Las estrellas, al igual que nosotros, están destinadas a morir, pero todas ellas lo hacen de una forma tan dramática que dejan espectaculares imágenes que ahora el Telescopio James Webb trae para nosotros.
Científicos de la NASA tienen un particular interés en las Supernovas (explosión estelar producida cuando la estrella muere), pero nunca habían encontrado una tan joven. Cassiopeia A muestra los rastros de una explosión que sucedió hace 340 años.
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Quizá más de 300 años suene a mucho tiempo considerando la perspectiva humana, pero en el espacio eso es casi nada comparado con sucesos de hace millones de años. Gracias a que es tan reciente, se convierte en una oportunidad única para aprender más sobre cómo ocurren tales Supernovas.
"Cas A representa nuestra mejor oportunidad para observar el campo de escombros de una estrella que explotó y realizar una especie de autopsia estelar para comprender qué tipo de estrella había allí de antemano y cómo explotó esa estrella", dijo Danny Milisavljevic, investigador principal del programa Webb.
¿Qué nos dice esta imagen?
En la parte superior e izquierda de ven cortinas de material de color anaranjado y rojas debido a la emisión de polvo caliente. Esto marca dónde el material fue expulsado cuando la estrella explotó y chocó contra el gas y el polvo.
En el interior se encuentran filamentos moteados de color rosa brillante salpicados de grumos y nudos. Esto representa material de la propia estrella y brilla por la mezcla de varios elementos pesados, como oxígeno, argón y neón, así como por la emisión de polvo.
El material estelar también se puede ver como mechones más débiles cerca del interior de la cavidad.
Pero quizás lo más destacado es un bucle representado en verde que se extiende a lo largo del lado derecho de la cavidad central.
“Lo hemos apodado el Monstruo Verde en honor al Fenway Park de Boston. Si miras de cerca, notarás que está picado con lo que parecen miniburbujas”, dijo Milisavljevic. "La forma y la complejidad son inesperadas y difíciles de entender".
Todos estos datos están siendo revisados para comprender mejor cómo suceden estas explosiones cósmicas.
Al ser la más joven, los astrónomos esperan obtener una mejor comprensión de su contenido de polvo, lo que puede ayudar a informar nuestra comprensión de dónde se crean los componentes básicos de los planetas y de nosotros mismos.
“Las supernovas como la que formó Cas A son cruciales para la vida tal como la conocemos. Esparcen elementos como el calcio que encontramos en nuestros huesos y el hierro en nuestra sangre a través del espacio interestelar, sembrando nuevas generaciones de estrellas y planetas”.