Día de las redes sociales: así han evolucionado desde su inicio

El 30 de junio se conmemora el Día de las redes sociales con el fin de visibilizar su rol en la comunicación global

Alejandro Cárdenas López*

  · viernes 24 de junio de 2022

La primera vez que se conmemoró el día de las redes sociales fue en 2010. / Foto: Reuters

El 30 de junio se celebra el Día de las Redes Sociales y su origen se remonta al 2010, debido a una iniciativa de la revista de tecnología Mashable, cuyo fundador Pete Cashmore promovió para visibilizar el impacto de las redes sociales y su rol en la comunicación global. Para ello utilizó la herramienta de creación de eventos Meetup y la respuesta del #smday fue inédita: más de 500 reuniones locales en decenas de países con seis mil 500 participantes.

Aunque la mayoría de las y los asistentes fueron de Estados Unidos, Cashmore a través de un video invitó a celebrar la revolución de los medios que se volvían más sociales, ayudaban a conectarse, permeaban en la vida diaria y daban a conocer a organizaciones civiles.

El genuino interés de Cashmore no puede pasar desapercibido, sabemos que hoy dichas plataformas son parte de nuestra vida cotidiana y laboral, pero aún no podemos decir que nos hagan más libres o al menos que permitan democratizar el mundo y crear medios de comunicación más plurales. El golpe realidad nos lo dieron los recientes escándalos de Facebook, como la crisis de credibilidad y seguridad Cambridge Analytica y el hecho de que casi todos los gigantes tecnológicos cooperaban abiertamente con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la vigilancia masiva, la manipulación de tendencias, las cuentas y noticias falsas, la explosión del star system virtual y el control comercial en las que están sumidas muchas de las redes sociales. Incluso Mashable, en 2018 dejó de promover la iniciativa del Día de las Redes Sociales para pasar el concepto a sus audiencias y pidieron no mencionarlos más como asociados a la organización.

Aunque el día ya se celebra de forma masiva en medios de comunicación y agencias de publicidad, es importante considerar otras fechas importantes: cada 17 de mayo desde 2005 se celebra el Día de Internet, impulsado por organizaciones civiles en el mundo, y en 2006 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) seleccionó el mismo día para reconocer a las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información.

Desde 2006 también se conmemora cada 28 de enero el Día Internacional de la Protección de Datos Personales como iniciativa del Consejo de Europa, que hoy se conoce fuera de ese continente como Día de la Privacidad de la Información. También cada 28 de septiembre, desde 2015, se celebra el Día Internacional del Acceso Universal a la Información, auspiciado por la ONU.

Otras dos fechas, aunque no tienen impacto global, son importantes: la primera desde 2013, cada 13 de noviembre se conmemora el aniversario luctuoso de Aaron Swartz, para continuar con el legado del activista, programador y empresario quien se suicidó a los 26 años tras ser perseguido por la ley en Estados Unidos, tras aplicar medidas de interpretación represivas por el hackeo del sitio de revistas académicas. Recientemente, fue anunciado el Día Mundial de la Encriptación, promovido por la organización civil internacional Electronic Fronteer Foundation, celebrado por primera ocasión el 21 de octubre de 2021.

Estas conmemoraciones nos recuerdan que el 30 de junio, aunque fue una iniciativa de un medio de comunicación tecnológico del mundo occidental, no deja de ser importante, pero no es la única y nos ayuda a entender los orígenes de las primeras redes sociales digitales, que regresar en el tiempo de este optimismo tecnológico capitalista y reconocer que el término redes sociales es vago y efímero porque es una traducción incorrecta de “social networks”, que significaría realmente en la traducción redes sociales digitales o socio tecnológicas. De otro modo estaríamos hablando de comunicación interpersonal y redes de cualquier tipo, y la gran innovación es que son plataformas mediadas por equipos de cómputo o dispositivos móviles a través de infraestructura inalámbrica con interacción grupal y/o masiva y vinculado a la convergencia de medios. Es decir, las redes sociales digitales se crearon desde hace más de 60 años y muchas de las características y virtudes que hoy gozan sus dueños y magnates, fueron creadas décadas antes y gracias a ellos, es que ciertos elementos tecnológicos y de avance de equipos y soportes permitieron su popularidad.

