En al menos tres décadas México no se enfrentaba a un devastador huracán. Este martes, Guerrero sufrió los estragos de Otis, un ciclón que en tan sólo 12 horas pasó de ser una tormenta tropical a huracán categoría 5.
El saldo hasta este jueves es de 27 personas muertas, 4 desaparecidas e incontables daños materiales que además de tener diversas zonas de Acapulco incomunicadas, ponen en peligro el turismo, principal fuente de su economía, con el 80 por ciento de los hoteles afectados.
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Aunque el estado ya esperaba la llegada el fenómeno, la rapidez con la que evolucionó sorpendió a la población y a las autoridades mexicanas, como el Centro Nacional de Desastres Naturales (Cenapred), que calificó de atípico el acontecimiento.
¿Por qué Otis evolucionó tan rápido?
"Otis está rompiendo récord", dice Javier Rodríguez, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional, al llegar a aproximadamente 185 kilómetros por hora en menos de 12 horas.
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En entrevista con El Sol de México, el experto explicó que fueron dos aspectos principales los que influyeron en la intensificación de Otis: las altas temperaturas y la falta de alguna barrera que se interpusiera.
"La temperatura superficial del océano estaba muy cálida (...) entre los 30 y 31 grados, cuando la condición para generar un ciclón tropical es arriba de los 26 grados Celsius. También no encontró ningún otro sistema meteorológico que inhibiera su desarrollo, es decir, no había ningún otro sistema que impidiera que el ciclón continuara intensificándose", explicó.
Otis no es el único
Si bien la fuerza que tomó Otis en tan poco tiempo fue sorpesiva, no es el único huracán que recientemente registró esta característica. En 2015, Patricia fue un ejemplo al llegar a la categoría 5 en aproximadamente 10 horas, pero su impacto no fue tan devastador.
Colima, Nayarit y Jalisco eran los estados en alerta, pero gracias a que Patricia llegó a ese nivel cuando se ubicaba sobre el mar, hubo tiempo necesario para evacuar a la población, pero además, se topó con la Sierra Madre Occidental, causando que perdiera intensidad.
En el caso de Otis, Javier Rodríguez considera que las condiciones en las que se desarrolló el huracán fueron extremas, pero la mayor parte de los ciclones tropicales se intensifican antes de tocar tierra.
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"Esto es debido a que los cambios de presión que suceden entre el océano y la zona continental favorecen que el sistema se intensifique, esto sucede cada año, en diferentes regiones", finalizó.