Tener una mascota es algo común, los llamados perrhijos son cada vez más populares. Sin embargo, tener de mascota un gecko, una piraña, un tucán, una boa constrictor o de plano un jaguar, también se está volviendo cada vez más popular.
Los animales son, según las normativas mexicanas, bienes muebles, que pueden ser adquiridos por procesos de compraventa según las leyes comerciales y de mercado que, en el caso de México, se encuentran reguladas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
➡️ Africam Safari, un Arca de Noé
Dentro de la diversidad de animales exóticos o no convencionales hay cuatro clasificaciones que se deben considerar para que pueda realizarse cualquier tipo de trámite: pequeñas especies (perros y gatos), animales de producción (encargados de las actividades económicas primarias), animales exóticos (especies que de manera natural no estarían en un territorio determinado) y especies protegidas (al cuidado del Estado y sus instituciones).
Cabe destacar que, propiamente, ningún animal es ilegal, como bienes muebles lo ilegal es su producción, compra, venta, consumo y demás actividades que involucren directamente el comercio, por lo que se requieren los permisos necesarios para este tipo de actividades y servicios, ya que solo pueden ser reproducidos y explotados comercialmente por criaderos y personas acreditadas.
VERACRUZ
Una boa legal
Desde hace casi siete años, Jaime Ignacio López Muñoz, tiene en su recámara a sus peculiares mascotas: serpientes y tarántulas, que alimenta con ratas y cucarachas.
La que más tiempo tiene con él, es una boa constrictor que adquirió su familia a través de una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) registrada ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Desde siempre me han gustado ese tipo de animales, la boa llegó cuando yo tenía 15 años, me la regalaron mis papás, pero nos informamos cómo tenía que ser, si se requería algún permiso, y efectivamente cuando es un animal exótico o una mascota no convencional, se requiere avalar la legal procedencia del animal y que nos pueda avalar que no es animal extraído de su hábitat”, explica.
Dado que la boa puede llegar a alcanzar hasta 2 metros como rango estándar, requieren de un terrario que sea al menos el doble de su tamaño, lo suficiente como para que se pueda estirar por completo, además de que necesita agua, parámetros de humedad y temperatura.
Cuando era joven comía ratones pequeños y actualmente come ratas de 500 gramos y conejos jóvenes, para lo que también existe un procedimiento a seguir dado que no se les debe dar animales vivos.
Jaime estudia el séptimo semestre de la licenciatura en Biología en la Universidad Veracruzana, además de la boa, tiene siete tarántulas de dos especies: arbóreas y terrestres que requieren también terrario, sustrato y un lugar con parámetros de temperatura y humedad.
“Comen otros artrópodos, en este caso yo las alimento con cucarachas, estas las crío yo, son cucarachas de Madagascar (…) yo considero que los animales no nos van a atacar a menos que los ataquemos y también creo que más que tener hay que comprender para quitar todas estas ideas de que son animales malos o que buscan hacerte algún daño”.
Los precios de éstos pueden variar, y puede ir desde los 800 y hasta los 50 mil pesos dependiendo de la serpiente que se trate y las tarántulas oscilan entre los 150 pesos hasta los 3 mil.
Ariadna García | Diario de Xalapa.
TLAXCALA
Atacado por su mascota… una piraña
Alejandro tenía cinco años de edad cuando, en vacaciones, durante un tour por una parte del río Amazonas, en Brasil, vió un cardumen de pirañas pecho rojo, de las más violentas.
-¡Papá, quiero tener una de ellas en casa!
Su padre cumplió ese deseo.
“Será mi mascota”, sentenció y ahora las tiene en su casa en Tlaxcala.
Pero un día Alejandro supo que los animales no tienen conciencia y actúan por instinto. Introdujo la mano a la pecera y casi pierde el dedo. Su mascota lo atacó
Las pirañas son peces voraces que viven en los ríos de aguas templadas y cálidas de Sudamérica y los pejelagartos son violentos, pueden vivir en tierra por meses, son como dinosaurios y comen peces. Sobreviven tanto en agua dulce agua como marina.
Alejandro, ahora de ocho años, lo primero que hace cuando regresa de la escuela, es ver que sus animales estén bien. Cada semana, junto con su padre, compra sus charales para alimentarlos.
