En Noruega existe un estrecho con corrientes tan salvajes que representan un peligro para barcos, pues al subir la marea, se crean remolinos de hasta 10 metros de diámetro, la cual se convirtió en un atractivo turístico del país.
El estrecho de Saltstraumen separa las islas Straumen y Straumoya, y se caracteriza por tener una fuerte corrriente de mareas, pues se ubica entre dos "fiordos", que son valles en forma de "U" creados la erosión de un glaciar que se inundan por las aguas del mar.
Varios sitios turísticos sugieren que los mejores días para visitarlo el estrecho y ver lo que se convirtió en un espectáculo natural, es en luna nueva o luna llena, y hasta tres días después, cuando la corriente esté en su punto más fuerte.
La corriente de Saltstraumen es considerada la más poderosa del planeta, pues se estima que más de 400 millones de metros cúbicos de agua marina pasan por el estrecho que mide 3 km de longitud y 150 metros de ancho dos veces al día: cuando asciende y desciende la marea.
A lo largo del día, la marea se mantiene alta y la corriente no es tan fuerte, por lo que los barcos pueden navegar sin ningún peligro, pero cuando es momento de que la marea descienda, es cuando se crean los fuertes remolinos, lo cual se repite cada día cuando tiene que subir.
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A pesar de su peligrosidad, en 2017 los deportistas Kjetil Borch y Nils Jakob Hoff remaron para cruzarlo, y sorprendentemente, tuvieron éxito. Esta hazaña la lograron con dos canoas de fibra de carbono de 13 metros de longitud y 30 centímetros de ancho.