PRECURSORES

Entre las primeras redes informáticas se encuentran por un lado Arpanet a finales de los 60 e inicios de los 70, una red militar de Estados Unidos descentralizada que dio origen a internet por sus protocolos, por otro Usenet (Users-Network) a finales de los setentas, una “red de usuarios” para enviar y recibir mensajes denominados artículos, que funciona como foros, creados por estudiantes universitarios de Estados Unidos como alternativa a Arpanet, la cual resultó predominante. Hoy se puede usar Usenet por suscripción y sigue siendo una red alternativa a internet. También en esa década se creó el importante protocolo TCP/IP que permitió comunicar líneas telefónicas con computadoras personales a través de módems con la contribución de diversas universidades británicas y estadounidenses.

En los 80, la llegada de los mensajeros instantáneos comenzó con IRC la revolución de las comunicaciones horizontales de los usuarios de equipos distancia, que se popularizó con la famosa herramienta ICQ, el primer cliente masivo para computadora personal y precursor del AOL Instant Messenger y Yahoo! Messenger.

Después, en los 90, comenzaron los weblogs, los sitios web y los radiomensajeros. En primer lugar, las páginas web y los navegadores, destacó Geocities que creaba páginas web gratuitas, es decir un espacio personal, lo cual era muy exquisito y tentador en aquellas épocas. Aunque fue comprada por Yahoo! en 1999, generó un nuevo tipo de comunidad en línea que compartía correos y mensajes, pero también ideas de grupos sociales que quizás no contaban con espacios en medios tradicionales, sobre todo radio y televisión, como el movimiento zapatista en el llamado ciberespacio que generó amplia visibilidad en el mundo.

Los weblogs, hoy conocidos como blogs, fueron otros de los elementos importantes previos a la comunicación ciudadana, eran bitácoras personales que comenzaron a actualizarse en línea y tener mucho impacto. Algunos de los “diarios en línea” más famosos en los 90, eran LiveJournal y Blogger, a ellos les debemos la línea de tiempo de las actuales redes sociales o sitios como WordPress que son parte del origen del periodismo ciudadano y libertad de expresión y que subsiste hasta la época. De ahí surgieron periodistas y comunicadores muy relevantes como Salam Pax, blogger que se volvió la única fuente de información en la guerra de Irak por varios días, o Yoani Sánchez, la bloguera cubana, entre otros.

En América Latina entre los sitios más visitados de foros fueron Ba-k y Taringa, pero en México uno de los pioneros de internet es Raúl Ramírez, quien desde los 90 se considera de los primeros blogueros y usuarios de Twitter populares que le dieron visibilidad y creó el portal Isopixel.net, a inicios del nuevo milenio.

Las listas de correos electrónicos grupales fueron otra aportación fascinante a la comunicación comunitaria, personal y familiar, se formaron las primeras a finales de los 70 inicios de los 80 por Usenet y Arpanet. Destacan años después las listas LisServ o MailMan. Además de mantener relaciones sociales y hoy como herramienta básica de trabajo, fueron cruciales para que académicos, activistas, fans y otros usuarios de correo pudieran generar listas de comunicación y organización en algunos como: Yahoo Groups y después Google Groups de Gmail; hasta el spam de correo no deseado que recibimos hoy. Por ejemplo, las protestas masivas contra la consolidación del capitalismo fueron organizadas a través de estas listas de correos y de los sitios y redes alternativas como Indymedia y Moveon.org.

También en esa década, los mensajes de radio llevaban décadas que se utilizaban previamente sobre todo por motivos de seguridad y salud, los famosos beepers o radiomensajeros llegaron a su clímax, son los abuelitos de los SMS, Signal o WhatsApp. Aunque la comunicación era en un solo sentido, no se podía responder, llegaba el mensaje a un aparato, fue el inicio de lo que hoy llamamos interactividad.

