A lo largo de los años, en el mundo se han dado diversos casos de sectas que dejan la piel helado; sin embargo, el Templo del Pueblo el suicidio de cientos de personas en Jonestown sigue encabezando la lista a casi 42 años de la masacre.
El Templo del Pueblo tiene su origen en el estado de Indianapolis, Estados Unidos, durante los años 50, y fue fundado por Jim Jones para materializar los ideales socialistas en una amalgama con el cristianismo.
"Estaba en la búsqueda de un lugar donde se luchara por la justicia y se deseara un mundo mejor", describió Johnston Kohl para la BBC.
Sin embargo, la personalidad de Jones lo obligó a dejar Indianapolis y trasladarse a San Francisco, California, donde sus seguidores continuaron creciendo.
En 1975, el Templo del Pueblo tuvo que trasladarse hasta Sudamérica, a Guyana, debido a los problemas de su líder, que fue señalado por presuntos casos de abuso.
Jones fundó en el país sudamericano su paraíso socialista, como más tarde se descubrió que llamaba a Jonestown, donde un par de años más tarde ocurriría la tragedia.
El nacimiento de Jonestown
Jim Jones abogaba por un mundo sin división entre razas, por lo que en Jonestown convivían los seguidores estadounidenses y los que se sumaron al llegar a Guyana.
La comunidad se encontraba cerca de Georgetown, capital de Guyana, de donde obtenían los recursos que no podían generar en los terrenos de Jonestown, donde los seguidores del Templo del Pueblo cultivaban la tierra.
"Jonestown es un lugar dedicado a vivir por el socialismo, por la equidad económica y racial. Estamos viviendo de una forma común increíble", se escucha en una grabación que fue recuperada por el FBI durante la investigación de los hechos.
Pero el paraíso de Jones terminó convirtiéndose en un infierno en sus propias manos, pues su personalidad se tornó errática mientras las teorías de conspiración en su contra se apoderaban de él.
Las noches blancas
De acuerdo con las grabaciones recuperadas por el FBI, las noches blancas fueron casi rituales en los que Jones escenificaba con sus seguidores suicidios inducidos por la ingesta de cianuro.
Asimismo, el líder de las secta despotricaba en contra de la CIA pos representar una amenaza contra su paraíso, y los tildaba de traidores o cerdos capitalistas.
"Durante estas noches blancas, Jones le daba a los miembros de Jonestown cuatro opciones: huir a la Unión Soviética, cometer un 'suicidio revolucionario', quedarse en Jonestown para luchar contra los invasores o huir hacia la selva", reveló el informe del FBI.
Pero Jonestown sí llamó la atención del gobierno estadounidense, y en 1978 la visita del legislador por California Leo Ryan y un grupo de periodistas de la NBC desató la tragedia.
"Con la inminencia de la visita, Jones comenzó a hablar en un tono fatalista y a reforzar su discurso. A tratar de traidores a las personas que intentaran irse con el congresista Ryan", dijo Johnston Kohl.
Los testimonios de los pocos sobrevivientes de Jonestown sostienen que el 18 de noviembre terminó la visita del legislador, que antes de regresar a la capital de Guyana invitó a lo seguidores del Templo que quisieran volver con él a EU.
Sim embargo, un grupo de estos seguidores acribilló a Ryan y a todo el equipo que lo acompañaba los que desencadenó la masacre.
Jones reunió al millar de seguidores que componían la comunidad y utilizó la visita de Ryan como una prueba de las amenazas que conjuraba contra el Templo del Pueblo.
¿Suicidio colectivo o masacre?
El líder del Templo llamó entonces a una "muerte revolucionaria", argumentando que todos los presentes habían obtenido todo lo que podían esperar del mundo.
Entonces se comenzaron a repartir bebidas con cianuro a todos los seguidores, incluyendo los niños. La mayoría de las personas se desplomaron bajo los efectos del veneno, que provoca una muerte dolorosa.
Los más de 900 cuerpos envenenados fueron descubiertos primero por los locales, que dieron aviso a las autoridades para que alertaran a EU.
Los primeros en llegar fueron los militares, que se encontraron con la dantesca escena, luego llegaron los agentes del FBI y los medios de comunicación.
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