“Un día, quise darles jamón y casi mueren. Su alimentación debe ser limpia”.
“Sé que los pejelagartos los trajo mi papá de Tabasco y la piraña es del Amazonas, pero la compró en México, en el Mercado de Sonora en al Ciudad de México; la vi en el río y me gustó por su panza roja”.
-Pero son agresivos…
-“No, solo buscan comida. Es su naturaleza”.
Nadia Mendoza | El Sol de Tlaxcala
TLAXCALA
No es lo mismo un tucán que un jaguar
Por puro gusto, placer o lujo, algunos tlaxcaltecas compran mascotas poco usuales y hasta peligrosas, cuya adquisición, además de ser cara económicamente hablando, resulta complicada.
Miguel N. forma parte de ese selecto grupo de compradores y vendedores de fauna exótica, y, al comentar que es posible tener como mascota un cotorro y hasta un león, señaló que el proceso para ello puede ser de varias semanas dependiendo de la especie que se quiera tener como mascota.
Opera a través de Facebook, oferta y compra las especies, por lo regular, con alguien conocido pues destacó que debido a la prohibición de traficar animales en peligro de extinción, ese tipo de negocios se hace entre personas de diferentes estados de la República que antes ya han hecho tratos.
En entrevista, platicó que muchas de las veces no resulta tan cara la adquisición de un animal exótico, como lo es su manutención, aunque también aclaró que depende de la especie, pues explicó que no es lo mismo alimentar a un tucán de fruta, que a un jaguar que puede consumir hasta siete kilogramos de carne al día.
"A veces suele ser tan complicado mantener esas mascotas que las mismas personas los ponen otra vez a la venta, o también lo hacen porque ya no tienen espacio en sus hogares en donde puedan vivir", añadió.
Karla Muñetón | El Sol De Tlaxcala
QUERÉTARO
Caros de mantener
Sofía Traslosheros, estudiante de biología, cuenta con un dragón barbudo, un reptil originario de las regiones desérticas y semidesérticas de Australia, el cual decidió nombrar “Mushu”, por el peculiar color rojo que tiene y en alusión a la película de Mulán.
“Es un dragón barbudo o pogona… tengo un año con él, me gustan los animales, siempre me han gustado y más este tipo, pues quería un reptil y vi que estos son calmados y fáciles de cuidar. Son un poco caros y es que hay diferentes fases, colores, y como este es rojo, es un poquito caro, pues salió en 4 mil pesos”, comentó.
Mencionó que el hecho de tener un veterinario que atiende este tipo de animales da más confianza ya que no es un servicio común, además de que al ser exóticos sus cuidados y atenciones requieren de mayor precisión.
“Diario es cambiarle el agua, ponerle sus verduras, le doy sus insectos cada tres días, le doy calcio, sacarlo a que tome el sol, y ya, ver que tenga su calentador, porque es un reptil y lo necesita. Tiene su terrario”, sostuvo.
En tanto, Alma Delia Cervantes Aguillón, tiene un erizo pigmeo africano, un animal nocturno y que recién salió de cirugía por un problema en la matriz, regalo de una persona que ya no podía cuidarlo.
“Sí necesita muchos cuidados porque tenemos que checar temperatura y la alimentación especial, el agua y el área donde está. Tengo poco tiempo con él y desde ahí me he estado informando. De hecho es el único que he tenido hasta ahora. La verdad sí cuesta tenerlos, si alguien quiere es un compromiso serio, tienes que revisar muchos aspectos y sí es caro”, comentó.
Detalló que sí es una inversión fuerte al principio, sobre todo con los accesorios para que tenga donde habitar y con ello comprar alimento y demás, lo que le genera un costo de 2 mil pesos al mes para su manutención.
David Álvarez | Diario de Querétaro
PUEBLA
Más que un hobby, una pasión
Víboras de cascabel, lagartos de las Islas Salomón, ranas venenosas, una cobra africana, una cobra de monóculo e incluso un par de cucarachas de Madagascar, son parte de los animales exóticos que Gabriel Cervantes tiene en su colección y que cuida con especial desvelo.
En total, son 10 especies las que Gabriel tiene bajo su cuidado, y la mayoría de ellas, son serpientes venenosas; aunque también, tiene algunos lagartos arborícolas que forman parte de esta familia de reptiles que, desde que era pequeño, les tuvo gran admiración y respeto.
