Artículo No. 1159
Poco antes de las 6 de la mañana, aún oscuro, vea al este, por donde “sale” el Sol cada mañana, a cuatro hermosos luceros muy brillantes.
El más brillante es el hermoso planeta Venus; arriba de él está el gigante planeta Júpiter; y debajo de Venus, cerca del horizonte, el anillado planeta Saturno. Habrá notado que arriba de Júpiter brilla una estrella roja, la gigante Antares de la constelación del Escorpión.
Cada mañana, Saturno y Venus parecerán acercarse. Para el 17, 18 y 19 de febrero estarán en conjunción.
VENUS
Venus es el segundo planeta de nuestro Sistema Solar, es el más cercano a la Tierra y de casi el mismo tamaño. Es el más brillante de todos y, debido a que está cubierto de nubes, logra reflejar hasta un 70 % de la luz del Sol. Venus es un mundo tormentoso, hay lluvias y mares de ácido, con tormentas eléctricas por doquier. La enorme presión atmosférica lo aplasta todo. De hecho, las sondas espaciales a Venus, en su mayoría soviéticas, sobrevivieron pocas horas por tan corrosivo ambiente.
Con binoculares o telescopio, verá que Venus tiene fases como la Luna. Esto debido a que la órbita de Venus está dentro de la órbita de la Tierra. Estos días veremos la parte de abajo de Venus iluminada por el Sol, próximo al amanecer. Por la misma razón, Mercurio también presenta fases.
JÚPITER
El mayor de los planetas del Sistema Solar. Su diámetro es de 11 Tierras, adentro caben 1 431 Tierras y tiene una masa de 318 Tierras. De forma increíble, Júpiter rota en 09 h 55 m 30 s ¡muy rápido! La Tierra lo hace en 24 h (23 h 56 m 04 s). Júpiter se encuentra a 5 UA del Sol, es decir, a 5 veces la distancia Tierra-Sol. Júpiter tarda 11.8 años en darle una vuelta al Sol. (UA = Unidad Astronómica = 150 millones de km).
Con telescopio verá las bandas de nubes de Júpiter. Fuera de nuestro alcance, en Júpiter existe un anticiclón de 500 años de edad llamado la Gran Mancha Roja. Las últimas observaciones muestran que el anticiclón está disminuyendo su tamaño. Se desconoce si es un proceso de aumento y disminución o si tiende a desaparecer.
Con telescopio observará a 4 de las 79 lunas de Júpiter. Son las mismas que descubrió Galileo Galilei la primera noche que estrenó telescopio, el 7 de enero de 1610. Las lunas galileanas llevan nombres de amantes de Zeus: Ío, Europa, Ganimedes y Calisto.
Ío tiene 400 volcanes activos con ríos y calderas de lava. La pestilencia a azufre debe ser épica. Europa es una canica de hielo con un océano líquido en el interior. Se piensa que un núcleo caliente mantiene el agua templada. Parece tener la capacidad de sostener la vida y, por lo tanto, es uno de los mundos para buscarla. Ganimedes y Calisto son satélites rocosos, con valles, cráteres y atmósferas con oxígeno. Parecen tener océanos profundos. Cabe destacar que Ganimedes es la luna más grande en el Sistema Solar, es mayor que nuestra Luna e incluso más grande que Mercurio, si orbitara al Sol en lugar de Júpiter, sería un planeta.
SATURNO
El más cercano al horizonte de los planetas presenta un tono amarillo.
El diámetro de Saturno junto con los anillos equivale a 21 Tierras. Se encuentra a 9.56 UA del Sol y tarda 29.4 años en darle una vuelta. Su rotación también es muy rápida, de 10 h y 14 m. Dentro de Saturno caben 763 Tierras y tiene una masa de 95 Tierras.
Los anillos están formados por millones de piedras y partículas de polvo. A pesar de su enorme tamaño, su grosor es de apenas 1 km. Por lo que solo son visibles cuando están inclinados, lo que ocurre cada 13 a 16 años. Su máxima inclinación ocurrió en 2018 y aún es buen momento para observarlos.
LAS CONSTELACIONES
Si se levantó temprano a observar a los planetas, aprovechemos para conocer a algunas estrellas.
Arriba de Júpiter, el lucero rojo es la estrella Antares de la constelación del Escorpión. En la mitología griega, Orión enfureció cuando el rey Enopión le negó la mano de su hija Mérope, aunque se la había prometido si Orión salvaba al reino de las bestias que lo amenazaban. Orión, en venganza, inició una matanza de animales que escandalizó a los dioses. Presionada por ellos, Gea le pidió a su hijo Orión detenerse, pero este la ignoró. Gea no tuvo más remedio que enviarle un escorpión para que, de un piquete, lo matara. Orión y el escorpión brillan en el cielo nocturno, pero separados. Es así que cuando el escorpión aparece por el este, Orión se oculta por el oeste, asegurando que nunca más lo alcanzará.
Esta constelación tiene la forma de un gancho. Verá en la cola del Escorpión a la brillante estrella Shaula, cerca estará Lesath, ambas forman “Los Ojos del Gato”. Cerca están los cúmulos estelares: M6 y M7, a observar con binoculares o telescopio.
Ahora, vea al norte de los planetas: brillan tres estrellas que forman el Triángulo de Verano. La estrella de arriba y la más brillante es Vega de la constelación de la Lira, sobre el horizonte está Deneb del Cisne y la cercana a los planetas es Altair del Águila. Ellas se observan al iniciar la noche en verano, pero en invierno se perderán al salir el Sol.
El águila representa a Zeus, quien tomó esta figura para secuestrar al joven Ganimedes. La lira es el instrumento musical de Orfeo y el cisne es Zeus, transformado para acercarse a Leda.
Solo necesitará de 15 minutos y un cielo despejado para admirar el brillo de los planetas y las estrellas. Para observar las lunas de Júpiter, las fases de Venus, los anillos de Saturno o los cúmulos estelares necesitará binoculares o telescopio (prepárelo desde la noche). No importa cómo realice su observación astronómica, le aseguro que tendrá un despertar lleno de estrellas y brillantes luceros. germán@astropuebla.org