El cambio climático que traerá consecuencias negativas en la producción de alimentos como el maíz, nos alcanzó. Exige modificaciones de adaptación a buenas prácticas agrícolas para mitigar las condiciones extremas de temperatura. De no hacerlo, se estima que para el 2050 habrá una disminución de 8% en la producción de este grano bajo condiciones de riego y un decrecimiento del 17% en temporal.

Durante la conferencia virtual “Agricultura Sustentable, caso de éxito Michoacán” que organizó la Confederación Nacional Agronómica, los especialistas concluyeron que “los cultivos en el país, sufren estrés”.

Cada año resulta más caluroso y, en consecuencia los cultivos padecen de estrés térmico. Y es el mayor riesgo para la producción de alimentos, por lo que los agrónomos en el país suman esfuerzos para desarrollar tecnologías que permitan mitigar el cambio climático.

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El presidente de la Confederación Nacional Agronómica (CNA), Alfredo López Valdovinos; el representante de esta institución en Michoacán, José Martínez Cubillo y el profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano, quienes participaron en el evento, comentaron además:

Los impactos cuando las temperaturas son mayores a 33 grados Celsius, en el caso del maíz, provoca que el polen se deshidrate y entonces, la polinización tiene problemas, los granos abortan, se reduce en 66% el tamaño de la mazorca, en un 45% la producción de biomasa y hasta en un 74% el rendimiento de grano.

Además, dijo Noriega Altamirano, con el aumento de temperatura hay un incremento de plagas. “Y esto es muy delicado porque nos puede llevar a un mayor consumo de plaguicidas y esto propiciar que se eleve la acidez de los suelos que limitan la fertilidad y productividad agrícola”.

Enfatizó que actualmente más de 62 millones de hectáreas en el país están limitadas por la acidez.

Y Martínez Cubillo, habló de la preocupación de la degradación de los suelos. “Es un tema que preocupa a los profesionales de la Agronomía, del desarrollo rural e investigadores en general por el alto riesgo para resolver las necesidades alimentarias”.

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El presidente de la CNA, López Valdovinos, comentó que los productores enfrentan además una seria problemática: el alza en los insumos agrícolas de un 61%; fertilizantes, de 180% más elevados y la energía eléctrica 244% más cara.

“Esto mantiene a la baja la siembra de alimentos e impide la renovación de los suelos en momentos de crisis climática”, enfatizó.

Ante esta situación la CNA y la Federación Agronómica en Michoacán, se suman a la generación de alternativas de solución y difunden las experiencias exitosas que se desarrollan en el campo michoacano.

En ese sentido, Noriega Altamirano, de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH), planteó 10 prácticas agroecológicas que aportan resultados contundentes para la producción de maíz y en más de 100 cultivos que desarrollan los agricultores michoacanos.

La suma de esfuerzos para la transferencia de tecnología que atienda y restaura la productividad de los suelos, garantiza el cultivo de especies como maíz, limón mexicano, lenteja, jitomate, fresa, zarzamora, plátano, guayaba, entre otros cultivos.

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