Entre malos olores, desperdicios y basura, los recicladores limpian el rostro de las ciudades y de todos los rellenos sanitarios y vertederos del país. Y así, mientras generan un ingreso, contribuyen a mejorar el medio ambiente.
David Álvaro Ontiveros lleva 15 años dedicándose al reciclaje en el relleno sanitario de Ciudad Jiménez, Chihuahua. Todos los días debe estar a las siete de la mañana para comenzar con la búsqueda de los materiales que vende.
Botellas de PET, latas de aluminio, cartón y cobre son algunos de los materiales que recicla y vende para generar un ingreso económico y mantener a su familia.
“Mis papás desde chiquillos andaban ahí, trabajando en el vertedero. De ahí fue la cadena de mis abuelitos, luego mis papás y yo fui creciendo y también me inicié como “pepenador”, toda mi familia se dedica a eso”, contó a El Sol de México.
Las botellas de plástico son uno de los materiales que más recicla y que mayor ganancia le dejan. El kilo de PET tiene un costo de 3.00 a 3.50 pesos, mientras que el cartón, aluminio y cobre son los menos pagados a un precio de 2.00 a 2.50 pesos.
El hombre de 33 años explicó que durante su jornada diaria de más de seis horas, junta hasta 70 kilos con los que genera de 300 a 350 pesos al día, sueldo que no es suficiente para solventar sus gastos familiares.
Por otro lado, María Lilia Godínez Valencia, de Dolores Hidalgo, Guanajuato, empezó a trabajar como recicladora a los 13 años de edad. Lo que comenzó como un juego de ir todos los días al vertedero a buscar juguetes con sus hermanos, después se convirtió en su trabajo formal.
“Mis tíos empezaron ahí, yo tenía 13 años cuando empezamos a buscar juguetes porque nos llamaba la atención como niños y ya después nos dijeron que si queríamos trabajar y desde ese entonces empecé como recicladora de base”, explicó.
La mujer, que hoy tiene 30 años de edad, contó que a pesar de ser un trabajo que le da de comer a su familia, se encuentran en constante peligro de contraer enfermedades respiratorias, infecciones, cortaduras y lesiones con vidrios o materiales quirúrgicos.
“Una ocasión me pinché con una jeringa porque llegan muchas bolsas de basura de clínicas y hospitales. Uno llega con el interés de sacar el material reciclable, abres las bolsas y te pinchas o te cortas”, resaltó.
“Ese día se me adormeció la mano y me sentí mal, lo único que hice fue irme a mi casa a descansar, no fui al doctor porque es gastar y apenas sacamos lo del día”, agregó.
Queremos ser reconocidos como cualquier otro trabajador y tener derechos como ya se hace con las empleadas domésticas
- Abel Balderas Ramírez. Presidente de Recicladores de Guanajuato
Una gorra, lentes y sus manos son las únicas herramientas con las que María trabaja todos los días. Su sueldo depende del material que recicle, pero oscila entre los 200 y 250 pesos al día.
Manifestó que a pesar de realizar este importante trabajo de separar, reciclar y evitar que los vertederos y rellenos sanitarios se desborden, nunca han sido tomados en cuenta por las autoridades, ni siquiera para brindarles equipo de trabajo como guantes, chamarra, gorra y lentes que los protejan de los diversos climas.
“Necesitamos equipo de trabajo, en temporada de agua hay mucho lodo; necesitamos botas, guantes y hasta lentes, porque muchas veces cuando el camión de la basura la vacía salen volando vidrios y nos caen en los ojos. Además enfrentamos diversos cambios de clima como este año, que el calor nos pegó durísimo”, señaló.
Una gorra, lentes y las manos son las únicas herramientas con las que cuentan muchos de ellos
El primer Sindicato Nacional de Recicladoras y Recicladores
María Lilia, David y otros recicladores de siete estados de la República viajaron a la Ciudad de México para formar el primer Sindicato Nacional de Recicladoras y Recicladores, que busca la visibilización y reconocimiento de sus derechos laborales.
El encuentro se llevó a cabo el pasado 4 y 5 de octubre, donde expusieron todas las necesidades y dificultades a las que se enfrentan cuando realizan este trabajo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se calcula que hay al menos 400 mil recicladores conocidos como “pepenadores” que trabajan en vertederos y rellenos sanitarios de todo el país.
