LA CALERA. Esta vez no hay luces, cámaras, escenografía, camerinos ni cientos de personas apoyando al director y a los actores. Sólo basta un teléfono celular, un tripié, cinta adhesiva, un baño y ¡acción!
Harold Trompetero, un director de cine colombiano, encontró en la frase que escribió hace más de 160 años el científico Charles Darwin la solución a la situación que atraviesa la industria del cine, golpeada por la cuarentena causada por el contagio del coronavirus en Colombia.
"Cuando estábamos escribiendo el guión, me encontré con una frase de Darwin que decía que en la evolución de las especies no sobrevivía ni el más inteligente, ni el más fuerte, sino el que mejor se adapta a las circunstancias", cuenta el director de 21 películas.
Ante las restricciones de movilidad, Trompetero inició el rodaje de El baño, película en la que los actores desde sus casas y con la colaboración de sus familiares con los que comparten aislamiento organizan el vestuario, el maquillaje y filman con sus smartphones, mientras él da las instrucciones por videoconferencia.
"Todo lo que nos ha enseñado esta experiencia es que las limitaciones están acá", opina Trompetero mientras señala su cabeza. "Por lo menos por un largo tiempo, tenemos que adaptarnos a nuevas formas de hacer las cosas dentro de estas circunstancias, si no, nos vamos a ahogar", asegura desde su casa.
La película es una comedia que recrea la historia de unos amigos de universidad que se reencuentran 10 años después y deciden mantenerse en contacto en pleno confinamiento, pero minetras la trama avanza comienzan a aflorar secretos y ciertas situaciones salen a flote mientras los personajes permanecen en el baño.
Pero, ¿por qué en el baño? "Nos pusimos a pensar que en en el interior de los hogares se pierde la intimidad personal al estar en confinamiento. Uno ya no tiene espacio para uno mismo, ni para soñar, ni para gritar. El baño puede ser ese espacio individual que queda para estar con uno mismo en cinco minutos de soledad".
CRISIS SERIA
Marcela Carvajal admite que se le salieron las lágrimas cuando Trompetero la llamó para protagonizar la película.
"Me lloraron los ojos porque yo pensé que no iba a volver a actuar por mucho tiempo, los teatros están cerrados, canales de televisión están cerrados", dijo. "Me parece un sueño hacer cine en esta época en donde nos habían matado la ilusión".
La actriz, que recibe ayuda de su esposo, quien a la vez está debutando como actor en la cinta, reconoce que más que contagiarse de coronavirus, le preocupan los cambios que sufrirá el mundo.
"Lo que estamos viviendo es muy loco, yo soy uno de esos personajes que no le tiene tanto miedo a la enfermedad, sino a lo que vaya a ocurrir con ciertas costumbres en el futuro, como el encuentro en persona, como los espectáculos en vivo".
Contrario a la comedia, en la vida real los trabajadores de la industria del entretenimiento están sufriendo su propia película de terror, en la que cines, teatros y actividades con público a puerta cerrada tendrán restricciones por meses.
El efecto de una semana de cuarentena en marzo provocó que las actividades artísticas en Colombia se contrajeran 3.2 por ciento anual en el primer trimestre.
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