Xochimilco, a pesar de ser un pulmón verde para la Ciudad de México, se está deteriorando y contaminando. Muchas pueden ser las causas de este problema, pero podemos identificar tres principales que está ocasionándolo.
Este territorio de la Ciudad de México es uno de los últimos terrenos planos de la urbe, lo que significa que es más propenso a sufrir de urbanización. Otro motivo es que con el paso de los años la calidad del agua ha ido empeorando, dado que por esa zona hay plantas de tratamiento, y por último la introducción de especies exóticas, como la carpia y la tilapia, las cuales fueron introducidas por las autoridades en la década de los 70 del siglo pasado, bajo la campaña “Revolución Verde”, con el fin de que los locales consumieran estos peces, sin embargo sus estragos se vieron tiempo después cuando éstos fueron exterminando a la fauna local.
Para frenar el deterioro de este sitio, diversos investigadores del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México han desarrollado un proyecto que puede mejorar las condiciones de Xochimilco de manera paulatina, pero eficaz, además de que con este sistema se puede impactar beneficamente a la flora y fauna del lugar y a los locales.
El sistema se centra en el cuidado de las chinampas y en el desarrollo de filtros que filtran y mejoran el agua.
“Las chinampas aumentan las orillas del lago, esto ayuda a que los animales mantengan su hábitat y con un filtro muy rústico se cuidaba la calidad del agua, y así funcionó durante mil 500 años. Lo que actualmente hacemos nosotros es crear un filtro del canal que está contaminado hacia adentro del canal donde está la chinampa, lo cual beneficia la calidad del agua y permite que los peces no ingresen”, dice a El Sol de México Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
Estas múltiples investigaciones relacionadas con los filtros, las cuales llevan haciéndose por más de una década, han demostrado ser una considerable solución para el mantenimiento y recuperación de este sistema lacustre ubicado al sur de la Ciudad de México.
Anteriormente, Xochimilco acogía agua de manantiales, como por ejemplo del Río Amecameca, pero actualmente recibe parte de los desechos de plantas procesadoras y de sistemas de drenaje, los cuales envían estos residuos, como metales pesados, bacterias y coliformes fecales, al Río Pánuco mediante el Túnel Emisor Oriente o a esta zona al sur de la ciudad.
“Algunas plantas de tratamiento sí logran detener estos desechos, pero en épocas de lluvia, cuando hay tanta agua, la planta no alcanza a procesar todo y es ahí cuando más bacterias entran a Xochimilco y esa es el agua que se usa para el riego”, explica Zambrano.
Es así como los filtros desarrollados, bajo diversas investigaciones hechas por académicos de la UNAM, entre ellos las doctoras Marisa Mazari y Ana Cecilia Espinoza, han logrado reducir o detener los contaminantes, como bacterias y metales en el agua de Xochimilco.
Para entender la importancia y las ganancias de un proyecto que conjunta un sistema de filtros y la creación de chinampas protegidas es importante identificar a todos los beneficiados.
Los chinamperos
Uno de los grandes problemas de Xochimilco es la urbanización, que puede ser contrarrestada con la producción chinampera, la cual ha estado en constante abandono. Es por ello que proyectos como este buscan desarrollar chinampas refugio en el que los chinamperos puedan producir productos de calidad y así venderlos a mejor precio.
El Instituto de Biología de la UNAM también ha creado la “etiqueta chinampera”, un distintivo ecológico que avala la calidad de productos agrónomos producidos en las chinampas refugio. En la actualidad este instituto trabaja con 48 chinampas y más de 30 chinamperos, quienes gracias a las chinampas refugio logran producir alimentos de mejor origen y venderlos bajo la marca que otorga la UNAM a diferentes personas, restaurantes y mercados.
“Para nosotros más que conseguir un apoyo es un diálogo constante. Yo llegué a Xochimilco hace 20 años con el fin de hacer un centro y es así como hemos ido encontrando a los chinamperos, pues la confianza lleva tiempo (...) Se trata de una relación horizontal en donde se les pregunta cuáles son sus necesidades, lo que queremos lograr, cómo podemos construir juntos y ver qué puede hacer la ciencia con su conocimiento ancestral”, dice Luis Zambrano.
Con las chinampas refugio también se preservan especies como el ajolote, pequeños camarones de agua dulce, charales, diversas especies de insectos, larvas de mosquito que son el alimentos de muchos animales en Xochimilco, serpientes terrestres y acuáticas, variedades de aves como pelícanos, garzas grises y blancas, entre otros.
Cómoinvolucrarte
Para ayudar a este proyecto existen dos opciones, ya sea adoptando un ajolote o una chinampa refugio.
En la colonia de ajolotes del Instituto de Biología de la UNAM hay alrededor de 140, los cuales pueden ser adoptados por cualquier persona a la que se le entrega el carnet de identidad del ajolote que está adoptando, se le pueden poner nombre y visitar constantemente.
Este proyecto sirve para conocer más a fondo sobre esta especie, así como su reproducción y colocación de un chip de rastreo, para cuidarlos y brindarles todas las necesidades para su estancia en la colonia, pues los ajolotes requieren cosas muy específicas, como agua fría a 18 o 16 grados, comida viva dado que son depredadores, y espacios amplios, pues estos animales se estresan si están frente al humano.
La opción de adopta un refugio, o bien el hogar de un ajolote en Xochimilco, es básicamente cuidar de las chinampas y procurar que estén en buenas condiciones, para generar beneficios para la fauna local y los chinamperos.
“Si tu adoptas un hábitat del ajolote (chinampa refugio) todo ese dinero va al chinampero, quien es quien trabaja con ese refugio donde hay ajolotes, ¿y por qué a él o ella? Porque necesitamos expandir y desarrollar más proyectos y trabajar con ellos, porque aun con todo el apoyo que ellos nos han dado no reciben el reconocimiento ni apoyo financiero que merecen por hacer su trabajo, que se centra en dar comida de calidad y un sistema de biodiversidad”, añade el investigador.
Para formar parte de los programas de adopción se pueden hacer donaciones como mínimo de 200 pesos, y elegir si se desea adoptar un ajolote o una chinampa refugio por cierto tiempo, como mínimo un mes o hasta un año.
Dependiendo del monto donado se podrá recibir imágenes informativas, postales y hasta visitas personalizadas. Para hacer una donación y adoptar es necesario hacerlo a través de la página www.restauracionecologica.org e ingresar al apartado de adopción.
Aunque no hay una meta económica se espera que más gente se sume y que participen en esta dinámica a favor de Xochimilco, pues desde mediados de noviembre cuando el proyecto de adopciones inició, tan solo 170 personas han brindado apoyo.
Qué más se puede hacer
Además de donar a la UNAM, hay otras acciones que las personas pueden realizar para aportar o apoyar, como apreciar el trabajo y esfuerzo de los chinamperos y adquirir sus productos, así como interesarse más en lo que Xochimilco significa para la Ciudad de México y no verlo exclusivamente como un centro turístico y de festejo.
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“Hemos recibido apoyo del gobierno a lo largo de 20 años, en términos generales hemos tenido apoyo de la CONABIO, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, de la Alcaldía Xochimilco y también percibido financiamiento de la Secretaría de Cultura, ya que Xochimilco es Patrimonio de la UNESCO, pero aun así no tenemos los fondos que quisiéramos, algunos de ellos han sido utilizados para proyectos como la Autopista Urbana Oriente, si la mitad de los más de 600 mdp se hubieran usado para Xochimilco, otra cosa sería”, finaliza Luis Zambrano.
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