A finales de los 90 e inicios del año dos mil, después de la popularización de buscadores como Altavista, Lycos, Google o Infoseek, la batalla con la industria del cine y la música comenzó con los servidos de intercambio como Audiogalaxy, Napster, LimeWire y eMule que permitían la descarga de música en formato MP3, sobre todo los BitTorrent o servicios de “peer to peer” (puerto a puerto). Fue de los momentos más claros que internet pudo compartir archivos como si fuera una corriente de agua tras una gran lluvia de acumulación de usuarios en sus equipos personales, que comenzaron a usar los protocolos de los equipos de modem que hacían ruiditos. Hoy siguen siendo muy usados, para descarga de películas y música, los más populares como la argentina Taringa, la sueca Pirate Bay o neozelandés YiFiTorrent, navegan entre lo legal y lo ilegal, aunque el streamming está mitigando un poco, aunque ya hay redes de transmisión de TV que aún se escabullen a la industria de la propiedad intelectual como el servicio de Cuevana.

También desde finales de los 90 los foros fueron muy populares, Slashdot fue el precursor y en 2005 Reddit tomó un lugar importante. En México y América Latina BA-K y Taringa, resultaron muy populares, aunque poco reconocidos por los medios, debido a su libertad de moderación, pero estaba entre los sitios más visitados en el país y del subcontinente.

HORIZONTAL

El surgimiento de la web 2.0 en 2003 generó una explosión de las redes sociales no comerciales, porque logró horizontalizar la comunicación, es decir, permitir que los usuarios pudieran dejar la comunicación vertical de un sitio web (monólogos) y comenzar a comunicarse con otros usuarios que estaban revisando la misma información. El editor publicaciones tecnológicas, Tim O'Reilly acuñó el término como un nuevo espacio para el discurso social y político, inteligencia colectiva, uso de datos sobre aplicaciones de software y hardware, experimentalismo perpetuo en el dominio público y experiencias de contenido enriquecido o multimedia.

Esta diferenciación plantea como elemento central y columna vertebral la posibilidad de interacción, lo cual según algunos teóricos significó el rompimiento del paradigma comunicacional tradicional en el que el receptor se convierte en emisor, es decir la comunicación masiva que considera a internet y los medios digitales, no sólo redes, sino medios de comunicación que pueden liberar, pero también oprimir.

En 2003 inicia Hi5 (que duró poco tiempo) y año después llegó Facebook para potenciar la imagen y socialización que se hacía en blogs, porque logró facilitar el uso de fotos como elemento principal y generar redes de comunicación, por ejemplo, sus “perfiles” comenzaron a reemplazar a la página web y el blog.

Entre 2006 y 2008 la popularización de la banda ancha también permitió que medios como Vimeo, YouTube o DailyMotion pudieran despegar desde la multimedia, y fue hasta más de una década después que las plataformas más populares con Twitter y Facebook comenzaron a permitir transmitir en vivo y subir videos bajo demanda.

En lo social, en 2008 se creó Change.org una plataforma para promover causas sociales, pero también destacó el proyecto Ushahidi en Kenia para recibir denuncias vía Bing Maps, OpenStreetMap y Google Maps sobre casos de violencia electoral, después de las elecciones, una combinación de periodismo ciudadano, cobertura informativa y uso de herramientas de geolocalización, que eran más precisos y rápido que las autoridades locales.

Fue efímero, pero importante también el inicio de la comunicación en dispositivos móviles, y por ello el BlackBerry Messenger (BBM) fue pionero a partir de 2005 y hasta 2019. Quienes en aquellas épocas estábamos inmiscuidos, recordamos el PIN de la empresa canadiense BlackBerry y cómo el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo popularizó en su triunfo en 2008.

