Las fiestas decembrinas no sólo traen consigo la alegría y unión familiar, también un problema que no podemos ignorar: El impacto ambiental que genera la basura desde las posadas, hasta los primeros días de enero.
En promedio, una persona genera al día entre 0.8 y un kilo de basura por día, pero esta cifra aumenta un 75 por ciento en la época navideña, llegando a 1.75 kilos por persona.
“El invierno es una de las etapas más afectadas por el cambio climático, esto se puede ver en los lugares que antes solían tener mucha nieve y ahora hay escasez de ella”, afirmó Natalia Lever, directora de The Climate Reality Project América Latina.
La mayor parte de este desperdicio proviene de las envolturas de los regalos, la ropa que se compra sólo para las festividades y el desperdicio de comida, así como de platos, vasos y cubiertos desechables.
Sin embargo, en México ya hay varias opciones para quienes quieran reducir este desperdicio. Rennueva es una empresa dedicada al reciclaje de unicel y otros plásticos. Surgió en 2014 a raíz de una idea de estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, entre ellos Héctor Ortiz, Director General y CEO de la empresa.
“Nos dimos cuenta de las problemáticas ambientales y concluimos que estos eran temas que competían a la ingeniería social”, explica Ortiz.
Fue hasta 2017 que Rennueva comenzó a operar la primera planta de reciclaje de unicel en Latinoamérica. Desde entonces han reciclado mil 400 toneladas de unicel, lo que equivale a un millón de cajas de tráiler. Esto ha ayudado a preservar 14 mil hectáreas de bosque y a ahorrar 514 millones de litros de agua.
“Comenzamos con el unicel pero poco a poco hemos introducido más plásticos, con los que esperamos alcanzar cifras igual de altas”, agrega el fundador de Rennueva.
Entre sus proyectos, Rennueva propuso una estrategia de economía circular con algunas de las 57 empresas que colaboran con ellos para que se incremente el tiempo de los productos en el mercado.
“Optar por el reciclaje surgió como una tendencia, pero hoy en día es un tema genera bienestar porque las personas se dan cuenta de que pueden ayudar al medio ambiente”, añadió.
CONTRIBUYE DESDE CASA
Para disfrutar de las festividades sin dejar una huella de carbono tan grande, podemos optar por opciones reutilizables y biodegradables.
Por ejemplo, la envoltura de los regalos es un material que se utiliza un promedio de ocho horas como máximo. Por ello, es recomendable utilizar periódicos, tela, papel craft o alguna otra bolsa que haya sido recibida por otro regalo. También se puede dejar volar la imaginación y usar envolturas de papas, galletas o cajas de cereal.
Si se escoge adquirir envolturas nuevas, el celofán es una opción viable porque este es un plástico del número cinco, uno fácil de reciclar.
Con respecto a los regalos, en ocasiones no son elegidos de acuerdo a las necesidades o intereses de la persona y esto hace que poco tiempo después sean desechados.
“Se tiene la errónea idea de que regalando cosas materiales se demuestra el afecto”, añade Natalia Lever.
Se puede optar por regalar experiencias como boletos para conciertos, entradas para conferencias virtuales o cursos en línea de algún tema de interés. Esas vivencias quedarán en la memoria de familiares y amigos, sumando su bajo impacto ambiental.
También se puede obsequiar algo que esté vivo como una planta o un árbol y con ellos la otra persona podrá disfrutar de sus demás beneficios ambientales durante todo el año.
Otra opción son las tarjetas de regalo de alguna tienda en específico, así podrán adquirir cosas de su gusto que por consiguiente conservarán un largo periodo.
Para algunos el outfit que utilizamos para las cenas o reuniones es lo más importante y esto nos lleva a comprar muchas prendas que serán usadas en muy pocas ocasiones.
En este caso, se puede optar por comprar en tiendas de segunda mano, las cuales dan una segunda vida a la ropa y se reducen las emisiones de carbono que se emitirían al comprar prendas nuevas.
