No es la más fuerte de las especias la que sobrevive, tampoco es la más inteligente. Es aquella que se adapta mejor al cambio Charles Darwin
El 24 de noviembre de 1859 apareció en las librerías de Londres un libro destinado a cambiar nuestra percepción de la realidad, El Origen de las Especies de Charles Robert Darwin. El libro contó con un tiraje de mil 250 ejemplares, que se agotaron el mismo día. Ahí, Darwin explicaba que todas las especies, incluyendo al ser humano, habían evolucionado a través del tiempo hasta transformarse en especies distintas, por medio de un proceso que llamó Evolución por Selección Natural.
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Así se explica la evolución del SARS-CoV-2, la resistencia bacteriana a los antibióticos, los celos y la atracción física, como estrategias para incrementar la fecundidad, de acuerdo a la Psicología Evolutiva, o la evolución cultural, a través de la teoría de memes, propuesta en 1976 por Richard Dawkins. Además, es la base de los algoritmos genéticos y modelos de inteligencia artificial, que imitan los principios de evolución del genoma.
El Origen de las Especies es el resultado de un viaje de cinco años que Darwin realizó en su juventud, alrededor del mundo, entre 1831 y 1836. Fue una expedición científica de la Marina Real Británica por Sudamericana y el Pacífico, abordo del Beagle. Darwin, nacido el 12 de febrero de 1809, en Shrewsbury, Inglaterra, tenía 22 años cuando zarpó, recién terminada su vida estudiantil en Cambridge.
En el viaje recolectó mil 529 especímenes, hoy conservados en frascos y 3 mil 907 que fueron disecados a bordo del Beagle y enviados a Inglaterra en cada puerto. Vivió un terremoto de mag. 8.5 y posterior tsunami en Chile, en 1835.
Exploró las islas ecuatorianas Galápagos, en donde encontró un grupo de aves, hoy llamados pinzones de Darwin. Ellas son ejemplo de cómo un grupo de especies evolucionó a partir de un ancestro común. Las aves se distribuyeron en las islas Galápagos, en donde evolucionaron, cambiando su color de plumaje, su tamaño y sobretodo su pico, que se adaptó a la forma, tamaño y dureza de las semillas disponibles en las islas.
También, recogió tres tortugas; una de ellas, Harriet, murió en 2006, a los 176 años, en el zoológico de Steve Irwin en Australia, el famoso cazador de cocodrilos.
Veinte años antes de El Origen de las Especies, Darwin había publicado sus aventuras en El Diario del Beagle (1839), un éxito de ventas. En ese mismo año se casó con su prima Emma Wedgwood, con quien tuvo 10 hijos.
La Evolución por Selección Natural se comprende usando al SARS-CoV-2 como ejemplo, del cual por dos años hemos atestiguado la evolución de nuevas variantes. Cuando el virus infecta las células de una persona, inicia la replicación de su genoma, que servirá de base para construir nuevas partículas víricas. Sin embargo, la replicación del genoma es un proceso imperfecto y a veces se cometen errores de copiado, las mutaciones.
La mayoría de las mutaciones dañarán al virus, otras serán neutras y unas pocas serán ventajosas y mejoraran su capacidad inefectiva. Esos virus serán seleccionados de forma natural por las condiciones circundantes para producir más copias de sí mismo sobre otras versiones del virus menos eficientes; con el tiempo se volverán la versión dominante, como la variante Delta u Ómicron.
El efecto acumulativo de este proceso de mutación y selección permitiría a una especie adaptarse a su entorno en un proceso de prueba y error, y poco a poco diferenciarse hasta convertirse en una o varias especies distintas. Si nunca surgen mutaciones ventajosas ante las cambiantes condiciones, la especie se extinguirá, como ha sucedido tantas veces a lo largo de la historia de la vida.
Las huellas de la evolución se observan analizando la morfología o genoma de las especies. Por ejemplo, las serpientes, surgidas hace 112 millones de años, evolucionaron a partir de lagartijas de vida semisubterránea, las serpientes perdieron las extremidades y alargaron y modificaron su cuerpo. Sin embargo aún es posible observar en algunas especies de serpientes, vestigios de la pelvis, el fémur o los músculos del hombro.
En 1871, Darwin introdujo el mecanismo de Selección Sexual, para explicar la evolución de rasgos que no funcionan para mejorar la supervivencia si no la capacidad de competir por parejas para reproducirse. Son ejemplo de ello los elaborados plumajes y bailes rituales de las aves del paraíso en Australia y Papúa Nueva Guinea, así como la geometría del cuerpo humano y la distribución de tejido graso entre mujeres y hombres. Estos rasgos transmiten información sobre resistencia biológica, capacidades inmunológicas y fecundidad del individuo.
Cuando Darwin presentó su teoría, surgió una confrontación con las doctrinas religiosas. Sin embargo, la acumulación de evidencia científica favoreció un cambio de postura. En la segunda mitad del siglo XIX en Estados Unidos, el reverendo Henry Ward Beecher fue un conciliador entre religión y evolucionismo. Mientras que el papa Pío XII en su enclítica Humani Generis (12-VIII-1950) y después el papa Juan Pablo II ante la Academia Pontificia de las Ciencias (22-X-1996), concluyeron que, con algunas consideraciones, el evolucionismo es conciliable con el dogma católico.
Charles Darwin murió hace 140 años, el 19 de abril de 1882 a los 73 años, fue enterrado en la Abadía de Westminster en Londres, a unos pasos de Isaac Newton. Su legado fue hermanarnos con la naturaleza y mostrarnos que vivimos en un mundo que dentro de alguna escala temporal, siempre está cambiando.
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