Desde 1993, se celebra el 17 de febrero el Día del Inventor Mexicano, como un manera de conmemorar el natalicio de Guillermo González Camarena que, en 1939, recién egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN, creó su adaptador cromoscópico para aparatos de televisión, es decir, la televisión a color. Dos años después de eso patentó su creación en Estados Unidos.
Entre los mexicanos que han logrado importantes aportaciones al mundo se cuentan también a Heberto Castillo Martínez cuyo sistema de construcción denominado tridilosa produce ahorros considerables en concreto y acero.
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Fausto Celorio Mendoza, inventor de las máquinas automáticas tortilladoras ha sido central para llevar ese producto básico a los mexicanos en todos los rincones del país, Alfonso Fernández de la Torre, quien diseñó un ahorrador de combustibles derivados de hidrocarburos; y, en el campo de la medicina, con apenas 26 años Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, hace más de 70 años, y siendo aún estudiante de Química de la UNAM desarrolló los primeros anticonceptivos orales al sintetizar la noretisterona, ingrediente activo de la píldora que toman millones de mujeres en casi todo el mundo.
Ello empoderó a las mujeres y ayudó a los gobiernos en el control de la natalidad al contribuir con la planeación familiar.
PATENTES
Innovaciones contra el cáncer, alternativas para detectar de forma ágil Covid-19, antídotos contra veneno de animales, así como innovaciones en materiales para prótesis y de uso satelital son algunas de las patentes registradas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el último año en México y de esa forma se consolida que las instituciones de educación superior y los centros de investigación son los creadores de propiedad científica e industrial.
Se estima que en México se presentan aproximadamente 16 mil solicitudes de patentes al año, de ellas sólo cuatro por ciento (mil 117) se concede a mexicanos y el otro 96 por ciento a extranjeros.
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Con ello México se ubica en el lugar 55 de 64 naciones en el Ranking de Competitividad Mundial 2021, que organiza el Institute of Management Development de Suiza.
La lista la encabezan Suiza, Suecia y Dinamarca, mientras nuestro país se ubica por debajo de Bulgaria y Ucrania y por arriba de Colombia y Brasil. A nivel de la región latinoamericana, México ocupa el segundo lugar por detrás de Chile que está en el lugar 44.
La propiedad intelectual está dirigida a la protección de invenciones y desarrollos de base científica o tecnológica. Según la ley, todo es patentable, todas las creaciones humanas que permiten transformar la materia o la energía para el aprovechamiento o satisfacer necesidades sociales.
Se trata de la concesión al inventor, a través de un contrato, en donde el científico aporta su conocimiento y el Estado le otorga una explotación exclusiva durante 20 años.
UNIVERSITARIOS
El año pasado se concedieron en México 10 mil 369 patentes, de las cuales 618 son de mexicanos, 67 fueron de la UNAM, es decir, representa diez por ciento.
La universidad es un semillero de investigación y desarrollo para lo que se busca la protección de ese conocimiento
A nivel nacional, la UNAM ocupa el primer lugar ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en solicitudes y registro de patentes, señala Salvador Morales, coordinador de Propiedad Intelectual de la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.
La universidad está considerada como la entidad con mayor capacidad y desarrollo de investigación del país, “está en una constante culturalización y generación de políticas para promover la innovación y la generación de valor a través de la protección de sus desarrollos y la transferencia de sus propuestas inventivas”.
“En el último año se registraron 67, lo que significó que en el año de la pandemia se duplicaran los registros. En 2020 fueron concedidas 32 y en 2019, se concedieron 34 patentes”, agregó el funcionario universitario.
Detrás de la UNAM son el Instituto Politécnico Nacional, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey y la Universidad Autónoma de Nuevo León, las instituciones con el mayor número de solicitudes de patentes y comercialización de productos que llegan a los ciudadanos, señala un reporte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.
El reporte estadístico de la UNAM refiere que en casi 45 años (1976-2020) a la Universidad se le concedieron 423 patentes, 259 seguían en trámite y sólo 35 no fueron concedidas.
Son el resultado del ingenio, la imaginación y creatividad de los investigadores y científicos, aunque reconoció que muchas de las patentes que se registran no tienen como propósito la comercialización de los productos.
En el caso de la UNAM, Salvador Morales explicó que tiene la intención de ser un catalizador para la cultura de protección para tener un sistema de propiedad industrial reconocido y respetado, aunque “no todo lo que se patenta se explota. No todo lo que es innovador está patentado”.
En el ámbito educativo las instituciones observan que falta una cultura de registro de innovaciones y de comercialización de las mismas, por lo que en la última década se han empeñado en crear instancias dentro de las universidades para propiciar el emprendimiento y la vinculación con el sector productivo.
En el último año, dijo, la UNAM presentó patentes con lo cual “la comunidad científica se convierte en agente de cambio” en el que destacan entre otras un método de identificación de ácidos nucleicos que emplean partículas magnéticas. En principio era para localizar niveles de insulina y azúcar en el humano a partir de la saliva y con la llegada de la pandemia se hicieron modificaciones en la Facultad de Ciencias para identificar Covid.
El funcionario universitario relató que lo mismo se desarrollaron fármacos para combatir el cáncer o procesos inflamatorios. En la Facultad de Ingeniería hay estudios para la generación de prótesis y ortesis. El Instituto de Biotecnología generó antídotos o antivenenos, mientras en la Facultad de Ingeniería se trabaja para desarrollar elementos que sirven al sector satelital y espacial.