Su gusto por los animales llevó a Gabriel a estudiar carreras afines a la Zootecnia, conocimientos con los que ha logrado mantener a estas especies exóticas que, aunque pueden resultar peligrosas - e incluso mortales-, ha sabido darles los cuidados necesarios para que puedan desarrollarse bajo las condiciones que se asemejan a su ecosistema.
“Desde niño siempre me gustaron los animales. Desde los 10 años ya quería tener una iguana, pero en ese entonces era muy complicado tener ese tipo de animales porque no los vendían como tal”.
Recuerda que durante 14 años tuvo una iguana.
“En una ocasión se llevó a cabo una feria de mascotas en Puebla y llegó un chavo de la Ciudad de México. Este cuate llevó muchos animales exóticos al evento y era la primera vez que yo veía una variedad enorme de animales de este tipo. Eran muy caros para mí, pero me compre un varano: un lagarto monitor del Nilo. Lo tuve un rato y se me murió”.
“Aparte de que era hobby decidí meterme a estudiar Administración de Fauna en la Escuela Superior de Medicina Veterinaria y Zootecnia, una carrera relativamente nueva. Después me metí a estudiar Veterinaria en la Universidad Mesoamericana, y aunque no la concluí, dediqué mucho tiempo a seguir investigando sobre los animales exóticos, incluso, acudí a varios congresos sobre el tema”, compartió.
“Esta pasión fue creciendo, y llegué hasta reproducir. Lo primero que empecé a reproducir fueron camaleones, geckos y después otro tipo de animales que son más complejos, como las serpientes… hasta ahí he tenido la oportunidad de lograr este gusto y placer”.
En el caso de las serpientes, tanto las cascabeles como las cobras, se alimentan una vez cada 15 días y se comen entre una o dos ratas”, comentó.
Gabriel afirma que tener animales exóticos requiere mucho amor, pasión, conocimientos y respeto por la fauna.
Con los documentos que autorizan su adquisición, así como los cuidados y protecciones correspondientes, él ha dedicado su atención a este tipo de especies durante más de 20 años, y aunque todos merecen su respeto, reconoce que la Cobra de monóculo (Naja kaouthia), también conocida como cobra monocelada, es su favorita de la colección.
A pesar de que esta especie está considerada una de las más peligrosas, la cobra albina también es catalogada como una de las más bellas y sorprende con tan solo verla.
Con unas pinzas especiales, Gabriel mostró a este sorprendente ejemplar que no todos los días se tiene el placer de admirarlos en vivo y a todo color.
Maricarmen Hernández | El Sol de Puebla
CUAUTLA
La reina de la casa
Gertrudis, es una mascota algo inusual, es una rana de un vivo color verde que ahora es parte de un hogar en el municipio de Cuautla y, literal, es parte de la familia ya que anda libre por toda la casa y se puede acomodar en donde a ella le apetezca.
Ellos la adoptaron como mascota luego de rescatarla de la casa de unos vecinos que, espantados, querían matarla. Ahora, sus nuevos dueños la alimentan con grillos vivos, plantas, agua y ciertos tipos de fruta.
Salvador, uno de sus dueños, señala que siempre le han gustado este tipo de animales, por lo que no dudo cuando vio que la vida de Gertrudis corría peligro con sus vecinos.
“No la compramos, la rescatamos, es una mascota poco usual y quizá el tenerla libre en la casa también es raro, pero nosotros no queremos tenerla en una jaula, queremos que ande libre, aunque casi siempre está en el baño, suponemos que por humedad”.
Aunque la familia se ha encariñado con ella, están considerando dejarla libre para que pueda vivir en su habitad natural y convivir con más animales de su especie.
Rosaura Hernández | Sol De Cuautla
JALISCO
Exóticos y clandestinos
A pesar de que aseguran que se entregan con papeles en regla y hasta con chips, la venta de animales exóticos en Guadalajara se reduce a la clandestinidad; ya sea en grupos de Facebook, a escondidas en locales o por WhatsApp, los vendedores informan a los interesados de las especies y precios que manejan.
