Earl Silas Tupper es el nombre del ingeniero químico originario de New Hampshire que descubrió cómo purificar y convertir los desechos en un material durable, flexible, no tóxico y ligero.
Convencido de que este avance podría solucionar problemas de la vida cotidiana, creó en 1938 Tupper Plastics Company.
De acuerdo con su sitio oficial, Earl Tupper nació en una familia de granjeros de New Hampshire de recursos moderados. Como profesionista, creó dispositivos de ahorro de mano de obra para la granja y los invernaderos familiares; su primera patente fue de un artefacto que ayudaba a limpiar pollos.
De acuerdo con la organización Plastics Hall of Fame, durante su juventud, Tupper fue ambicioso, decidido a ganar su primer millón cuando cumpliera los treinta años.
"En 1928, tomó un curso de arboricultura y montó su propio negocio de arboricultura y paisajismo: Tupper Tree Doctors, cuyo éxito le permitió seguir inventando. En 1936, Tupper conoció a Bernard Doyle, entonces jefe de Viscoloid Corporation, la división de plásticos celulósicos de DuPont, donde pronto se puso a trabajar aprendiendo sobre plásticos mientras trabajaba en sus propios inventos y diseños por la noche", detalla la organización mundial.
De máscaras de gas a recipientes para los godínez
Fue en 1938 que el emprendedor formó Earl S. Tupper Company, principalmente haciendo trabajos por contrato para la empresa DuPont, pero fue durante la Segunda Guerra Mundial, que Tupper Plastics aseguró contratos para el moldeo de máscaras de gas y lámparas de señales de la Marina.
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Luego del conflicto bélico y la poca disponibilidad para acceder al plástico, Tupper compraba el material sobrante de una planta, un residuo de la refinación del petróleo, negro, duro y casi imposible de trabajar, para experimentar hasta convertirlo en un producto innovador y funcional, detalla el portal oficial de Tupperware sobre la historia del emprendedor.
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Fue así que, tras su descubrimiento salió a la luz el primer producto de la marca: el Tazón Maravilla, hoy conocido con el nombre de Tupperware, pero no fue hasta 1946 que Earl Tupper introdujo las tapas herméticas basadas en botes de pintura y las adaptó para que pudieran crear el mismo efecto en los alimentos, evitando que perdieran calidad y sabor cuando se guardaban en el refrigerador.