Por su parte, la decoración del hogar es algo primordial para la mayoría de las familias mexicanas. Es recomendable utilizar y cuidar los artefactos con los que ya se cuentan, de este modo, su vida útil se prolonga.
Otro de los elementos representativos de estas festividades es la comida que se sirve. Pero el problema viene cuando cocinamos u ordenamos grandes cantidades sin saber cuánto vamos a consumir.
De acuerdo con la ONU, el desperdicio de comida genera más de 3 mil 300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año. “Si el desperdicio de comida fuera un país sería la tercera nación más contaminante del planeta”, agregó Lever.
La compra a granel de algunos productos comestibles ayudará a reducir la cantidad de comida que se va a la basura, esta es una manera más ecológica de comprar porque la generación de basura por plásticos también disminuye.
De igual forma, procurar comprar frutas y verduras de temporada, ya que generan menos emisiones de carbono por la transportación. Sin dejar de lado la importancia del consumo local.
Por último, la separación de basura no se puede dejar de lado. Al separar la basura, esta se puede convertir en nutrientes para la tierra, pero si no es separada genera gases efecto invernadero, comentó la especialista.
En cuanto a los árboles de Navidad, si son naturales, estos deben ser adquiridos cuando sean jóvenes, ya que un árbol jóven absorbe más contaminación del ambiente que un árbol viejo.
También se pueden adquirir en tiendas de segunda mano, incluso hay tiendas en línea como Plantas a domicilio MX que tienen proyectos sobre árboles sustentables. También son cien por ciento mexicanos y son entregados con su raíz completa.
“Después de las festividades podemos seguir cuidando los árboles de Navidad, ya que estos son el resultado del esfuerzo de años de un ser vivo y tirarlo a la basura sería tirar ese esfuerzo”, agregó Lever.
Durante diciembre la mayoría de hogares optan por utilizar desechables por el ahorro de tiempo y energía que estos suponen.
Sin embargo, estos son plásticos de un sólo uso y provienen de la quema de combustibles fósiles, siendo esta la causa número uno del cambio climático. Estos productos sacados de la naturaleza ya son productos muertos, entonces, ¿por qué elegir matar algo para sólo usarlo un momento si ya hay otras opciones?
Aunque el uso de vasos y platos de unicel o plástico es una práctica muy común, evitar su uso reduciría más de la mitad de la basura que se genera en esta época.
Utilizar la vajilla de casa es una opción y para la hora de lavar se pueden hacer juegos o dinámicas que fomenten la convivencia familiar y así hacer menos tedioso el lavar los trastes. También existen lugares que rentan vajillas, llevándola a la puerta de tu casa y la recogen un par de días después.
OTRA VIDA PARA LOS RESIDUOS
En México la mayor parte del plástico reciclado se emplea en juegos de geometría, ganchos de ropa, carcasas para celular, marcos para fotos y plumas.
También del polietileno se crean bolsas y envases de plástico nuevos. Por su parte el polipropileno es un material que comúnmente se emplea en las tapas de las botellas de plástico.
“Hoy en día también hacemos tazones para perro y su ventaja es que pueden ser reciclados miles de veces”, agregó Héctor Ortiz.
A DÓNDE LLEVAR LO QUE QUIERES RECICLAR
Rennueva opera un centro de acopio ubicado en Mimosas número 49, Santa María Insurgentes, alcaldía Cuauhtémoc, en donde reciben todo tipo de plásticos.
También cuentan con una red de acopio que recorre la Ciudad de México. Esta funciona por medio de una vehículo cero emisiones y es la primera red de acopio de este tipo en Latinoamérica.
Las rutas son compartidas en sus redes sociales y actualmente están trabajando en una app para que las personas las puedan seguir en tiempo real y se acerquen al punto de acopio. Están en Facebook e Instagram como Rennueva MX.
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