No es como que se puede llegar de manera directa a algún lugar establecido, por el contrario, el anonimato parece ser casi la regla para poder acercarse a vendedores de animales exóticos o salvajes, pues incluso desde los más pequeños, como tarántulas o diversas aves, hasta de gran tamaño como felinos o jirafas, son ofertados sin garantía de que en realidad todo es legal.
"Sr. Reptil GDL" y "Animales Exóticos GDL", son algunas de las páginas en las que en la actualidad se ofertan variados especímenes, sin embargo, en donde mayor movimiento se observa es en los grupos de Facebook "C y v de exóticos GDL", "EXÓTICOS & ALIMENTO GDL 2.0" o "Mascotas exóticas V. O C. Solo GDL", en donde casi a diario miembros suben imágenes o videos de lo que ofertan sin dar mayores detalles, obligando al interesado a marcar a ciertos números o comunicarse en privado.
En estos espacios se encuentran parejas de tucanes en alrededor de 9 mil 500 pesos; boas de más de metro y medio en 2 mil 500; ninfas en mil 500; mapaches en 4 mil 800; iguanas en 800; así como cocodrilos y variedad de reptiles y aves, cuyos costos no están visibles.
En otros espacios, aunque se dicen de fiar, no los encuentras en físico y solo por WhatsApp te mandan información (tras contactarlos primero por redes sociales) con animales más variados: guacamaya greenwing o cacatúa moluca con precios de hasta 75 mil pesos; pitón reticulada en 6 mil; leopardo de las nieves en 1.7 millones de pesos; monos titi en 78 mil; canguro rojo en 195 mil o hasta jirafas en 1.8 millones de pesos.
Por otro lado, y a pesar de que la venta de animales de cualquier tipo en tianguis está prohibida en Guadalajara, lo cierto es que en El Baratillo, uno de los más grandes de su tipo, la oferta clandestina de animales aún persiste.
Además de los perritos o gatitos, por la calle Juan R. Zavala, entre Manuel Payno y Francisco de Icaza, existen tres o cuatro bodegas -que solo abren los domingos, ocultos por el tianguis- en donde encuentras cuyos, ajolotes, erizos, iguanas pequeñas, patos, conejos, arañas, reptiles y variedad de aves exóticas. Si el interesado busca algo más, como hurones, los vendedores prometen conseguirlos siempre y cuando el trato quede zanjado con adelanto de por medio.
Elizabeth Ríos | El Occidental
CHIHUAHUA
Bien alimentados
Exóticos Chihuahua es una tienda de animales de especies poco comunes en el mercado de mascotas chihuahuense, que tiene en existencia aproximadamente 100 ejemplares, que van desde un ratón árabe hasta una tigresa de un mes de nacida.
Su propietario, Ángel Humberto Manjarrez, es el responsable de cumplir con todos los requerimientos legales de cada una de las especies que maneja, desde registros, papeles en regla y cumplimiento con la legislación aplicable.
Dentro de la variedad del catálogo, se incluyen una serpiente pitón bola nominal, camaleones, hámsters, ratón árabe, cocodrilo moreletti, boa colombiana, erizos albino y moteado, escorpiones, conejos y cuyos. Además de otro tipo de animales más convencionales, como perros y gatos.
Asimismo, contempla los diferentes requerimientos para el desarrollo de las especies, como aquellas que requieren alimentos vivos, como grillos, que también se pueden encontrar disponibles; y ciertos arácnidos como las tarántulas rosas, y de monte.
Actualmente, cuenta con una tigresa bebé, para entrega inmediata de un mes aproximadamente de edad, cuya personalidad destaca por ser muy cariñosa.
“Procuramos ver siempre por el bienestar del ejemplar, en este caso de la tigrilla necesitaría un ambiente sano, tener un lugar amplio donde pueda caminar y correr. En cuestión de la alimentación, los primeros días se le dio un suplemento lácteo especial para felinos, y después se hizo la transición de comer carne de pollo. Después de un año, continuará con esa dieta, en mayor cantidad de porciones”, refirió personal de la tienda.
Para todos los ejemplares que se venden se diseña una dieta para que sus dueños sepan de qué manera alimentarlos, con qué tipo de producto y cantidad, para que no crezcan más allá de sus características normales y estén correctamente nutridos.
Además cuentan con una garantía, y en caso de que requieran algún tipo de atención veterinaria, se les canaliza con médicos veterinarios especializados en esa especie.
