La sierra de Santiago, al sur de Nuevo León, es el hogar de un campo de cempasúchil que pinta de amarillo las montañas, en plena temporada de Día de Muertos.
El lugar que nació gracias a la idea de una familia de campesinos de plantar la tradicional flor utilizada en las ofrendas a los difuntos, ahora es un sitio visitado por los curiosos que llegan a la sierra para tomarse fotografías rodeados de cempasúchil.
Anselmo Oviedo y su esposa Nancy Reyna son dueños de “El Venadito”, ambos sembraron las semillas en el mes de julio y ahora casi tres meses después, las flores se encuentran en todo su esplendor.
"Empezamos a plantar la semilla en julio y lleva un poquito más de tres meses el cultivo", expresó Reyna para la agencia EFE.
En el lugar también abundan varias especies de mariposas y abejorros, así como un aire limpio, lejos de la zona industrializada de ese estado.
Nancy Reyna explicó que ellos creen que el éxito que ha empezado a tener el lugar se debe a que empezaron a subir fotografías a las redes sociales y eso ayudó a que los turistas se acercaran a su proyecto.
"El fin de semana es cuando viene más gente. Todos quieren tomarse la foto", añadió.
Aunque una parte de sus cultivos será utilizado para la venta de macetas, Nancy y Anselmo encontraron otra oportunidad de negocio y cobran 50 pesos para que las personas puedan recorrer el campo y tomarse fotos entre las flores de cempasúchil.
Mientras que sus macetas tienen un costo de 80 pesos. Los agricultores también ofrecen otros productos como vino de manzana y mezcal.
“El Venadito” ha cobrado una buena popularidad, pues la siembra del cempasúchil no es común en el norte del país, pues su producción se da en los estados como Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, Estado de México y lugares de la Ciudad de México como Xochimilco.
Cempasúchil, el sendero para los muertos
El cempasúchil es una flor nativa de México, su nombre proviene de la palabra náhuatl “Cempohualxochitl” y significa “veinte flores” o “ varias flores”, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
La flor era considerada por los mexicas como un símbolo entre la vida y la muerte, además, por su intenso color amarillo era asociada con el Sol.
En la antigüedad, nuestros antepasados utilizaban los pétalos de cempasúchil para trazar un camino que debía guiar a los espíritus desde las entradas de las casas hasta los altares colocados en su honor.
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Sin embargo, la flor de cempasúchil no es únicamente una planta para adornar en el Día de Muertos, desde épocas prehispánicas, también era utilizada en forma de té como tratamiento para algunos malestares como la diarrea, el vómito o la indigestión.
En la actualidad, el cempasúchil es útil como repelente de insectos, pigmento para textiles, neutralizador de olores, bactericidas, así como medicinas para animales, según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Con información de EFE