Cuarenta y siete años después de la última misión lunar soviética, Rusia está por regresar a la Luna tras el lanzamiento este 10 de agosto de la misión Luna 25.
Aunque la Unión Soviética nunca llevó cosmonautas a la Luna, si tuvo grandes éxitos, varias sondas alunizaron y algunas regresaron a la Tierra con muestras lunares.
El programa espacial de la Unión Soviética
El 18 de agosto de 1976 alunizó la soda espacial automática Luna 24 de la Unión Soviética, al sureste del Mar de las Crisis.
Luna 24 taladró el suelo hasta 2 metros de profundidad, tomó 170 gramos de muestras y despegó al día siguiente para entregar su valiosa carga en la Tierra.
En un gesto de buena voluntad, la Unión Soviética y la NASA intercambiaron un gramo de muestras lunares. Aparte de un fin científico, ambas potencias comprobaron que sus rivales viajaron a la Luna.
Luna 24 hizo un gran y espectacular descubrimiento, encontró agua en la Luna, lo que fue corroborado dos décadas después por los orbitadores de la NASA Clementine (1994) y Lunar Prospector (1998).
Luna 24 fue la última sonda en alunizar. Treinta y siete años después en 2013 China hizo historia al alunizar su sonda Chang'e 3. Y la siguiente en retornar a la Tierra con muestras del suelo lunar, fue la Chang'e 5 en 2020.
Ahora, Rusia está por regresar a la Luna en un nuevo esquema de carrera espacial. El destino es el mismo que tiene la NASA, China y la India, el Polo Sur de la Luna.
Rusia vuelve a la Luna en la era moderna
Llama la atención que siendo Rusia una potencia espacial sin la cual no podría existir la Estación Espacial Internacional y de alguna manera el programa espacial tripulado de China y el próximo de la India, carece de misiones de exploración del Sistema Solar, campo dominado por la NASA. Aunque hubo dos intentos de explorar Marte, ambas misiones fracasaron al fallar el cohete portador.
El Polo Sur de la Luna es estratégico debido a la presencia de agua en mayor cantidad que en otras zonas. El agua está congelada sobre la superficie, además se especula que existe agua en el subsuelo y en el interior de algunos cráteres en donde no entra la luz del Sol, como en Mercurio.
Es el agua lo que determinará en dónde se instalarán las bases lunares. El agua es vital porque se puede beber una vez tratada o utilizar en cultivos y minería, separándola en hidrógeno y oxígeno, el oxígeno se respira, y ambos elementos se utiliza como combustible para cohetes.
Luna 25: ¿cómo es y cuál es la misión de la sonda rusa?
La nueva sonda espacial Luna 25 o Luna-Glob es de 1605 kg, de los cuales 30 kg corresponden a los aparatos científicos.
El jueves 10 de agosto Luna 25 despegó mediante un cohete Soyuz2-1b desde el cosmódromo Vostochny en Siberia.
Días después, Luna 25 entrará en órbita lunar a 100 km de altura. Luego cambiará a una órbita elíptica, bajando a 18 km y subiendo a 100 km. Días después Luna 25 iniciará el descenso, alternando entre motores para disminuir la velocidad, hasta 1.5 m/s a 3 m/s para realizar un alunizaje suave. Algo que no ha intentado Rusia en casi 50 años, por lo que es la principal meta de la misión.
Una vez en la superficie, en el Polo Sur el Sol apenas se eleva 16.3º sobre el horizonte por lo que Luna 25 lleva los paneles solares a los lados.
Luna 25 tomará muestras del suelo y fotografiará los alrededores. Para sobrevivir a la noche lunar de dos semanas de duración, el generador de radioisótopos RITEG mantendrá una temperatura estable para el buen funcionamiento de los instrumentos científicos.
Luna 25 lleva el instrumento ANDRON-L, un detector de rayos gamma y neutrones para estudiar la superficie. ARIES-L es un espectrómetro de masas para estudiar la exósfera lunar, una capa de gas alrededor de la Luna, tan tenue que no puede ser llamada atmósfera, es un billón de veces menos densa que la atmósfera terrestre; está compuesta de helio, argón, sodio y potasio.
LAZMA-LR estudiará la composición química del regolito (el polvo en el suelo lunar). LIS-TV-RPM es un espectrómetro en infrarrojo para estudiar el regolito y el agua. LMP estudiará el polvo en la exósfera y en la superficie, expulsado por la caída de micrometeoritos. El brazo robótico LMK tomará las muestras. Lleva también la cámara de televisión STS-L. Otra cámara fotográfica, Pilot-D de la Agencia Espacial Europea (ESA), era un experimento de alunizaje seguro, pero fue retirada a petición europea a causa del conflicto en Ucrania.
A Luna 25 le seguirá Luna 26, un orbitador para estudiar la composición del suelo lunar. Luna 27 será similar a Luna 25 pero incorporará un taladro para perforar el suelo y Luna 28 llevaría un vehículo Lunojod y retornará a la Tierra con muestras, pero se desconocen los avances de esta sonda.
La Luna recibirá 6 visitas en 2023
En 2023 varias misiones visitarán la Luna. En abril fracasó la japonesa Hakuto-R al estrellarse en la Luna. Chandrayaan 3 de la India alunizará el 23 de agosto. La misión consiste en un alunizador y el astromovil Pragyan. Es similar a Chandrayaan 2, que se estrelló en la Luna en 2019. La NASA está por enviar dos sondas de empresas privadas, NOVA-C y PEREGRINE 1. Y la japonesa SLIM deberá despegar este año pero puede que se retrase a 2024.
Luna 25 representa el regreso de Rusia a la Luna, debe demostrarle a China su capacidad del viaje a la Luna, ya que ambas naciones colaboran en la futura base lunar en el Polo Sur. Además, es el primer vuelo de un cohete Soyuz 2.1b más allá de la órbita terrestre y a la Luna, también es el primer vuelo más allá de la órbita terrestre desde el nuevo cosmódromo Vostochny. Luna 25 representa una nueva era espacial para Rusia. Que haya éxito. german@astropuebla.org