Paloma Sánchez | El Heraldo De Chihuahua
CHIHUAHUA
Criador de reptiles
Domingo Luz Gamboa García, se ha dedicado durante más de dos décadas a criar reptiles y anfibios, siguiendo su vocación de Químico Bacteriólogo, carrera de la que acreditó algunas materias por la Universidad Autónoma de Chihuahua, y la University of Texas at El Paso, donde además realizó estudios de posgrado de las maestrías en invertebrados y anfibios, embriología y crótalos.
“Cuando entras con esos animales, es otro mundo, algo bastante diferente a lo que estaba acostumbrado con animales domésticos, porque generalmente las personas que son entusiastas, comienzan con una especie, se van haciendo avanzados, y llega un punto en el que brincan de una especie a otra, que te va a llevar a otra, y terminas convertido en el típico niño que siempre jugó con dinosaurios, pero ahora, con dinosauritos vivos”, afirma.
Su primera mascota poco común fue una tarántula, a la que después, le buscó pareja, y cuidó el proceso de procreación. Luego continuó con escorpiones, vinagrones y de ahí a ciempiés. Luego, hay un efecto colateral, porque tuvo que hacer un cultivo de grillos y cucarachas, para poder alimentar a toda la colonia.
Siguió la inquietud, de brincar de arácnidos a serpientes, y posteriormente, a iguanas, y de ahí, a lagartos más grandes.
“Llegó el momento en que tenía 56 vitrinas, en las que tenía en uno solo, la pareja, o hasta varios; cuando en el punto de mayor población, contabilizaba a 82 tarántulas en separadores. El proceso fue, conseguir una de una especie, y luego conseguir la pareja, y llega el momento en que las traté de aparear, y luego separarlas todas. Con los reptiles, tuve que conseguir mi incubadora especial para huevos, porque hay que darles calor de manera artificial. Como son animales de sangre fría, se crea un micro clima con lámparas de determinado voltaje y placas térmicas, para que en invierno no se congelen”, detalla como parte de las necesidades especiales de esta especie poco común para ser criada como doméstica.
De acuerdo con su experiencia, el mantenimiento es bastante caro, porque hay que hacer un acondicionamiento para cada uno de los animales; tanto, que terminó por alterar toda su casa para hacer un bioma artificial, adecuando luces, temperaturas y espacios para que pudieran vivir y desarrollarse plenamente.
“Tengo muchas picaduras, no sé cuántas. Tenía mi propio laboratorio con antibióticos. Fueron 20 años en los que permanecí haciendo eso”.
Al principio su familia protestó por los cambios que implementó en su casa, pero al final, afirma, se amoldaron a decir que ya no era una casa para vivir, sino una granja de reproducción.
A pesar de los escalofriantes que pudieran resultar los invertebrados y anfibios, la pasión que manifiesta Domingo Luz por el cuidado, desarrollo y crianza de nuevos ejemplares, sorprende a sus allegados, y si bien, no llegan a compartir sus gustos por vivir bajo el mismo techo que estos animales, sí genera admiración y respeto por una de las ramas de las especies más fascinantes de la naturaleza.
Paloma Sánchez | El Heraldo De Chihuahua
CHIAPAS
Un hijo muy cotorro
Lorenzo tiene aproximadamente 2 años de edad y, desde que era un polluelo, forma parte de una familia en una comunidad enclavada en la zona cafetalera del municipio de Tapachula. Es uno de los cientos de loros Nuca Amarilla (Amazona Auropalliata), que han sido sacados de su hábitat por traficantes para ser comercializados como mascotas, a pesar de ser una especie en peligro de extinción en México.
En las comunidades rurales es muy frecuente, entre los meses de abril – mayo, la venta de loros, cotorras y “cuchas” como les llaman también, por parte de campesinos de esas zonas que han encontrado en la captura de estas especies una forma de obtener ingresos para llevar el sustento a sus familias.
A decir de los propios saqueadores de nidos, cada año es más difícil capturar a los loros, ya que anidan en árboles muy altos o en montañas peligrosas, por ello, el precio es cada vez más alto y varia dependiendo de la edad del ave.
