En un mundo en donde la preocupación ambiental va en aumento y los efectos del daño que el ser humano le ha ocasionado al planeta son cada vez más visibles, las personas ya están tomando acciones por cuenta para mitigar los efectos del cambio climático y el calentamiento global en sus comunidades.
En aras de generar un cambio positivo, muchos han optado por la compra-venta de artículos de segunda mano, ya que además de ser una modalidad de venta más cómoda, resulta más sostenible, supone numerosos beneficios para la economía de las personas y por supuesto, reduce el impacto ambiental.
La segunda mano llegó para quedarse
El modelo de consumo que ha predominado por varios años se basa en comprar, usar y desechar, una modalidad insostenible para el planeta. Dicho modelo genera entre 7 mil y 10 mil millones de toneladas de residuos al año a nivel global, según National Geographic.
Mientras tanto, en México se generan más de 44.6 millones de toneladas de residuos urbanos por año, entre los que destacan plásticos, papel y ropa, según datos del gobierno mexicano.
Ante las catastróficas cifras, las personas han sumado esfuerzos para crear conciencia con pequeñas acciones que reduzcan su huella de carbono y los desperdicios que generan. Una de ellas: la compra-venta de artículos de segunda mano.
Durante los últimos años esta modalidad ha ganado popularidad a nivel global gracias a sus numerosos beneficios, que van desde un ahorro considerable de dinero, hasta la generación de una economía circular.
“Siempre decimos que la compra-venta de segunda mano es un ganar-ganar, porque se gana dinero a partir de algo que se pudo haber convertido en un residuo, también gana quien está comprando, porque logra conseguir buena ropa o artículos a un mejor precio y gana el medio ambiente. En esta modalidad nadie pierde”, cuenta a este medio Ana Isabel Orvañanos, Country Manager de GoTrendier México, aplicación para la compra-venta de ropa y accesorios de segunda mano.
Los beneficios son innumerables, pero para poner las cartas sobre la mesa, GoTrendier México reconoce algunas bondades de transitar a esta modalidad de consumo.
En primer lugar, se reduce la huella de carbono, al utilizar materias primas que ya fueron creadas, se ahorra la energía y los materiales que se hubiesen utilizado para crear uno nuevo.
“Este modelo es una manera sostenible de consumir porque estás comprando algo que ya fue producido, algo que ya existe. Así se le da circularidad a las prendas y por supuesto a la economía”, comenta Orvañanos.
Otro beneficio es el ahorro de dinero, ya que las personas pueden comprar prendas o artículos en buenas condiciones a precios mucho más accesibles que en las tiendas.
“Hay ahorros que pueden ser hasta del 90 por ciento en algunas prendas, mucho mayor al que se podría encontrar en cualquier outlet”, explica Ana Isabel.
Por otro lado, también propicia el movimiento de la economía local, ya que al dar circularidad a las prendas, también se le da a los ingresos y egresos de los consumidores sin necesidad de tener intermediarios.
“Las personas pueden ganar ingresos extras con algo que simplemente ya no usan y les está ocupando un espacio en su casa. Además, resulta un buen negocio para ellos, un ejemplo de ello es que a lo largo de estos siete años, los usuarios que han vendido ropa a través de la app han generado más 1.8 mil millones de pesos”, cuenta.
La economía circular también es un modelo que ha crecido de manera acelerada durante los últimos años. El Foro Económico Mundial estima que para el año 2023, el dinero que circula a través de la economía circular podría llegar a los 4.1 billones de euros.
“Gracias al gran provecho que tiene, la segunda mano se ha convertido en la primera mano de muchas personas, esto es algo que los consumidores ya están viendo como una opción”, puntualiza Orvañanos.
El fast fashion ya no es moda
Algunos de los artículos más populares para la compra-venta de segunda mano son la ropa y los accesorios, lo que ha desplazado poco a poco a las grandes empresas de fast fashion a nivel global.
De acuerdo con datos de la ONU, el impacto de la industria del fast fashion es inmenso. Sólo para dar una idea, dicha organización señaló a principios de este año que se necesitan 700 galones de agua para hacer una sola camiseta de fast fashion.
Además, cada año dicha industria tala entre 70 y 100 millones de árboles para fabricar tejidos de celulosa (fibra semi-sintética) un material comúnmente utilizado en las prendas que comercializan.
Ante ello, GoTrainder puso especial atención a la relación entre la compra-venta de segunda mano y la industria del fast fashion en México. Por lo que hace unos días lanzaron su primer informe anual: De primera mano sobre la segunda mano. El cual está enfocado en el mercado mexicano.
“Una de las proyecciones más interesantes que tenemos en este reporte es que alrededor del año 2028 la moda de segunda mano va a rebasar el mercado de fast fashion. Esto nos indica que la segunda mano ya no es una tendencia, es un cambio que ya está aquí”, explica Ana Isabel.
Asimismo, estiman que para 2027, el mercado global de ropa de segunda mano crezca tres veces más rápido que el mercado de ropa promedio, de acuerdo con ThredUp 202.
“El fast fashion es una de las industrias más contaminantes en el planeta (después de la petrolera). Sin embargo, con esta modalidad y por medio de la aplicación se han ahorrado más de 599 millones litros de agua, 11 mil 820 toneladas de Co2 y 792 toneladas de residuos”, cuenta.
Además, según señaló la consultora especializada en medioambiente Ethos Internacional en un informe que publicaron en 2020, el ahorro que supone la moda de segunda mano, equivale a dejar a toda la ciudad de Madrid sin tráfico durante siete meses.
“Nuestra intención es publicar reportes como este de manera periódica para que las personas se den cuenta que esta modalidad sí tiene beneficios para todos. Con las cifras que se presentan pretendemos acercar y facilitar este modelo de consumo a más mexicanos y mexicanas”, dijo Ana Isabel.
Entonces, ¿el fast fashion está en crisis?
Si bien el desplazamiento de esta gran industria supone pérdidas millonarias para las empresas que comercializan este tipo de prendas, también algunas de ellas han optado por subirse al barco de la sostenibilidad e intentar reparar el daño que han causado.
20 por ciento de la producción de marcas de fast fashion o ultra fast fashion nunca se vende
“Podría decirse que el fast fashion está en crisis si no estuvieran comenzando a apostarle a sus propias soluciones de segunda mano. Algunas de sus marcas ya tienen iniciativas para tener producciones más sostenibles o para reducir la producción innecesaria”, explica Orvañanos.
Según datos de GoTrainder, alrededor del 20 por ciento de la producción de marcas de fast fashion o ultra fast fashion nunca se vende. Cifra que se estima incremente con el posicionamiento de la segunda mano a nivel global.
“Los consumidores están exigiendo productos más sustentables. El fast fashion se está viendo presionado a cambiar sus prácticas de producción y comercialización. Es muy importante que los consumidores sigan ejerciendo esta presión, porque si los grandes de la industria de la moda comienzan a adoptar prácticas sostenibles, es mucho más probable que más personas y empresas las adopten”, comenta.
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El equipo de GoTrainder confía en que la Generación Z es un pilar crucial para seguir posicionando a la segunda mano como la favorita a nivel mundial.
“La Generación Z es muy importante porque en la actualidad ya han alcanzado un mayor poder adquisitivo y ahora ya pueden tomar decisiones de consumo. En ellos y ellas está la base para impulsar en el consumo sostenible e inteligente para toda la sociedad”, puntualizó.