Belice guarda una formación natural fascinante dentro de sus mares de color tuquesa, rodeado de arrecifes, el Gran Aguero Azul es uno de los atractivos turísticos más interesante para los científicos y los buzos más experimentados.
Este agujero, que da la impresión de ser la entrada de un tunel a las aguas del caribe, tiene una extensión de 300 metros de ancho y 125 de profundidad.
Puedes leer: Ternura en el mar: mamás delfines usan un silbido distinto para comunicarse con sus bebés
Es considerado el sumidero más grande del mundo, llamado así por ser un agujero formado por un hundimiento en el suelo, que deja una circunferencia en la superficie, provocada por un derrumbe, de acuerdo con la BBC.
¿Que hay en la profundidad del Gran Agujero Azul de Belice?
El Gran Agujero Azul de Belice está ubicado a 64 kilómetros de la ciudad de Belice, rodeado por el arrecife Lighthouse, que de hecho, es el segundo sistema de arrecifes más grande del mundo, después de la Gran Barrera de Coral de Australia.
En 2018, en una entrevista para BBC Mundo, el explorador Bryan Price relató su experiencia al sumergirse dentro de submarinos de alta tecnología a las profundidades de la formación marina.
"Fue como ver una fotografía del pasado. Pudimos ver cómo era el lugar cuando no estaba cubierto de agua", dijo Price, quien se aventuró con un grupo de investigadores reunidos por Fabien Cousteau, nieto de Jacques Cousteau, una de las primeras personas que exploró el Gran Agujero Azul en la década de los 60.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
El Gran Agujero Azul de Belice está divido entres capas, la primera y más superficial conocida como "La catedral" tiene miles de estalactitas.
En la segunda capa, conforme la profundidad aumenta, el color turquesa del agua se vuelve oscura y se pierde la visibilidad. En la tercera no hay oxigeno ni luz.
Según el portal ABC, en Chetumal también existe el Taam ja', otro agujero muy parecido al de Belice. Aunque es un lugar reconocido, hasta septiembre de 2021 fue explorado por primera vez con el uso de ecosondas, perfiladores de temperatura, profundidad y conductividad, con lo que consiguieron por primera vez tomar imágenes en 3D del interior de la cueva marina.