Doña María, narra que compró a Lorenzo hace 2 años y entonces pagó por él 2 mil 500 pesos, pese a que no tenía su plumaje ni podía alimentarse por si mismo, sin embargo, esta especie cuando ya está emplumada puede costar hasta 5 mil pesos.
Adquirir un ave cuando está recién nacida es un riesgo, ya que no pueden alimentarse por si mismos y como cualquier ser vivo necesita del calor se su madre para subsistir.
"A Lorenzo lo criamos con mi hijo dándole atolito, le dábamos comida cinco veces al día y lo hacíamos con una jeringa, requiere de un cuidado muy especial, porque como están pequeñitos corren el riesgo de morir", detalla doña María.
Aunque ella es consciente de que el cautiverio no es la forma correcta en que deben estar estas especies, asegura que una vez que son saqueados de los nidos, difícilmente regresarán a su hábitat. En su caso, Lorenzo tiene una de las alas fracturadas, la cual fue dañada cuando fue capturado.
"Lorenzo no es para nosotros una mascota sino es parte de nuestra familia, ya que lo cuido como si fuera uno de mis hijos, le damos su comida, le hemos enseñado a hablar y es la alegría de nuestro hogar", sostuvo.
Cabe hacer mención, que México cuenta con 22 especies de loros y guacamayas pertenecientes a la familia Psittacidae o psitácidos, lamentablemente el 95 por ciento de todas las especies mexicanas están amenazados de extinción.
Texto y fotos: Marvin Bautista | Diario del Sur
BAJA CALIFORNIA
Con la ley en la mano
En Mexicali, desde 2013, funciona el criadero de boas Moystrictor, negocio que sus propietarios, Karla Gutiérrez y Carlos Flores, comenzaron como un pasatiempo y poco a poco se fue convirtiendo en un lugar establecido para la adquisición de estos ejemplares.
“Cuando comencé en esto de los reptiles, se puede decir que no había legislación, más bien no sabías que necesitabas regularte, iban a uno al veterinario, comprabas los animales que querías, te daban tu recibo y ya; yo desconocía si había una clase de legislación, que necesitará unas instalaciones especiales, nada”, detalla Carlos.
Destacó que desde antes y hasta hoy, los lugares de venta de animales no te informan que al comprar un animal exótico debes de registrarte ante la autoridad correspondiente, en Baja California la Secretaría de Protección al Ambiente (SPA), que es un vínculo con la Semarnat, que a través de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) supervisa a los dueños de estos ejemplares.
“La mayoría de las personas que cuentan con algún animal exótico en su casa, no cuentan con registro ante la autoridad”.
Moystrictor es un criadero de boas en donde actualmente cuentan con más de 100 ejemplares, muchos de ellos a la venta y otros más, la mayoría, por el gusto de tenerlos, todos cuentan con un registro ante la autoridad correspondiente que les da la libertad que necesitan para llevarlas, incluso a exhibiciones y pláticas en escuelas.
“Hasta la fecha hemos estado haciendo las cosas como la ley lo manda, tienes que cumplir protocolos para sacar a tus animales, como mis boas; nosotros vamos a escuelas, damos pláticas, les damos difusión con los protocolos para poder hacerlos”.
Carlos y Karla incitaron a los que les interese contar con una serpiente, un reptil u otro animal exótico como mascota, a que acudan a las autoridades competentes y se informen los requisitos para contar con la tenencia legal de un ejemplar de este tipo.
Dulce María Díaz | La Voz de la Frontera
AGUASCALIENTES
Un compromiso con la preservación
Además de varios perros, Juan Carlos Morfín Hernández posee otras especies no convencionales como un gecko crestado, gecko leopardo, un varano de la sabana y varios peces tetra. Porque, afirma, un hogar no es el mismo sin la presencia de una mascota.
Para este médico veterinario zootecnista, egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), que por las mañanas atiende una veterinaria y tienda de mascotas ubicada al norte de la ciudad, una de las experiencias más gratificantes, después de una larga jornada de trabajo, es llegar a casa y ser recibido por un animalito que muestra afecto incondicional.
Asegura que es una experiencia inigualable, y que la satisfacción que se puede experimentar al cuidar y lograr el bienestar de una especie no convencional, es proporcional a la responsabilidad que representa tenerlos en casa, ya que se debe considerar el espacio, ambiente y atenciones particularmente específicas para el animal que se adquiere.
