La vida de las estrellas es conocida por los astrónomos gracias a un diagrama que muestra las fases de evolución estelar, el Diagrama HR o Hertzsprung-Russell.
En el caso del Sol, sabemos que vivirá unos 10 mil millones de años, de los cuales, lleva ya recorridos la mitad. Sabemos cómo morirá, pero lo que no sabemos es cómo se verá después de su muerte, aunque tenemos una idea.
Puedes leer también: Desaparece planeta "devorado" por una estrella parecida al Sol, ¿prevén lo mismo con la Tierra?
CICLO ESTELAR
Las estrellas tienen dos formas de morir y eso depende de su forma de nacer.
Unas estrellas nacen muy masivas, con mucha materia o por decirlo de otra forma, gordas. Estas estrellas tendrán una vida vertiginosa, crecerán rápido, vivirán poco, serán violentas y morirán pronto, en un estallido de supernova. Después, evolucionarán a estrellas de neutrones o agujeros negros.
Otras estrellas nacen con menos masa, tiene una vida estable, longeva y morirán de una manera menos violenta aunque espectacular. Después de una larga evolución, al irse agotando el combustible estas estrellas crecerán hasta convertirse en gigantes rojas, el núcleo de la estrella será incapaz de mantener el envoltorio estelar y todo el gas alrededor de la estrella será expelido al exterior debido a intensos vientos estelares internos, todo ese material lanzado al espacio terminará formando una nube de gas, también llamada Nebulosa Planetaria.
El núcleo de la estrella se convertirá en una estrella enana blanca, de gran temperatura y brillo, permaneciendo en el centro de la nebulosa. Las emisiones de luz ultravioleta de la enana blanca ionizarán los gases expulsados. El gas ionizado es aquel formado por átomos o moléculas que ganan o pierden electrones. Esto hará que la nebulosa emita luz en varias longitudes de onda, siendo un tipo de nebulosas llamadas de Emisión. Es decir, las Nebulosas Planetarios son Nebulosas de Emisión.
Nuestro Sol pertenece a este segundo grupo de estrellas, su estabilidad y longevidad permitió que en la Tierra apareciera la vida y evolucionara. Se calcula que nuestro Sol ha recorrido la mitad de su vida, le restan unos 5 mil millones de años de existencia.
Mientras que las estrellas supermasivas de vida corta apenas viven unas cuantas centenas de millones de años. No tienen el tiempo suficiente para permitir la aparición de la vida, si llegaran a tener planetas.
NEBULOSAS PLANETARIAS
Cuando una estrella de vida estable muere, la nube de gas expulsada recibe el nombre de Nebulosa Planetaria. Sin embargo, a pesar de su nombre, no es ni hay planetas ahí.
Se le atribuye a William Herschel, el descubridor de Urano, el nombre de Nebulosas Planetarias cuando en la década de 1780 describió este tipo de nebulosas como similar a los planetas, sin embargo, años antes, en 1779, el astrónomo Antoine Darquier de Pellepoix describió a la Nebulosa del Anillo (otra Nebulosa Planetaria), como: "... es tenue... es tan grande como Júpiter y se asemeja a un planeta que se desvanece".
Resulta que al descubrirse este tipo de nebulosas, los astrónomos creyeron observar lejanos planetas de gas. Lo que después de varias observaciones resultó no ser cierto, pero el nombre perduró.
Los Nebulosas Planetarias se caracterizan por la forma que adopta la nube expulsada. Existe una hermosa riqueza de formas que los astrónomos aún no logran explicar. Se piensa que estrellas o estrellas centrales binarias dan formas diferentes, más los vientos estelares y los campos magnéticos.
Las Nebulosas Planetarias juegan un papel importante en la evolución de las galaxias, ya que regresan metales pesados, que bajo ciertas circunstancias, podrían formar nuevas estrellas. Así es como algunas estrellas se reproducen una vez muertas.
Aunque sabemos cómo morirá el Sol y más o menos en cuento tiempo, desconocemos como se verá después. Cualquiera de las formar de las Nebulosas Planetarios hoy conocidas bien podría ser el destino del Sol.
german@astropuebla.org