Abel Balderas Ramírez, presidente de Recicladores de Guanajuato, expresó que las condiciones de las personas recicladoras son las que hacen posible que exista el reciclaje, así como la reutilización de residuos que ayudan a mejorar el medio ambiente.
Explicó que calculan que alrededor de 200 personas trabajan por cada uno de los vertederos y una persona recicladora por cada 325 habitantes en el país. Es decir, una persona recicladora recicla al menos 300 kilos al año. Son personas que prestan un servicio público, pero se encuentran invisibilizados.
“Queremos ser reconocidos como cualquier otro trabajador, hay derechos con los que no contamos; en la administración pasada salió una nota donde fueron reconocidas las empleadas domésticas y eso es lo que buscamos”, señaló.
En el transporte público no nos quieren subir porque traemos mal olor; la gente se tapa la nariz y hace comentarios sin saber lo importante que es nuestro trabajo
- Mariana. Recicladora
Los vertederos son espacios ubicados en zonas diseñadas para reducir los efectos negativos en el medio ambiente, en la salud de las personas, así como en la emisión de gases de efecto invernadero. Muchos de estos desechos tienen una segunda vida gracias al trabajo de los recicladores.
“Nosotros limpiamos la suciedad que las personas desechan. Lo que la gente tira para nosotros es dinero y un sustento que nos ayuda a tener ingresos”, manifestó.
Por ello, las recicladoras y recicladores buscan que su trabajo sea reconocido y visibilizado, así como contar con seguridad social y un salario fijo que les permita cumplir sus necesidades.
Expresaron que un día bueno para ellos es cuando logran juntar y vender hasta 100 kilos de materiales, mientras que en sus días de suerte se han encontrado zapatos, celulares, collares o dijes que les permiten generar dinero extra.
Así, los recicladores extienden la vida útil de los sitios de disposición final, hacen que muchos materiales regresen a la cadena de producción y aportan a la economía circular.
Recordaron que según el Observatorio México de Emisiones de Metano (Obmem), en 2022 se estimaron 897 mil 801 toneladas de metano por la disposición final de residuos sólidos.
Estas emisiones provienen de la falta de gestión integral de los residuos sólidos urbanos y del desaprovechamiento de la fracción orgánica, además de la inoperancia de plantas tratamiento y estancamiento de aguas residuales.
Manifestaron que otra grave problemática es que el gobierno ha querido cerrar muchos rellenos sanitarios con la excusa de que es inmanejable en términos ambientales, que es más fácil privatizarlos y pasar a una empresa la gestión de residuos, por lo que las personas recicladoras son desplazadas y expulsadas de su área de trabajo.
Discriminación y estigmas
Otro de los retos que enfrentan son la discriminación y estigmas por laborar en espacios donde existe suciedad y residuos sólidos que no les permiten tener higiene.
“Nos juzgan por el olor, por la basura y porque parece que estamos sucios, pero ni las autoridades ni las personas se ponen a pensar en que gracias a nosotros tenemos nuestros municipios y ciudades están más limpias”, expresó Mariana, otra de las recicladoras.
Se calcula que hay al menos 400 mil 'pepenadores' que trabajan en vertederos y rellenos sanitarios de todo el país
Además estos espacios no cuentan con baños, comedores o lugares donde puedan realizar sus necesidades biológicas, además de estar expuestos a las inclemencias climatológicas.
“Como mujeres sufrimos mayor discriminación al no existir un lugar digno para cambiarse. En el transporte público no nos quieren subir porque damos mal olor o porque se dan cuenta de que trabajamos en el basurero, la gente se tapa la nariz y hace comentarios sin saber lo importante que es nuestro trabajo”, expresó.
En otros países hay avances
Brasil, Colombia y Argentina son algunos de los países en donde las personas recicladoras han alzado la voz para que se reconozca el trabajo de quienes se dedican a esta actividad.
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“En Argentina tienen federaciones de cartoneros, los camioneros pasan a dejarles el material como si fuera basura pero es puro material reciclable, lo cual las federaciones sólo lo que hacen es seleccionar y empaquetar”, contó.
Y precisamente esos movimientos, inspiraron a los miles de recicladores mexicanos para formar su propio sindicato.