La Asociación Peta denunció la explotación y el maltrato que sufren los burros en Grecia al ser usados como transporte para los turistas, por lo que el gobierno griego decidió que desde ahora queda prohibido que los turistas con sobrepeso monten a dichos animales.
De acuerdo con el diario británico The Mirror, PETA denunció que "los animales quedaban paralizados por culpa de jinetes obesos" a pesar de que Santorini, la isla donde se lleva a cabo esta práctica, ya cuenta con un sistema de teleférico.
Asimismo, reveló que los burros se veían obligados a cargar cada vez personas más pesadas mientras trabajan largas horas, siete días a la semana sin refugio, descanso ni agua, dejándolos con lesiones en la columna vertebral.
Cabe destacar que las imágenes de asnos cargando turistas por callejones y escalones estrechos en la isla generaron mucho revuelo a principios de año y fue a partir de ahí que la organización en defensa de los animales manifestó su indignación.
Tras la polémica, el Ministerio de Desarrollo Rural y Alimentación del país publicó un nuevo conjunto de regulaciones que establecen que los burros que dan paseos turísticos en Santorini no deben transportar cargas que pesen más de 100 kg, o una quinta parte de su peso.