Agrega que en muchas ocasiones, la compraventa legal de estos seres, ha contribuido a la conservación de algunas especies que se encuentran en peligro, ya que al establecerse criaderos con fines de comercialización, que operen bajo legalidad, se reproducen ejemplares y se trabaja para preservarlas. Como ejemplo de lo anterior, se presentan casos como el del ajolote, la tortuga kinosternon
El precio de estos animalitos, pueden ir desde los 250 pesos, para un cuyo o un conejo de importación, hasta dos mil quinientos pesos por un gecko, o los siete mil pesos por una pitón bola.
“Más allá del sentido de posesión de un animal exótico, para lucimiento o por originalidad, es importante considerar que la tenencia del mismo, representa un compromiso con su bienestar y con la preservación de su especie”, afirma.
Texto y fotos: Mariana Murillo | El Sol del Centro
ESTADO DE MÉXICO
Si es ilegal no lo puedes presumir
A sus 12 años, Giancarlo Serrano recibió como regalo de cumpleaños un cocodrilo de pantano (también conocido como moreletti), ejemplar que le regaló un tío debido a que dos años antes comenzó a desarrollar su fascinación por mascotas nada comunes.
No obstante, los gastos se fueron elevando con el crecimiento del animal, motivo por el cual Gian tuvo que regalarlo a una persona que contaba con los recursos suficientes para darle la vida que se merecía.
“Le tuve que hacer un pequeño estanque y el cuidado sí fue un poco complicado, porque a final de cuentas, Toluca es un municipio frío, tuve que adaptar su estanque con calentadores para que no disminuyera demasiado su temperatura corporal y al final se lo regalé dos años después a un conocido que tiene un rancho, quien le adaptó un espacio mucho más grande como estanque y le siguió dando los cuidados necesarios”, indicó Giancarlo.
Entre las múltiples mascotas exóticas que Giancarlo ha tenido, destacan serpientes, halcones, aves de ornato, algunos anfibios, peces y otros reptiles, todos adquiridos en el mercado legal.
“Todos los animalitos han tenido el número de serie por parte de la Semarnat, el permiso correspondiente, todo. A veces es un poco difícil porque aun cuando los adquieres de forma legal, de repente la gente no está acostumbrada a verlas y te tachan de que los estás sacando de su hábitat”, explica.
Y enfatiza que que la importancia de adquirir animales exóticos por la vía legal radica en no saquear el medio ambiente, ni contribuir a la extinción de determinados ejemplares, además de que estos ejemplares (en la mayoría de los casos) son reproducidos de manera controlada para este fin.
Comprar ejemplares por la vía legal no es nada barato, puesto que pueden hasta triplicar el precio por el que se cotizan en el mercado negro.
“El cuervo que tengo viene costando alrededor de 15 a 20 mil pesos si lo compras legal, trae su permiso correspondiente, su registro y viene anillado, mientras que en el mercado negro viene costando cerca de 3 mil a 5 mil pesos, pero el problema de adquirirlo ilegalmente es que lo vas a tener todo el tiempo en un lugar escondido y no lo vas a poder sacar”, considera Giancarlo Serrano.
Elizabeth Ríos | El Sol de Toluca
Venta ilegal, como alternativa de negocio
Francisco, quien solicitó identificarse con ese nombre, se dedica a la comercialización de animales exóticos por la vía ilegal en el Estado de México algo que, dice, surgió sin planearlo.
“Comencé hace muy poco y fue porque un familiar lejano también lo hace y como me quedé sin empleo, tomé esta alternativa en lo que me volvía a restablecer en un trabajo bien, ahora sí que de lo que me va llegando voy ofreciendo”, explica en entrevista telefónica.
Detalla que la venta de animales exóticos ilegales no es bien pagada, pues aun cuando el precio depende de la especie, estos ejemplares se cotizan hasta tres veces menos que por la vía legal.
Entre la fauna que Francisco ha llegado a comercializar destacan las serpientes tipo pitón, algunas tarántulas y escorpiones, tortugas y hasta cocodrilos.
“Por obvias razones no puedo decir que tengo algún punto de venta en particular, pero por lo general me recomiendan de boca en boca y dentro de mi círculo cercano saben que de vez en cuando lo hago (la venta de animales exóticos)”.