En proceso de patente está el recubrimiento textil con nanopartículas de plata y cobre que se creó en el Instituto de Investigaciones en Materiales y con esa tela se están haciendo cubrebocas, cofias y mantas que matan el virus de Covid.
El Tec de Monterrey contribuye en México con el cinco por ciento del total de patentes que se han presentado ante el IMPI y hasta ahora tiene cerca de 500 solicitudes ante ese organismo.
Entre los las más de 25 patentes reportadas en el último año hay ocho que cuentan con procesos de licenciamiento y tres se convirtieron en startups, es decir, empresas de base tecnológica.
Algunos de ellos son un parche de rápida cicatrización, enfocando a la regeneración de tejido de pie diabético, para evitar problemas como la amputación de extremidades.
También está en proceso de registro el chip para el diagnóstico de la leucemia infantil y un robot que “huele el peligro” y consiste en una nariz robótica a partir de sensores que detectan aromas humanos, gases y elementos tóxicos, el cual, aunado a un vehículo autónomo, permite seguir la traza de olor hasta llegar a la fuente en donde puede haber riesgo de accidentes, refiere la Red de Oficinas de Transferencia de Tecnología.
En el caso del IPN el Centro de Patentamiento Guillermo González Camarena la institución gestionó el año pasado 25 títulos y registros de productos de las investigaciones de su comunidad.
Universidades, fuente de creatividad
En el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, IMPI, hay enlistadas más de 17 instituciones educativas y centros de investigación que obtienen más de cinco patentes al año.
Entre los más destacados está la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, que en 2021, registró 67 patentes, superando por más del doble las 32 obtenidas en 2020.
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En segundo lugar, el Instituto Politécnico Nacional, obtuvo 43 durante el año pasado, mientras que su Centro de Investigación y Estudios Avanzados obtuvo 40.
Una de las patentes registradas por el IPN, fue obtenida por una máquina portátil con la capacidad de extraer semillas del fruto bixa orellana, mejor conocido como achiote. El invento fue creación de Guillermo Manuel Urriolagoitia Calderón, proveniente de la unidad académica Zacatenco.
Otra de ellas surge por la creación de un seguidor solar controlado por el desplazamiento de agua para equipos que operan con radiación solar, creado por Ruperto Osorio Saucedo y Cándido Palacios Montúfar, ambos del plantel Zacatenco.
También, la Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL, quien con 35 patentes en 2020, se posicionó como el Titular mexicano con mayor número de patentes otorgadas por el IMPI, durante 2021 generó 27 nuevas.
Juan Manuel Aloccer González, secretario de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico de la UANL, señaló en una publicación realizada por la universidad en marzo del 2021, que su constante obtención se aceleró gracias al incremento de los posgrados, las publicaciones científicas y la infraestructura en el área de ciencias.
Por su parte, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, suma 34 patentes desde 2019.
Una de sus invenciones es un parche de rápida cicatrización que funciona por medio de una membrana que regenera rápidamente el tejido humano. El producto está enfocado para tratar problemas que puedan suponer una amputación, como el pie diabético.
También, desarrollaron “Robots que huyen del peligro”, los cuales funcionan como narices robóticas que perciben aromas, gases y sustancias tóxicas en el aire. De este modo, la institución planea contribuir en situaciones como derrumbes o fugas.
Otro de los inventos del ITESM, es la elaboración de películas o recubrimientos para alimentos a partir de restos de naranja, mandarina, toronja, lima y limón. Sus creadores, Hugo Mújica Paz, Jocelín Gabriela Hernández Carrillo, Aurora Valdez Fragoso y Jorge Welti Chanes, pretenden que estos recubrimientos funjan como envases biodegradables.
Mientras, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla sumó 13 patentes en 2021, entre las que hay fármacos anti-diabetes, un sistema de control lumínico y tarjetas de adquisición de datos.
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De acuerdo con la Gaceta UNAM, el 50 por ciento de las solicitudes de mexicanos presentadas al IMPI son de universidades y centros de investigación, de las que el 60 por ciento son otorgadas.
Sin embargo, las solicitudes de patentes en México no sólo las aborda el sector educativo, también el sector eléctrico ha obtenido varias año con año.
Por ejemplo, sólo en 2021, el IMPI otorgó 551 nuevas, sumando 22 mil 842 de patentes obtenidas en el sector.
Por su parte, el campo de los artículos de uso y consumo, generó más de 11 mil de 2019 a 2021.
Registros ante el IMPI
Las patentes transforman las ideas en ingresos. Es por eso que proteger las invenciones permite a sus creadores vender, contratar, comprar y hacer lo que sea con ellas de acuerdo a sus intereses.
Según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, solicitarla es una alternativa para asegurar los desarrollos científicos y tecnológicos.
Así, el Estado le otorga al titular el derecho de exclusividad por 10 años e impide que cualquier otra persona lucre con su creación.
Este registro de propiedad intelectual se realiza en el IMPI. El trámite se puede llevar a cabo siempre y cuando se cumpla con los documentos mencionados en su página oficial (www.gob.mx/impi).
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El instituto también cuenta con una colección de guías dirigidas al público en las que se abordan puntos relacionados con los trámites administrativos necesarios para obtenerla.
Asimismo, los interesados pueden solicitar un informe que contenga el nombre de los titulares de las patentes, la fecha en que fueron presentadas y la fecha de vencimiento de cada una.
|| Con información de José Carlos Román ||