El nombre de Pablo Escobar, el rey del narcotráfico de Colombia, continúa dando de qué hablar a pesar de su muerte ocurrida en 1993, esta vez por la “bomba de tiempo ecológica” que dejó en ese país derivada de sus mascotas: cuatro hipopótamos.
Tales mamíferos fueron originalmente importados por Escobar a su zoológico privado en Hacienda Nápoles. Con el pasar de los años, estos animales, conocidos también como los "hipopótamos de la cocaína", se reprodujeron sin control y tomaron como refugio el río Magdalena, lo que en consecuencia provocó un severo impacto ambiental.
Así lo señaló un estudio publicado a través de la revista Biological Conservation, donde los biólogos participantes aseguran que el sacrificio de estos mamíferos es la única forma de mitigar su impacto ambiental.
"Como científicos tenemos que ser honestos. Los hipopótamos son una especia invasora en Colombia y, si no sacrificamos a una parte de su población ahora, la situación podría estar fuera de control en tan sólo 10 años", advierten en el estudio.
El problema comenzó a incrementarse, señala el estudio, tras la muerte de Pablo Escobar, pues las fuerzas de seguridad de Colombia confiscaron la Hacienda Nápoles, ubicada a unos 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Los uniformados desmantelaron la Hacienda y los animales salvajes que allí yacían fueron distribuidos en diferentes zoológicos de todo el país, pero no los hipopótamos.
"Logísticamente era difícil moverlos, por lo que las autoridades simplemente los dejaron allí, probablemente pensando que llegaría el día en que estos animales murieran", pero no fue así
Científicos han estimado que la presencia de estos mamíferos aumentó con el pasar de los años, por lo cual a la fecha prevén una estimación de entre 80 y 120 hipopótamos en las vías fluviales de Colombia.
"Es la manada de hipopótamos más grande fuera de África, que es región nativa", explicó el biólogo veterinario, Carlos Valderrama, a la BBC.
Los científicos involucrados en el estudio proyectan que la población de hipopótamos podría llegar a más de mil 400 especímenes para 2034, todos ellos descendientes del grupo original de un macho y tres hembras.
Según especifican, para controlar la "bomba de tiempo ecológica" habría que sacrificar a 30 animales cada año.
¿Por qué los hipopótamos son una plaga?
La bióloga colombiana Nataly Castelblanco, autora del estudio, explica que los hipopótamos han aprovechado una "oportunidad evolutiva", puesto que no tienen depredadores naturales en América del Sur; los leones y cocodrilos habitualmente devorarían a sus crías.
Lo anterior significa, según la especialista, que los hipopótamos pueden reproducirse con mucha más facilidad, lo cual llevaría a diferentes afectaciones ambientales.
Derivado de un estudio de impacto ambiental, los científicos indican que la presencia de tantos mamíferos de tal especie afectará al ecosistema local de varias maneras: "desde el desplazamiento de especies nativas en peligro de extinción, como el manatí", hasta la alteración de la composición química de las vías fluviales, lo cual derivaría en un dilema para la pesca local.
"Los hipopótamos se están extendiendo por la cuenca hidrográfica más grande de Colombia, en ella se ganan la vida miles de personas", advirtió Castelblanco.
A pesar de tales señalamientos, la población de hipopótamos continúa en ascenso pues los especialistas no han podido actuar al respecto debido a la opinión pública. los pobladores de Colombia se niegan a que tales animales sean sacrificados.
"Es por eso que no podemos detener esta plaga la cual, en un futuro, representará un riesgo importante para la biodiversidad de Colombia", puntualizó.
Con información de BBC
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