El año 2008 se considera el momento cumbre de dichos sitios y proyectos, sobre todo su viabilidad económica, y ese éxito desembocó progresivamente en la masiva participación de usuarios en comentarios, envíos, foros y chats, lo cual implicó afectaciones al tráfico por las capacidades de almacenamiento y hospedaje y comenzaron a salirse del control de las plataformas. Analistas como el periodista brasileño João Pedro Pereira y el escritor británico Clay Shirky nos ayudaron entender una verdad que no queríamos reconocer: aunque había sido uno de los motores de la web social, la utopía de la conversación se habían puesto de manifiesto; es decir, el debate en línea ya no se produce automáticamente por la existencia de herramientas de participación, sino que se requería una cultura en la que el respeto mutuo, la coherencia y la educación fueran necesarias.

Lo que se llamaba discurso de odio se convirtió en una perversión racionalizada y comunicacional del insulto, pero los usuarios y audiencias no son del todo responsables, después de cientos de años de medios masivos verticales y sin interacción, son pocos los 15 años de nuevos espacios horizontales en línea y no podemos exigir a los netizens que sean moderados ante malos gobernantes, represión, comercialización y tantas crisis políticas, de seguridad, sociales y económicas en el mundo.

Las protestas de la llamada Primavera árabe del 2010 al 2012 que se generaron a través de diversos medios sociales, parecían una opción ciudadana para ejercer presión social a gobiernos sin necesidad de medios de comunicación en crisis y controlados por gobiernos locales, pero con el paso de los años, tras lo efímero de los movimientos y la llegada de gobiernos iguales o peores a los que quitaron, quedó un precedente del potencial democrático de las herramientas de participación digitales, pero que dependía de factores locales mucho más complejos. Estos hechos parecían dar la idea de que, gracias a estas redes virtuales como Twitter o YouTube, se podrían generar las revoluciones o los cambios políticos en países “no occidentales”, lo cual implicaba subestimar la capacidad de organización de la sociedad civil y los grupos juveniles que usaron la tecnología como herramienta para buscar democratización, justicia o libertad de expresión.

USAR Y TIRAR

A partir de 2011 el mercado y el mundo estaban listo para socializar a distancia y comenzaron a crearse y popularizarse nuevas redes sociodigitales multiusos, es decir de cualquier temática, como un ecosistema integrado entre la realidad y el mundo digital, para quienes posean las posibilidades económicas y de conectividad.

Actualmente, cualquier nueva plataforma digital está diseñada con elementos de horizontalidad, pero los y las llamadas youtubers o tiktokeros que producen videos cortos, “snack content” (úsese y tírese) que usan las plataformas como espacios principales han generado mucho interés en audiencia juvenil, pero con serias dudas de su profesionalismo, ética, con poco criterio informativo y capacidad de análisis, con lo cual han banalizado la comunicación, con honrosas excepciones.

Los periodistas han perdido visibilidad por un mercado que exige ser agradables, salir en video y presentar de forma banal y entretenida el contenido, pero también es importante reconocer que eso sucede porque algunos medios tradicionales y digitales no han innovado. Aún con lo contradictorio y cambiante de internet y los medios digitales, es importante reconocer que el problema no es sólo de la injusta crítica a la “masa ignorante y poco educada”, sino de las autoridades locales, y en muchos casos temas de propiedad de medios de comunicación.

Lo controversial y polarizado del uso del lenguaje en las redes sociales no es la única circunstancia que lleva a la reflexión, también el espionaje político en línea, la credibilidad de los medios, la vulneración a la privacidad, la privatización de la wifi y los proveedores de internet, la neutralidad en la red, la soberanía tecnológica y la brecha digital.

Son riesgos que pueden reforzar las desventajas sociales y económicas, dañar el flujo libre y gratuito de información, la libertad de asociación y vulnerar los derechos humanos en la era digital, como lo planteó recientemente el Oxford Internet Institute en una investigación para la Unesco: para hacer frente y combatir el discurso de odio es necesario llevar a cabo un esfuerzo a diversos niveles que incluya abordar sus causas profundas y sus factores, impedir que desemboque en violencia y afrontar sus consecuencias sociales más amplias.

* (@alcarlop) Director de Ibero 90.9 radio y profesor del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México