En Cincinnati se encuentra una de las redes de metro abandonadas más grandes del mundo y la más grande en Estados Unidos; lo que empezó como un gran proyecto para la ciudad terminó en una historia de abandono y nostalgia.
Hacia finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, muchas ciudades estadounidenses comenzaron a prosperar y crecer a niveles acelerados, entre ellas Cincinnati, la cual se ubicaba entre las ciudades más grandes de EU.
Por ello, en Cincinnati surgió la necesidad de contar con un mejor sistema de transporte, lo que incluía un subterráneo. El cual, fue aprobado por la población local en 1916 y en 1917 se aprobó la construcción por un costo inicial de 6 millones de dólares.
Especialistas de aquel entonces señalaron que no era tan viable la realización de un metro debido a la fuerte inflación en primera instancia, y en segunda, por la entrada de Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial en 1917, hechos que suspendieron la construcción temporalmente hasta 1920.
¿Por qué quedó abandonado el metro de Cincinnati?
A pesar de la subida de precios provocada por la inflación y de un cambio político en la ciudad que comenzó a mostrar dudas respecto al proyecto, las obras continuaron, completando más de 3 km de túneles subterráneos que se concluyeron a principios de 1923. El problema es que el capital para la obra no era suficiente y faltaban varios enlaces vitales para completar la red del metro.
En 1927 se detuvo la construcción debido a falta de fondos, el proyecto necesitaba entre 9 mil y 10 mil millones de dólares más para salvar el proyecto del metro. La estocada se dio en 1929, año de la Gran Depresión, que orilló al gobierno a enfocarse en la generación de empleos y no invertir en un proyecto que no paraba de encarecerse.
La obra quedó en abandono y existieron múltiples intereses por retomar el proyecto pero ninguno se concretó, incluso, se consideró usar como un búnker contra bombas nucleares durante el contexto de la Guerra Fría.
¿Cómo es en la actualidad el metro de abandonado de Cincinnati?
Cabe mencionar que el precio fijado de 6 mil millones de dólares votado en 1916, se pagó en 1966. El problema es que se acumularon impuestos e intereses a lo largo de los años, convirtiéndose en un costo final de 13 mil millones 982 mil 45 dólares. Medios locales reportan que el gasto no se ha detenido pues se sigue pagando su mantenimiento.
En la actualidad, lo que alguna vez fue un mega proyecto para la ciudad de Cincinnati, terminó siendo un vestigio sombrío el cual ha sido explorado por diversos usuarios de redes sociales.