El pasado 8 de septiembre, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, presentó en la Cámara de Diputados el paquete económico del 2022. Dado que el presupuesto fiscal define las prioridades de la actual administración federal, resulta indispensable entender los principales planteamientos en materia presupuestal.
El grave castigo que sufrió el gasto público en el sector ambiental, durante más de cinco años, generó la percepción de que los temas de medio ambiente y recursos naturales estarían relegados de los pilares que definen el desarrollo nacional.
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No obstante, la pandemia mundial por Covid-19 evidenció la necesidad de reforzar el cuidado de la naturaleza, los servicios ecosistémicos y la biodiversidad. Adicionalmente, la crisis climática, reconocida por la comunidad internacional y lo que se ha definido como la sexta extinción de la diversidad biológica, puso sobre la mesa la urgencia de atender la agenda ambiental como un asunto fundamental. Un buen ejemplo de priorización es el “Nuevo Pacto Verde”, orientado a impulsar la neutralidad cero o descarbonización de la economía mundial.
Diversos analistas de política ambiental esperaban que, producto de la crisis de salud humana y la necesidad de cumplir con los derechos humanos a un medio ambiente sano, a la sustentabilidad, al agua potable y el saneamiento -todos ellos consagrados en nuestra carta magna-, hubiera una repercusión positiva en el presupuesto federal.
También se pensó que ello pondría la agenda ambiental en el centro de la política pública nacional. Lamentablemente no fue así. El 2020 fue un muy mal año en términos presupuestales para el sector. La asignación de tan sólo 29 mil millones de pesos, ubicó a la política ambiental como el resultado de un ejercicio de “pobreza presupuestal” (Gustavo Alanís /CEMDA). Para el ejercicio fiscal de 2021, el presupuesto anual tuvo un insignificante aumento del 8% para sumar 31 mil 348 millones de pesos asignados, es decir también fue un presupuesto precario.
Actualmente, la SHCP afirma que el 2022 será un año de restablecimiento de la economía. Por ello, la primera novedad es que para el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022 hubo un incremento de 400 mil millones de pesos en el paquete económico respecto al año anterior, y con ello se estima el gasto público programable del orden de 5.2 billones de pesos y de este total se contempla que para el fomento económico y medio ambiente se destinaran 119 mil 642.3 millones de pesos.
Tras revisar los números del ramo 16 de medio ambiente y recursos naturales del PPEF 2022 se contempla un aumento de 27.5% para el sector ambiental, es decir que el monto total asignado para las dependencias federales que coordina la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) será de poco más de 40 mil 795 millones de pesos, lo que significa un incremento de 9 mil 447 millones de pesos adicionales respecto al 2021.
Es importante señalar que aún y cuando hubo un ligero incremento, sigue siendo menor el presupuesto que se tenía en 2016 (55.77 mil millones de pesos). Asimismo, el aumento al presupuesto NO se ve reflejado en un incremento proporcional en todas las dependencias del sector: para la Semarnat se contemplan recursos del orden de dos mil 71 millones de pesos, que son 291 millones de pesos más que en 2021.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) tendrá 33 mil 916.34 millones de pesos y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), tuvo un aumento del 16.16%, en comparación con los recursos que tuvo durante el 2021. La Comisión Nacional Forestal (Conafor), ejercerá un presupuesto de dos mil 440 millones de pesos en 2022, por lo tanto un incremento del 14.33% respecto al 2021.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), tendrá 887 millones 345 mil pesos, lo que implica un aumento presupuestal de 104 millones 345 mil pesos. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recibirá 776 millones 476 mil pesos, es decir, 106 millones 476 mil pesos, adicionales.
La Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) contará con 316 millones de pesos, que se traduce en 39 millones de pesos adicionales al ejercicio anterior.
De la misma forma, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), tendrá un incremento del 16.27 por ciento. Por último, se puede concluir que gran parte de los recursos proyectados se apalancan en el ámbito hidráulico y por primera vez fue superior al presupuesto con el que se contaba en 2018. Actualmente el gasto de Conagua representa el 78% del total.
Igual que como ocurrió en el PEF 2021, para el del 2022, se tienen etiquetados un total de 36 programas y proyectos de inversión con asignación de recursos con un monto asignado de 17 mil 628,429 millones de pesos frente a los nueve mil 377,474 millones de pesos del año anterior. De estos proyectos, 24 son los mismos que se trabajaron en el 2021 y ahora se desarrollarán 12 nuevos.
Los proyectos que se llevarán la mayor proporción de recursos son: el Proyecto Hidrológico para proteger a la población de inundaciones y aprovechar mejor el agua en el estado de Tabasco, seguido del Proyecto Baluarte-Presidio que es la construcción de la presa de almacenamiento además de diversas obras para construir la planta hidroeléctrica para generación de energía eléctrica en Sinaloa, la Construcción de presa derivadora y potabilizadora definido como Agua Saludable para la Laguna, el Proyecto Ecológico del Lago de Texcoco y finalmente la Construcción del Sistema de abastecimiento de agua potable para comunidades Yaquis en Sonora.
Tan sólo estos 5 proyectos de inversión se llevarán poco menos del 50% del monto asignado para el sector ambiental en el 2022, pero se puede leer como un signo positivo al destinarlo a obras para atender el problema de falta de acceso diario al recurso hídrico.
Conagua nuevamente destinará gastos de inversión en los terrenos de lo que iba a ser el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y que actualmente representa uno de los proyectos emblemáticos, el Parque Ecológico Lago de Texcoco.
En lo que respecta a los programas de inversión registrados sin asignación de recursos en el PEF 2022 aparecen un total de 51 proyectos.
Finalmente, vale la pena subrayar que el PPEF2022 incorpora un esquema de desarrollo basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Esperemos que los funcionarios públicos y los legisladores logren comprender la transversalidad de la política ambiental en todos los sectores de la administración pública.
De la misma forma, habrá que tomar consciencia y esperar a que el 2022 inicie un incremento presupuestal del sector para los siguientes años. Un aspecto adicional que habrá que garantizar, es la certidumbre jurídica que el sector privado necesita para impulsar proyectos de inversión, así como generar recursos privados complementarias a los recursos fiscales, en beneficio del Medio Ambiente.
La conclusión es simple. Si no contamos con presupuestos suficientes y tampoco logramos involucrar la participación privada en un esfuerzo ambiental profundo en México, el rezago respecto a lo que ocurre en la comunidad internacional, llegará a ser muy costoso para las siguientes generaciones.