Como muchos sabemos, la historia de nuestros antepasados mexicanos se veía rodeada de agua, tan sólo en la Ciudad de México en avenidas como Circuito Interior o Canal de Churubusco estaban rodeadas de agua que apoyaba a la producción y venta de alimentos.
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Tales asentamientos son viejos conocidos por los chilangos y resto de los mexicanos, por lo que el descubrimiento de una ciudad sumergida maya, dejó con el ojo cuadrado a Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Resulta que especialistas de la Misión del Consejo Consultivo Científico y Técnico (STAB, por sus siglas en inglés) se encontraron con un sitio arqueológico de origen maya sumergido en medio del lago Santiago Atitlán de Guatemala.
¿Cómo encontraron esta ciudad acuática?
Bajo la tutela de Helena Barba Meinecke, del pasado 14 de marzo al 3 de abril, se llevó a cabo la investigación acuática a través de buceos para georreferenciar el contexto arqueológico y precisar datos recabados en años previos, además de crear modelos en fotogrametría y elaborar paseos virtuales que lo acerquen a visitantes externos.
A través de esta labor se pudo localizar y georreferenciar las edificaciones, estelas y estructuras de la ciudad acuática, lo que permitió realizar un nuevo mapa planimétrico.
El equipo pudo recolectar muestras de lismos del lago con la finalidad de entender la dinámica del sitio y estudiar el proceso de hundimiento.
Características
A partir de las investigaciones, el equipo acuático pudo determinar que el sitio arqueológico data del periodo Preclásico Tardío maya del 400 Antes de Cristo, mismo que se encuentra a entre 12 y 20 metros de profundidad.
Este espacio está compuesto desde el cráter de un volcán que se levanta a más de mil 500 metros sobre el nivel del mar.
Los especialistas prevén que una actividad volcánica pudo provocar que la isla colapsara desde su parte inferior, lo que aumentaría el nivel del agua.
Con información del INAH