El Rover Perseverance, un robot enviado a Marte por la Nasa y que tiene el objetivo de explorar el planeta rojo, descubrió un peculiar objeto el cual ha prendido las alarmas de los observadores del espacio.
El pequeño objeto que se pudo observar en las tomas del robot explorador el pasado 12 de julio fue una misteriosa cuerda en un área del cráter Jezero, el cual aún no ha sido explorado por completo por la Nasa.
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Sin embargo, la sorpresa de los científicos fue que cuatro días más tarde, cuando el Perseverance volvió al mismo lugar, ya no estaba este objeto.
"Hemos estado discutiendo de dónde proviene, pero se cree que es un trozo de cuerda del paracaídas o del sistema de aterrizaje que baja el robot al suelo", dijo un portavoz de un laboratorio de la NASA.
"Hay que tener en cuenta que no está confirmado que sea una cosa u otra", añadió.
Probablemente, el viento arrastró el objeto, como ya pasó con un trozo de manta térmica visto el mes pasado, que podría haber salido del sistema de aterrizaje propulsado por cohetes.
Para los científicos, la acumulación de basura del Perseverance se considera un pequeño precio a pagar a cambio de los objetivos científicos y señales biológicas de antiguas formas de vida microbiana que obtiene el pequeño robot explorador.
Estos objetos pueden convertirse algún día en valiosos artefactos para los futuros colonos de Marte.
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"Dentro de cien años, más o menos, los marcianos recogerán con entusiasmo todo este material y lo expondrán en museos o lo convertirán en 'joyas históricas'", tuiteó el astrónomo aficionado Stuart Atkinson.
