Durante las noches de febrero y marzo, al este, por donde “sale” el Sol cada mañana, recorre el cielo, un hermoso felino formado de estrellas, y de fácil observación: el León o Leo.
En este caso, la constelación del León si es como la pintan, con una forma sencilla de observar.
Caído de la Luna
En la antigua Peloponeso, en el Istmo de Corinto, Grecia, sobre el valle del río Nemea, existía una ciudad con el mismo nombre. Cerca, en un cueva con dos entradas, vivía un león, hijo de Tifón y Equidna, en otras versiones, es hijo de Ortos y Quimera o de Zeus y Selene, la Luna. Esta versión dice, que el León cayó de la Luna y encontró refugió en Nemea.
Desde ahí, cazaba al ganado y a los pobladores de Nemea, quienes vivían atemorizados. La población mermaba por la caza del felino. Leo siempre salía victorioso, las lanzas y flechas de los cazadores rebotaban en su dura piel, sin causarle rasguño alguno.
Mientras, lejos de ahí, Hércules (Herácles), hijo de Zeus y Alcmena, y bisnieto de Perseo, en un acto de locura, mata a su esposa, a sus hijos y a dos de sus sobrinos. Al ver su crimen, huye y se esconde. Para obtener el perdón, el Oráculo de Delfos le atribuye diez trabajos a realizar: algunos robos, la matanza de algunas fieras, y otros. En un trabajo lo apoyó su sobrino Yolao, y en otro, quedó la duda de la autoría de Hércules. Esto obligó a agregar dos trabajos más, dando un total de doce.
El primer trabajo fue: matar al León de Nemea y despojarlo de su piel.
Llegado a Nemea, Hércules divisó al Lleón. Le disparó algunas flechas, que resultaron inútiles, rebotaban en la dura piel del León. Lo golpea con un garrote de olivo y utiliza su espada de bronce, pero el León se mantiene en pie, sin daños.
Entonces, Hércules tapa una de las entradas de la cueva y empuja al León a entrar por la otra. Una vez acorralado, se enfrentan cuerpo a cuerpo, y con sus fuertes brazos, Hércules domina al León y lo asfixia.
A pesar de su fuerza, Hércules no pudo desollar al León. Se aparece entonces Pallas Atenea, diosa de la guerra, la estrategia y la sabiduría, quien personificando a una bruja, le sugiere utilizar las propias garras del León para cortar la dura piel. Desde entonces, Hércules utilizó la piel del León como armadura y la cabeza como yelmo.
Zeus, triste por la muerte de su hijo, coloca al León en el cielo de invierno, formado de brillantes estrellas.
Las estrellas
Las principales y más brillantes de Leo son: Regulus y Denébola, estando la primera en el corazón del León y la segunda, en el mechón de la cola.
Regulus, en latín significa: reyecito. En árabe es: Qald Al Asad, el corazón del León. Los griegos la llamaron, Basiliscus, palabra latinizada, aunque también fue, Kardia Leontos, latinizado como Cor Leonis, el corazón del León.
Regulus, es una de las cuatro estrellas reales de la antigua Mesopotanmia, junto a: Antares del Escorpión, Aldebarán del Toro y Fomalhaut del Pez Austral.
Regulus brilla como 240 soles, es un sistema cuádruple estelar, a 77 años luz de nosotros. Denébola lo está a 36 años luz, y brilla como 14 veces el Sol. Rota a 120 km/s ¡60 veces más rápido que el Sol! A su alrededor hay un disco de polvo, de donde pueden nacer planetas
Denébola viene del árabe: Al Dhanab al Asad, la cola del León. Palabra que se repite en otras constelaciones, como: Deneb, en la cola de la constelación del Cisne, Deneb Algenib, la cola de Capricornio, Deneb al Okab, en el Águila, o Deneb Kaitos, la cola de Cetus, la Ballena
La estrella Algieba es doble, con telescopio se observan ambas. Su nombre es árabe, Al Jeb Bah, la frente, aunque se ubica en el cuello. Algieba A es 30 veces mayor que el Sol, con 285 veces su brillo, mientras que Algieba B, es 12 veces mayor que el Sol, y 72 veces su brillo.
La estrella Zosma, a 58 años luz de nosotros, es dos veces mayor que el Sol, con 25 veces su brillo. Su nombre es persa y significa, faja, en árabe es Duhr, el lomo. Rota a la increíble velocidad de 180 km/s ¡90 veces más rápido que el Sol!
La estrella roja Wolf 359, a 7.9 años luz de la Tierra, es la cuarta o quinta estrella más cercana a nosotros, según la fuente. Su débil brillo la hace imposible de observar, incluso con telescopios comerciales.
Las galaxias
En Leo existen varias galaxias del Cúmulo de Virgo, algunas, las catalogadas por Charles Messier, y designadas con una M, están al alcance de los telescopios comerciales, aunque es necesario buscarlas desde lugares obscuros.
La galaxia M65, se ubica a 35 millones de años luz de nosotros, mientras que M66 a 36 millones. Junto a la galaxia NGC 3628, también a 35 millones de años luz, forman, el Triplete de Leo.
NGC 3808A y NGC 3808B son dos galaxias en colisión. Otras a observar son: M95, M96 y M105.
Cazando al León
Durante febrero y marzo, desde las 9 de la noche, el León brilla al este, en dirección de donde “sale” el Sol cada mañana. Presenta una figura fácil de observar, como lo puede ser Orión, la Osa Mayor o el Escorpión.
Casi al mismo tiempo, al noreste se alza la Osa Mayor.
En medio del León y la Osa Mayor existe la muy débil constelación, el León Menor, difícil de observar. Fue creada por Johannes Hevelius en el siglo XVII.
Para domar al León, ubique a las brillantes estrellas Régulus y Denébola, como referencia, el 19 de febrero, la Luna se encontrará en medio de ellas. Una vez a la vista, habrá dominado al León de Nemea, y habrá completado el primer trabajo de Hércules.
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