Los miles de animales marinos todavía guardan secretos, pero el pulpo es uno de los favoritos para investigar, por lo que los avances para conocer más de sus hábitos demostraron que, al igual que el humano, también sueñan.
Este fue un descubrimiento casi de buena suerte, pues el grupo de científicos de la Universidad Rockefeller de Nueva York que tenían en su laboratorio especies de pulpos para su examinación encontraron a un ejemplar en una situación extraña.
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El pequeño macho de arrecife brasileño estaba enroscado en un tubo de PVC como si lo estuviera estrangulando, lo que llevó a otra deducción todavía más interesante: el pulpo no solamente sueña, sino que tiene pesadillas.
Como el agua del estanque estaba turbia, el equipo decidió revisar las cámaras de seguridad para saber lo sucedió durante la noche.
Lo que vieron fue que el pulpo “salía del sueño” y empezaba a comportarse agresivamente, después, lanzaba su tinta, signo de que intentaba defenderse de algo.
En otro episodio, el animal se tornó de color rojo intenso, dio varias vueltas dentro de su estanque y después de agitar sus tentáculos volvió a lanzar su tinta.
¿Todos los pulpos sueñan?
Dentro de las observaciones también se notó que durante el día el pulpo no tenía los mismos comportamientos que tuvo por la noche, lo que sugiere que efectivamente la especie puede soñar.
Pese a lo anterior, los científicos indican que se trata de un comportamiento de un sólo pulpo, por lo que los resultados no pueden considerarse consistentes.
Lo que sí es un hecho es que Costello, como llamaron al pulpo, fue recuperado de su vida salvaje y presenta algunas extremidades dañadas que podrían ser cicatrices de encuentros con depredadores.
Quizá, este animal todavía guarde en su memoria los ataques que sufrió y vuelvan a él cuando duerme, por eso reacciona a la defensiva. Sin duda, una pesadilla para él.