El oscuro mundo del secuestro de perros

Tras estudiar decenas de incidentes de robo de perros capturados por cámaras de vigilancia, se han encontrado muchos datos útiles para prevenir estos ilícitos

Ben Stickle y Brenda Vose / The Conversation vía Reuters*

  · miércoles 14 de agosto de 2024

Un estudio de 2020 concluyó que la pérdida de una mascota puede tener un impacto emocional similar al de la pérdida de un ser querido / Foto: Pexels

Es de noche y un extraño que camina por un callejón ve a un perro durmiendo dentro de un patio cercado. El extraño llama discretamente al perro y comienza a acariciarlo. Mientras verifica si alguien lo está mirando, abre la puerta, coloca una correa en el collar del animal y se lo lleva. A la mañana siguiente, su familia está angustiada; es entonces cuando la videovigilancia de un vecino revela que robaron al perro.

Perder una mascota puede ser devastador y es un delito que tiene repercusiones que van mucho más allá del valor financiero del animal. Muchos dueños de perros ven a estas mascotas como miembros de su familia; un estudio de 2020 concluyó que la pérdida de una mascota puede tener un impacto emocional similar al de la pérdida de un ser querido.

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Como criminólogos, queríamos comprender mejor el secuestro de perros y a los secuestradores de perros, además de señalar algunas formas en que los dueños de mascotas pueden mantener a sus amigos de cuatro patas fuera de peligro.

Trabajando con el investigador de justicia penal J. Mitchell Miller, estudiamos 82 incidentes de robos de perros capturados en cámaras de vigilancia y publicados en línea.

En la mitad de los robos aparece un solo autor y en la mayoría de los casos se trata de perros pequeños, como bulldogs franceses y yorkshire terrier

En los videos que analizamos, casi la mitad de los robos parecían involucrar a un solo perpetrador que operaba solo. Alrededor del 38 por ciento parecía involucrar a dos perpetradores, mientras que el 9 por ciento involucraba a tres o más personas trabajando juntas.

Los robos parecían implicar generalmente algún tipo de planificación y estrategia. Casi el 38 por ciento de los ladrones usaron vehículos para transportar a las mascotas robadas, aproximadamente el 3 por ciento usó bicicletas y el 50 por ciento huyó a pie.

En tres incidentes se empleó la violencia y en alrededor del 15 por ciento de los robos se empleó alguna forma de fuerza. En aproximadamente el 37 por ciento de los casos, los ladrones pudieron ocultar al animal usando bolsas, ropa u otros métodos.

En ocasiones, los ladrones emplearon técnicas de distracción. En un caso, dos ladrones distrajeron a un empleado de una tienda de mascotas mientras el otro robaba un cachorro de una perrera expuesta junto a la puerta principal.

La gran mayoría de los incidentes (74 por ciento) implicaron el robo de un solo animal, que por lo general eran perros pequeños. Según el American Kennel Club, ciertas razas, como los bulldogs franceses y los yorkshire terriers, son objetivos más atractivos; son relativamente pequeños y tienden a venderse a precios más altos que otras razas.

Sólo algunos de los animales que son robados muerden o ladran mientras se los llevan. Muchos permanecen completamente tranquilos durante el incidente


Curiosamente, sólo un puñado de perros mordieron o ladraron mientras se los llevaban. Más de la mitad parecía tranquila durante el incidente, mientras que alrededor del 33 por ciento actuó de manera amistosa con los ladrones.

Alrededor del 68 por ciento de los robos ocurrieron durante el día y el 60 por ciento ocurrieron en interiores; los que ocurrieron en interiores tendieron a suceder en tiendas de mascotas, en lugar de en las casas de las personas. Cuando los secuestros de perros ocurrieron en el exterior, los perros fueron arrebatados generalmente de los jardines delanteros de las personas, donde las mascotas podían verse desde la calle.

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Hay varias razones por las que alguien podría robar un perro. Algunas personas lo hacen simplemente para ganar dinero rápido, una práctica conocida como pet flipping, o para obtener un rescate del propietario.

Otros tienen visiones más grandiosas, apuntando a razas puras muy valoradas, como rottweilers y chow chows, para comenzar una operación de cría. Luego están los que roban mascotas para las peleas de perros, mientras que algunos ladrones simplemente quieren un perro para ellos mismos y no quieren pagar por uno o pasar por el proceso de adopción.

Un estudio de 2020 concluyó que la pérdida de una mascota puede tener un impacto emocional similar al de la pérdida de un ser querido


Los informes recientes indican que el robo de mascotas está aumentando. Un indicador claro es el aumento de la cantidad de publicaciones en las redes sociales que detallan mascotas perdidas o robadas.

La pandemia de COVID-19 exacerbó esta tendencia: la demanda de mascotas se disparó durante los confinamientos y los precios de los perros se dispararon en el mercado secundario.

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Muchos robos ocurrieron en lugares donde las mascotas eran fácilmente accesibles y visibles para los transeúntes, como en los patios delanteros o cerca de la salida de las tiendas de mascotas. Algo tan simple como una cerca más alta podría proteger mejor a los perros. La implantación de microchips en las mascotas y el uso de collares con GPS pueden hacer que las mascotas robadas sean más fáciles de recuperar y menos atractivas para los ladrones.


* Académicos de Middle Tennessee State University y de University of North Florida. Traducción de El Sol de México.