereses determinados, concluyó Gómez de la Calzada.