Unos 2.3 millones de personas viven en el árido valle de Las Vegas y 40 millones de turistas visitan sus enormes casinos y hoteles cada año.
Pero como Nevada sólo puede usar menos del 2 por ciento del agua del resecado río Colorado, el estado debió tomar medidas drásticas, desde prohibir el riego de céspedes hasta limitar el tamaño de las piscinas de particulares.
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A pesar de que durante las últimas dos décadas la ciudad casi duplicó su tamaño, redujeron en casi un tercio el uso del poderoso, pero menguante río.
“Las Vegas hizo un gran trabajo vendiendo una imagen de exceso y decadencia. Pero nuestra comunidad es extremadamente eficiente en el uso del agua”, asegura Bronson Mack, portavoz de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada.
Esto se debe a un paquete de leyes estrictas, incentivos económicos y campañas educativas, creado durante la severa sequía de los años 2000, cuando Nevada consumió más de la cuota que le correspondía del río Colorado, que es su principal fuente de agua.
Ahora, cuando autoridades federales estudian cortes del suministro obligatorios en el golpeado oeste de los Estados Unidos, Las Vegas “se convirtió en una estrella de la conservación del agua”, y en “un modelo para las ciudades” de la región, de acuerdo con el investigador Brian Richter.
LA PATRULLA DEL AGUA
En la Franja de Las Vegas, exuberantes atracciones de los casinos, como las fuentes danzantes del Bellagio y los canales del Venetian utilizan agua no potable de pozos privados.
En los crecientes suburbios, las “Patrullas del Agua” circulan desde temprano en la mañana a la caza de aspersores rotos y mangueras con goteras.
Filman infracciones antes de colocar una bandera en el césped si se trata de una primera falta o de una multa para transgresores reincidentes.
“Tienen dos semanas para abordar la infracción por derrame de agua”, detalló Cameron Donnarumma. Algunos dueños se sienten un poco insatisfechos al encontrar “policías del agua” en sus jardines antes del amanecer, comentó Donnarumma, aunque la mayoría coopera.
De hecho, su trabajo depende de que residentes denuncien en una aplicación a los vecinos que desperdician el agua, lo que deriva en 20 a 50 visitas al día.
“La gente percibe al llegar a Las Vegas, en el desierto Mojave, que es un lugar muy seco”, comenta Mack.
En 2027 estará prohibido regar césped decorativo, excepto en residencias unifamiliares.
Las Vegas ofrece tres dólares a los dueños por cada pie cuadrado (0.30m) de césped que remuevan y reemplacen por alternativas que requieran irrigación más eficiente.
El programa fue imitado en otras ciudades estadounidenses como Los Ángeles y Phoenix, pero es difícil de emular en urbes menores.
“Presupuestos reducidos y una habilidad limitada para ofrecer incentivos financieros en ciudades pequeñas pueden ser un impedimento en programas de conservación de agua”, detalló un estudio reciente.
NO ES UNA MEDIDA POPULAR
Estos programas no cuentan siempre con buena recepción popular.
Tedi Vilardo, una ama de casa local, señaló que riega su jardín de acuerdo con las reglas, no más de 12 minutos, pero que ha encontrado varios puntos muertos.
“Voy a desafiar las reglas”, dijo, para recordar que en el invierno pasado “llovió bastante”.
Vilardo no quiere grama artificial porque tiene dos hijos y “les quema sus pies”. La reciente regla que limita el tamaño de piscinas a 56 metros cuadrados también molestó a gente como Kevin Kraft, quien diseña enormes estanques.
Según Kraft, la industria del ramo no fue consultada antes de impulsar las normas y un límite basado en porcentaje del tamaño total del lote de una vivienda ahorraría más agua.
En su opinión, gran parte de esto “es política”. Las autoridades de Nevada estaban “bajo presión” del gobierno federal y “tenían que ahorrar”, explicó.
Cuestionó, en cambio, a otros estados del oeste por la conservación del agua. “Ni siquiera se acercan (a Nevada)”, criticó.
ESPERA SU CRÉDITO
Las normas que limitan el acceso de Nevada al río Colorado, el cual abastece a 40 millones de personas, incluidas ciudades y zonas rurales de California, datan de 1922.
En esa época, Las Vegas “apenas existía”. “Era apenas una parada del tren entre Los Ángeles y Salt Lake City”, comenta Mack.
Con la caída de los niveles de agua del cercano lago Mead, el mayor embalse del país, las autoridades federales planean cortes drásticos en el oeste estadounidense, ya sea por porcentajes uniformes para los estados o por derechos prioritarios -es decir, quién llegó primero- lo que situaría última a Nevada.
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Pero para Mack, Las Vegas debería recibir crédito “por la cantidad de agua que ya hemos ahorrado en esta comunidad en los últimos 20 años”.