| Con información de El Sol de Toluca y El Sol de Tlaxcala |
Aunque el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), dio por hecho la desaparición del conejo teporingo en el Nevado de Toluca, luego de seis meses de investigación, Isaías de la Rosa Gómez, coordinador del programa Ambiental Institucional (PAI) del Instituto Tecnológico de Toluca (ITTol), consideró necesario realizar un estudio más amplio antes de dar por hecho esa lamentable noticia.
Pese a que medios nacionales confirmaron como extinta esta especie, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas sostuvo que es falso que ha dejado de existir, pues confirman presencia áreas naturales protegidas.
El ambientalista señaló que es respetable la información que dio a conocer el CICBA, pero probablemente hizo falta más tiempo para revisar si efectivamente ya no existe dicha especie en el Xinantécatl, aunque recordó que desde hace varios años se encontraba en peligro de extinción.
Aunado a lo anterior, en la zona se tienen investigadores de la UNAM que han venido realizando estudios sobre el teporingo, e incluso como ambientalista tuvo la oportunidad de acompañarlos en alguna ocasión para saber si ésta especie se podía apreciar en los alrededores del nevado.
De igual forma, pidió tomar en consideración que el teporingo habita en cierta altitud y franja (por cuestiones relacionadas con el clima) a los 3 mil 400 ó 3 mil 800, en lo que es la parte arbolada.
“El teporingo es inconfundible, y los investigadores de la FES Iztacala, así como de la UNAM no encontraron nada en ese momento, sin embargo, únicamente se trató de un evento”, externó al tiempo de afirmar que la gente que se dedica a este tipo de estudios es la más indicada para conocer el estatus real de una especie.
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La búsqueda de este pequeño amigo
En un comunicado de la UNAM señala que en el año 2017 el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicada se dio a la tarea de buscar al Teporingo solamente en lugares del Nevado de Toluca.
En los resultados de la investigación encontraron que en más de 200 sitios muestreados, en poco más de cien se encontraron muestras de conejo, lo cual en principio nos dice que hay poco conejo, de cualquiera que sea, en el nevado de Toluca y cada vez hay menos.
De cerca de dos mil sitios analizados se eligieron seis, donde los excrementos de los conejos perfilaron la presencia de teporingo.
Colocamos cámaras trampa, este tipo de mecanismos cuando un organismo pasa enfrente de él como tiene sensores de temperatura y movimiento activan la cámara, es una herramienta que se ha utilizado en los últimos 15 años todo el mundo para registrar la presencia de especies de mamíferos
Sin embargo, después de haber muestreado por seis meses en estos sitios, no se obtuvo evidencia fotográfica del teporingo.
Entonces actualmente con lo que tenemos y con las evidencias, bien podríamos decir que hasta el momento no existe teporingo en el nevado de Toluca.
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El Teporingo está vivo
El pasado 9 de septiembre, El Sol de Tlaxcala informó que desde hace más de cinco años, el ejido de San Bartolomé del Monte, en el municipio de Calpulalpan, se ha dedicado a la preservación y cuidado del conejo teporingo o de los volcanes, especie mexicana incluida dentro de la norma 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como en peligro de extinción.
Al respecto, el encargado de la Unidad de Manejo de la Vida Silvestre (UMA) de ese lugar, Miguel Ángel Iglesias Gutiérrez, afirmó que estos trabajos para la conservación de la especie son muy importantes debido a que su hábitat cada vez es menor, pues actualmente solo puede encontrarse en la zona del Izta-Popo, Tlaxcala y la Ciudad de México.
Además, señaló que dentro de esta UMA extensiva también preservan y protegen el lugar idóneo para que pueda vivir, así como para que pueda hallar alimento.
“Esta unidad se creó gracias a la Semarnat, pues a través de un proyecto dirigido a éstas, bajamos recursos para delimitar la zona que se iba a proteger”, explicó.
Añadió que aunado a las actividades antes mencionadas, realizan trabajos en el bosque para fomentar la existencia de otras especies, programa que es apoyado por la Comisión Nacional Forestal, donde sembraron nopales para aumentar el alimento del teporingo, además de que colocaron casas a modo de nido para los pájaros.