La Cannabis Sativa o, como se conoce generalmente, marihuana es una planta dióica, lo que significa que en la naturaleza existen plantas macho y hembra. La marihuana se reproduce sexualmente mediante polinización del macho a la hembra. Las plantas macho desprenden el polen desde sus flores hasta los estigmas o pistilos de las hembras, de este modo se forman las semillas de Marihuana.
Muchos cultivadores buscan cultivar plantas que proporcionen flores hembras, ya que contienen la mayoría de los activos de la marihuana como cannabinoides y terpenos. Actualmente se pueden conseguir semillas feminizadas, que siempre son hembras, pero si deseas cultivar semillas regulares deberás conocer las diferencias entre las plantas macho y hembra.
Cómo distinguir el sexo de las plantas de marihuana
A la hora de cultivar marihuana se puede partir de esquejes o clones, los cuales son hembras, ya que provienen de una planta madre y obtienen sus características. Por otro lado, cultivar con semillas regulares requiere saber el tipo de semilla que estás cultivando para poder identificar su sexo.
Tipos de semillas de Marihuana
Semillas feminizadas,
Incluye la mayoría de semillas autoflorecientes. Esta semilla genera únicamente plantas hembras, destinadas a producir cogollos. Si el lugar donde las obtienes es confiable, como un banco de semillas, no debes preocuparte ya que no existe la posibilidad de que salgan machos.
Semillas regulares
Estas pueden producir tanto plantas hembras como macho, y deberás identificar entre macho y hembra para usarlas conforme te convenga más.
- Plantas macho: Muestran su sexo con unas pequeñas bolas que producirán el polen una vez que se abran.
- Plantas hembra: Suelen mostrar en sus tallos y brotes unos estigmas o pistilos de un color blanco intenso, similar a pequeños pelos gruesos.
Sin embargo, para saber el sexo de tus plantas debes esperar a que crezcan y empiecen a mostrar el sexo.
Una vez germinadas las semillas comienza su etapa de crecimiento. En estos primeros momentos las plantas se dedican a crecer y producir raíces, tallos y hojas; el desarrollo permitirá pasar después a un periodo sexual y reproductivo.
Cómo mínimo hay que dar tres semanas de crecimiento, no solo para que la planta tenga un tamaño adecuado antes de empezar a florecer, sino para darle tiempo a madurar lo suficiente.
Antes de las 3 semanas de crecimiento es muy raro que la planta haya mostrado su sexo. Para plantas en un cultivo interior lo ideal es proporcionar 4 semanas de crecimiento vegetativo para asegurar que alcancen su madurez sexual.
Prefloración
Se trata del periodo que va desde la etapa de crecimiento vegetativo a la etapa de floración.
Para cultivos de interior este periodo coincidirá con las 2 primeras semanas.
Este es el periodo donde se distingue el sexo de las plantas sin problema, por lo que si buscas obtener buenos cogollos deberás deshacerte de los machos ya que estas consumirán recursos, espacio, luz y nutrientes. También pueden polinizar las plantas hembras lo que generará semillas que producen un mal olor al fumar los cogollos.
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Para cultivos de exterior el periodo se alarga un poco más debido a la reducción horaria del fotoperiodo que sucede paulatinamente. El crecimiento no es tan brusco como en los cultivos de interior, por lo que la producción de flores será más lenta, pero aparecerán las suficientes señales para poder diferenciar el sexo; lógicamente no hay que esperar hasta que empiece la floración para distinguir el sexo de las plantas de marihuana.
Publicado originalmente en El Sol de la Laguna