Los tigres de Bengala, los leones, la cotorra argentina, las guacamayas, las llamas, las avestruces, la pitón real Birmania, los camellos, la pitón de la India, el mono ardilla, el erizo pigmeo africano y el babuino sagrado egipcio se convirtieron en las mascotas favoritas de los hombres y mujeres con dinero, políticos y hasta narcotraficantes en México.
Marcos Czacki Halkin, coordinador de Derecho Financiero del Colegio de Abogados, comenta que “en el narcotráfico es bien conocido que un narcotraficante quiere una mansión lujosa, un automóvil de lujo, una tumba de lujo y además les gustan los animales (exóticos o en peligro de extinción, preferentemente)”.
Tal es el caso de Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como El jefe de Jefes, a quien le regalaron un tigre de Bengala, entre otros animales exóticos, fauna silvestre o animales de posesión ilegal para que los domesticara, relata el profesor de la materia de conceptos básicos de prevención sobre Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
Una especie como un tigre de Bengala o un león, da cierta imagen de protección, señala a El Sol de México el también profesor en Administración de Riesgos en la Universidad Panamericana (UP).
Czacki Halkin apunta que cuando se habla de lavado de dinero siempre se le vincula al tráfico de armas, defraudación fiscal y no piensas en otros delitos como el tráfico de animales exóticos.
El tráfico de animales exóticos forma parte de la delincuencia organizada, porque intervienen entre cinco o seis personas en el traslado, en el cuidado, así como la comercialización y cobro por la venta en el mercado, comenta el experto en temas de lavado de dinero.
José Luis Carpio-Domínguez, investigador de la maestría en Criminología y Forense de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), indica que entre 2008 y 2020 fueron asegurados tres mil 471 animales exóticos por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
3, 471 animales aseguró la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente entre 2008 y 2020
Detalla que las 12 especies exóticas más aseguradas en las fincas, residencias, viviendas y en carreteras de la República Mexicana provienen en su mayoría de África, Sudamérica y Asia.
“Hemos identificado y estamos seguros que los grupos criminales, independiente de si se dedican al narcotráfico o no, poseen animales (exóticos) y es una tendencia y es una característica de ellos. Difícilmente una persona que vive en un fraccionamiento del Infonavit tendrá en su alcoba un tigre, quizá tenga la intención, pero la capacidad económica no la tendrá”, añade el investigador de la casa de estudios tamaulipeca.
Por su parte, Arturo Urbina Nandayapa, abogado y doctor en Derecho Fiscal por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explique que las heces de los tigres y otros felinos son útiles para los contrabandistas de narcotráfico, pues ayuda a simular un cargamento de droga, debido a que los perros detectan el aroma de un animal más grande y poderoso y el canino se aleja, pues sabe que en caso de un enfrentamiento siempre perderá.
“El tráfico de especies exóticas es un negocio de lujo para hombres y mujeres con mucho dinero o personas vinculadas al crimen, quienes quieren lucir pieles de tigre y abrigos”, señala el fiscalista independiente, quien ha escrito también libros sobre el lavado de dinero en México y otros delitos financieros.
Hay un mercado de políticos, personas con mucho dinero y narcotraficantes presumidos, quienes compran animales exóticos, agrega Urbina Nandayapa.
También se trafica con animales exóticos de México a otros países de Asia, Europa y Estados Unidos. “Los jaguares de Chiapas son muy apreciados en el mundo y hay una empresa que los da legalmente a compradores japoneses”, recuerda el especialista en temas de lavado de dinero.
En Asia y América, los zoológicos, granjas, parques privados y las tiendas de mascotas son utilizados a menudo para facilitar el comercio ilícito de tigres y leones, advierte en un estudios el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
El precio de un tigre viejo en cautiverio es dos mil dólares, mismo que se puede elevar a 30 mil dólares cuando se trata de tigre cachorro albino. El precio de los leones vendidos en zoológicos privados va de 10 mil dólares hasta 25 mil dólares, según GAFI, un organismo creado por el G-8. Los pagos se hacen con la entrega de recibos falsos o dinero en efectivo.
La compra de un tigre de Bengala o un león panthera en el mercado legal es muy elevada por el pago de impuestos y otras contribuciones fiscales, manifiesta José Luis Carpio-Domínguez.
Y añade que en realidad ninguno de los 12 animales exóticos asegurados con mayor frecuencia por la Profepa tienen distribución natural en México.
30 mil dólares es el valor promedio de un tigre cachorro albino en el mercado negro
RÁNKING
El animal exótico con el mayor número de aseguramientos realizados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en fincas, ranchos y domicilios privados en la última década es el tigre de Bengala (panthera tigris).
“Hay referencias que en el Triángulo Dorado Chihuahua, Sinaloa y Durango viven en cautiverio más tigres de Bengala, que en la India. Este fenómeno trasciende a muchos ámbitos y permanece a la sombra de todos los problemas sociales que tenemos actualmente en México”, explica el investigador Carpio-Domínguez.
A los mexicanos les encantan los felinos grandes y los leones (panthera leo), que son los segundos animales más asegurados por las autoridades mexicanas.
La cotorra argentina (myiopsitta monachus), cuyo hábitat natural está en naciones de Sudamérica, se convirtió en el tercer animal exótico con mayor presencia en las viviendas de los mexicanos y las guacamayas ocupan el cuarto puesto como "mascotas favoritas".
Una guacamaya roja, una ave catalogada en peligro de exntinción, es cotizada en 550 dólares en el mercados de Santiago Tianguistenco, en el Estado de México, o Sonora, en la Ciudad de México, dice Marcos Czacki Halkin, exdirector de Operaciones en Daimler Financial Services México. Pero cuando esa misma especie es enviada a un mercado en el extranjero se vende en más de 22 mil 200 dólares.
El tráfico de guacamayas es muy productivo y rentable para quienes lo operan, porque una dosis de cocaína cuesta alrededor de mil pesos: “Vender 500 grapas de cocaína con el riesgo que implica, equivale a vender una guacamaya que la puedes transportar en una caja para perros dentro de un automóvil y sin riesgos. Un cuerno de chivo seminuevo vale 450 dólares en México, entonces una guacamaya equivale al valor comercial de 50 de esas armas”, manifiesta Czacki Halkin.
De enero de 2017 a diciembre de 2019, la Profepa inició con el aseguramiento de 227 guacamayas verdes (ara militaris) y rojas (ara macao) para determinar cualquier irregularidad o algún delito.
Del total de aseguramientos, 80 ejemplares fueron decomisados, pues las autoridades encontraron algunas violaciones a las leyes ambientales. La Profepa inició entonces 47 procedimientos contra las personas que tenían esas aves.
Las guacamayas verdes y rojas son las aves exóticas con el mayor número de aseguramientos por parte de Profepa, luego siguen las aguilillas Harris (parabuteo unicinctus), el tucán pecho amarillo (ramphastos sulfuratus) y el loro cabeza amarilla (amazona oratrix).
La lista de aseguramientos de Profepa señala que en quinto lugar están las llamas andinas (lamas glama) y luego están las avestruces (struthio camelus), que no representan mayor problema y forman parte de varios hogares en México.
La octava mascota de mayor demanda es el pitón real Birmania, y el siguiente puesto corresponde a los camellos, que mantienen una fuerte presencia en el país, pese a la prohibición de los circos en 2015 a propuesta del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). El pitón de la India, el mono ardilla, el erizo pigmeo africano y babuino sagrado egipcio completan la lista y acompañan a cientos de mexicanos en sus tiempos libres.
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