El cambio climático, la contaminación y la pérdida de ecosistemas pone en peligro las poblaciones de insectos polinizadores como abejas, avispas, abejorros, mariposas, hormigas e incluso moscas. Esto tiene un profundo impacto en los sistemas de alimentación mundiales pues el 75% de los cultivos dependen de esta biodiversidad para la polinización de plantas. Por ejemplo más del 40% de la producción de frutas como aguacates, manzanas, las almendras, nueces, la cocoa y la vainilla desaparecería sin la acción de insectos polinizadores.