No hay Navidad sin arbolito, de hecho el momento más esperado por muchas familias es decorarlo; poner las esferas, las luces, los lazos, los moños y un sin fin de adornos que son cada vez más originales; pero aunque en esta época decembrina se suele relacionar con noches de paz y amor, el origen del árbol de Navidad no es tan cristiano ni tan tierno como se cree.
Los orígenes de la tradición se remontan a Europa en los siglos IV o V antes de Cristo, en la mitología nórdica, los Celtas solían adornar un fresno, conocido como Yggdrasil, que representaba al universo que estaba conformado por La morada de los Dioses (Asgard), El Palacio de Odín (Valhalla)y el Reino de los muertos (Helheim).
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El Yggdrasil, también era utilizado para agradecer por el nacimiento de Frey, Dios del Sol y la Fertilidad; estás celebraciones se conocían como fiestas paganas que incluían sacrificios humanos.
San Bonifacio, un obispo inglés, viajó a Alemania en el Siglo VIII, el fue quien inició la utilización de lo que ahora conocemos como el tradicional árbol de Navidad, pues modificó la costumbre nórdica para transformarla en una tradición evangélica.
La historia cuenta que Bonifacio hizo su trabajo de evangelización en Alemania en los años 700 y volvió a Roma, pero años después, a su regreso a tierras germánicas, se encontró con que los pobladores estaban a punto de sacrificar a un joven ante el árbol de Frey, por lo que el obispo tomó un hacha y golpeó el venerado árbol.
En ese momento una gran ráfaga de viento tiró al fresno y los pobladores se sorprendieron y sintieron temor, por lo que le preguntaron a Bonifacio cuál era la forma de celebrar su tradición, a lo que el obispo respondió que era adorando a un Abeto que se había mantenido en pie, este representaría la paz y la inmortalidad.
Aunque no hay registros exactos, hay antecedentes de que los egipcios y los babilonios también tenían un árbol de Navidad. En Babilonia usaban un árbol de hoja perenne; en Egipto, la palma; y en Roma, el abeto.
No existen documentos que comprueben del día en el que nació Jesús, pero coincide con la fecha en que se festejaba la Saturnalia en el norte de Europa, que era entre el 24 y 25 de diciembre cuando los germánicos y celtas recibían al Solsticio de Invierno. Ese festival pagano fue instaurado por el emperador romano Aureliano en el año 274 d.c.
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Al comenzar la evangelización cristiana, los representantes de la religión decidieron acordar el 25 de diciembre como el día del nacimiento de Jesucristo y así terminar con las creencias de otras deidades.
El fresno utilizado por los nórdicos fue cambiado por un pino adornado con manzanas y velas, lo que representa los pecados del mundo y las luz de Jesucristo. Además, su forma triangular ha sido interpretada en la religión judeo cristiana como la Santísima Trinidad.
¿Qué significan los elementos del árbol de Navidad?
Estrella: La estrella en lo alto del pino significa la estrella que guiaba a los Reyes Magos a Belén.
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Esferas: Representan los dones que Dios le dio a los hombres en la Tierra.
Luces: En la religión cristiana representan la luz de Dios.
Listones o lazos: Son las uniones que hacen las familias alrededor de los dones que esperan dar y recibir.
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