Una manada de elefantes, que vive actualmente en un parque de animales del sur de Inglaterra, será trasladada por avión hasta Kenia para ser reintroducida en su hábitat natural, una operación que la Fundación Aspinall, que la organiza, calificó el martes de "primicia mundial".
Esta organización conservacionista, cuya directora de comunicaciones es Carrie Johnson, esposa del primer ministro Boris Johnson, planea trasladar el año que viene a 13 elefantes desde el Howletts Wild Animal Park de Kent hasta el sur de Kenia, a siete mil kilómetros de distancia, donde se están estudiando dos emplazamientos para volver a introducirlos en la naturaleza.
La Fundación Aspinall quiere transportar por aire la manada, que pesa un total de 25 toneladas, y cuyo miembro más joven, Nguvu, nació en marzo de 2020.
"Tras años de sopesar los beneficios y los riesgos, en la Fundación Aspinall nos hemos decidido por este proyecto sin precedentes y verdadera primicia mundial", escribieron Carrie Johnson y el presidente de la fundación, Damian Aspinall, en las columnas del diario The Sun.
"Es la primera vez que se reintroduce en la naturaleza una manada de elefantes reproductores", aseguraron, una operación que debería permitir a los paquidermos beneficiarse de una mayor esperanza de vida y un mejor bienestar, ya que la vida en cautiverio provoca estrés y depresión en estos animales.
La organización afirma que trabajará con los equipos de lucha contra la caza furtiva para ayudar a garantizar la supervivencia a largo plazo de la manada en Kenia.
"Con el tiempo, sus crías se contarán por cientos -y luego por miles- y formarán parte de un ecosistema sin parangón que contribuye a estimular la economía turística de Kenia", afirmaron, esperando que sea un "paso revolucionario para este país y para el movimiento de conservación de la naturaleza".
La Fundación Aspinall ya ha reintroducido en su hábitat natural animales nacidos en cautividad, como gorilas, rinocerontes negros, gibones cenicientos y bisontes europeos.
El primer elefante llegó a este país en 1255, regalo de Luis IX de Francia a Enrique III, señalan los activistas.
Después de casi ocho siglos de los animales viviendo aquí en cautiverio, planeamos enviar la primera manada de elefantes de regreso al continente africano, añaden.
Por pura calidad de vida, los de Howletts Wild Animal Park disfrutan de algunas de las condiciones más idílicas de los elefantes cautivos del mundo.
Una vida en Howletts significa que estos animales están bien alimentados y tienen cuidadores expertos.
Sin embargo, la Fundación Aspinall cree que estos elefantes aún podrían vivir en mejores condiciones. Y eso está en la naturaleza, en África.
Según la Fundación, los paquidermos tienen ocho acres, que equivalen a 3.2 hectáreas, de espacio para deambular y los 13 animales ahora representan uno de los rebaños reproductores más exitosos de Europa.
Ningún programa de televisión o clip de internet puede competir con una visualización en vivo e íntima del mamífero terrestre más grande del mundo, con su altura, las cúpulas de sus cabezas, el vasto balanceo de sus troncos y el ruido de su comida y respiración, dice la Fundación Aspinall en el artículo publicado en el diario británico.
Pero, ¿es esa razón suficiente para mantener a los elefantes en cautiverio, sólo para nuestro placer visual?, preguntan los activistas.
Durante décadas, los zoológicos han podido argumentar que sus poblaciones cautivas son indispensables, no sólo para la educación y el disfrute humano, sino también para la conservación.
Es una tragedia que en el último siglo, la humanidad haya acabado con 90 por ciento de los elefantes africanos y, lamentablemente, la demanda de marfil continúa.
Con la caída del turismo durante la pandemia, la presión sobre el hábitat, por parte de los agricultores y los cazadores furtivos, está aumentando drásticamente.
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