Sobre si se ha planteado continuar “en el negocio” a futuro, Francisco asegura que no, pues es mayor el riesgo de ser sancionado por lo que hace que el beneficio que obtiene a cambio.
“Como te dije, es algo que apenas comencé y lo vi como una alternativa para obtener ingresos, pero no creo dedicarme por siempre a esto”, asegura.
Elizabeth Ríos | El Sol de Toluca
Visitas guiadas
Desde hace seis años, Lu Ramírez inició su colección de más 46 serpientes y más de 15 lagartos, ejemplares que son legales y son exhibidos en PIMVS Queen Snake.
Un PIMVS es un predio o instalación que maneja vida silvestre.
En entrevista, Lu resalta la importancia de respetar la fauna en general, por lo que en todo momento procura difundir información en materia de preservación ambiental.
Destaca que, según la edad del nuevo dueño de la mascota, es el tipo de ejemplar que regularmente se adquiere.
“Hay animales que de repente se ‘ponen de moda’, normalmente para niños pequeños buscan mucho las iguanas, para los que están en su adolescencia buscan serpientes, por ejemplo, ejemplares de pitón bola o serpientes maiceras; y ya con las personas adultas, con un mayor poder adquisitivo, buscan serpientes o algunos lagartos un poco más grandes”, detalla Lu Ramírez.
Además de la comercialización de estos ejemplares, “PIMVS Queen Snake” tiene el firme compromiso de educar a la sociedad sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, motivo por el cual ofrecen pláticas de educación ambiental en escuelas, visitas de hasta cinco personas en el establecimiento y hasta visitas domiciliarias cuando se trata de grupos más amplios de personas.
“Las visitas al predio o instalación que maneja vida silvestre (PIMVS)
tienen un costo de 50 pesos por persona, mientras que para las pláticas en las escuelas se busca contar con alternativas de pago mínimo, sobre todo si se trata de un plantel con escasos recursos”, concluye Lu Ramírez.
Elizabeth Ríos | El Sol de Toluca
CHIHUAHUA
Ventas al mayoreo
Reptiles Juárez, es una comercializadora de animales, la cual cuenta con sus diferentes permisos y fue invitada a participar en la Convención Nacional de Flora y Fauna Exótica “Animalia México 2021”, que se realizó en julio pasado en el Centro de Convenciones y Exposiciones Tlatelolco.
“Tengo todos los permisos vigentes, en Profepa, Semarnat y en el área de Ecología de Gobierno del Estado, son tres permisos que tenemos que tener, tengo el de comercializadora, el de portación de animales, de fauna y vida silvestre y estoy en tramites de plan de reproducción”, informó Esvin Elizalde de Reptiles Juárez.
Entre los animales que se venden en la tienda se encuentran serpientes, cocodrilos, distintos tipos de tortugas, camaleones y varanos.
Elizalde explica que como comercializadora envían animales a diferentes partes del país, a mayoreo.
“Voy a cumplir un año apenas (dedicado a la venta de animales), siempre me han gustado los animales y compre una serpiente, para luego revenderla y después empecé a traer yo, saque mis permisos y busque proveedores a mayoreo”, recuerda.
Los animales exóticos más económicos son las iguanas, con un costo entre 400 y 550 pesos y de los más costosos pueden ser serpientes o más exóticos un tigre, un chango. “Ahorita tengo una pareja de lemur, reproductores, macho y hembra”, comenta.
“Con el permiso que yo te de, lo pongo a tu nombre, al momento de estar a tu nombre, tu puedes ser portador dentro de tu hogar, no lo puedes sacar a la vía pública solamente si vas al veterinario y tiene que ser adecuadamente como se transportaría, dependiendo la clase de animal que lleve, no lo puedes llevar a simple vista, no lo puedes llevar en la mano, tiene que ir como debe de ser”, explica.
“Una serpiente come una rata por semana, es lo adecuado, si es serpiente cría la rata te cuesta 50 pesos, pero si es serpiente juvenil te cuesta 100 pesos y si es adulta, te cuesta 150 pesos”, detalla.
Con respecto a la demanda de estos animales, Esvin dijo “es una demanda bastante grande, no igual que un perro o un gato, pero ya tres o cuatro personas por semana que compren es una venta buena”.
Jorge Meza | El Heraldo de Juárez