Cuatro nuevas especies de agave fueron descubiertas recientemente por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de ellas presente en códices indígenas, pero sin estar documentada por la ciencia.
Estas agaváceas son originarias del sur del país, y existen ejemplares de todas ellas en el Jardín Botánico de la Universidad, explicó Abisaí García, curador de la Colección Nacional de Agaváceas y Nolináceas del Instituto de Biología (IB).
En la revista Acta Botánica Mexicana, los expertos precisaron que Oaxaca es el estado con mayor diversidad mundial de agaves, al contar con al menos 40 especies de las 159 endémicas que hay en todo el país. Le siguen Sonora, Durango y Jalisco.
No obstante, Abisaí García alertó sobre un posible riesgo de su sobrevivencia, pues con el incremento de la demanda del mezcal, se están aprovechando especies que antes no se usaban.
Las cuatro especies se describen como: A. gypsicola, A. megalodonta, A. lyobaa y Agave quiotepecensis, esta última endémica de Oaxaca y conocida localmente como “rabo de león”, este agave es peculiar porque se muestra en el lienzo de Quiotepec y Cuicatlán, y forma parte del glifo del lunar.
¿SABÍAS QUÉ…?
- Al igual que la sábila, una especie traída de África al nuevo mundo por los españoles, el agave se utiliza de manera tradicional como planta medicinal: para el control de la diabetes y para curar golpes al restablecer rápidamente el flujo sanguíneo, entre otros.
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