En el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, muchos temas se pueden abordar, entre ellos, la ropa, que está en constante evolución, pero la producción masiva de prendas hechas para ciertos tipos de cuerpo provoca que las mujeres no se sientan cómodas con lo que usan, creándoles inseguridad.
Es por esto que las empresas y emprendimientos buscan innovar y dar opciones que además de ser cómodas y atractivas, ofrezcan ropa que se amolde a los distintos cuerpos.
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Tal es el caso de Karen Tinajero, quien inició su propia marca de ropa íntima bajo el slogan Para todas las mujeres, idea que nació a través de la experiencia personal.
“Siempre he pensado que los brasieres son muy incómodos y deforman mucho el cuerpo, entonces yo decidí hacer un bralette un día para mí, pero nunca pensé crear una marca”.
Las marcas dan por hecho que todas tenemos dos senos
Sin importar su condición, su tamaño o su forma, una mujer se puede poner ropa interior que la haga sentir sexy, pero al mismo tiempo le da las comodidades que su cuerpo necesita, como la prenda denominada Unichichi, uno de los productos inclusivos que más le enorgullecen a Karen Tinajero.
En algún punto, una clienta se acercó a ella y su equipo para expresar su molestia, pues las marcas de ropa dan por hecho que las mujeres tienen dos senos, sin contemplar que el cáncer de mama muchas veces cambia esto.
“Nunca lo había pensado y no estaba en los planes y gracias a ella que se acercó a nosotros le pudimos hacer una prenda que se adecuara a su cuerpo, con las características que nos iba indicando para su comodidad”.
Esta prenda ha sido modelada por mujeres que han luchado contra el cáncer de mama y perdido uno de sus senos y su propósito es darles seguridad para sentirse bellas y al mismo tiempo cómodas con un bralette a su medida, una forma de lucha contra la enfermedad que le ha quitado una parte de su cuerpo a millones de mujeres.
¿Cómo inició el proyecto?
El primer diseño no fue perfecto, pues no tenía experiencia en costura, pero al practicar y comenzar a coser prendas también para sus amigas, se dio cuenta de que las mujeres buscan características diferentes para su ropa interior.
“Me di cuenta que mi necesidad por sentirme cómoda la compartía con muchas mujeres, así que como yo los hacía, cada persona se acercaba y me pedía una prenda con características diferentes”.
Con videos y textos de costura, la idea se tornó en algo más grande, un ejemplo de que con investigación e imaginación, se puede concretar algo como lo que ahora es La Bralette, marca que también se caracteriza por otorgar un toque sensual a la ropa.
“Tenía en mi casa máquina de coser porque mi mamá siempre ha cocido; tenía telas, tenía hilos, tenía todo el material y dije: no sé hacerlo, pero cómo no voy a poder”.
De la constante lucha por quererse y aceptarse, mujeres que no se dedican profesionalmente al modelaje llenan la página de internet de La Bralette y le dan la esencia que Karen buscaba: ropa para cuerpos reales.
“Las mujeres que salen en mis fotos no son modelos, eso hace que se sienta más real y eso atrae mucho a la gente y dicen ‘esto es más a lo que yo me parezco’”.
El proceso de creación es simple, pero detallado; desde elegir las telas, hasta materializar cada petición que la clienta describió en su pedido y así, entregar un bralette o una pantie que saque a relucir la sensualidad de cada una de ellas.
La idea es continuar vendiendo en línea las prendas que inspiran a olvidar si el vientre no es plano o si un seno es más grande que el otro, pero a futuro no se descarta abrir una tienda física que ofrezca sentir la ropa que las clientas pondrán en sus cuerpos.
Por ahora el equipo no es muy grande, pero consta de las personas que más le dan confianza a la persona que lo empezó todo, su familia y juntos le dan a La Bralette todo lo necesario para seguir funcionando como lo ha hecho hasta ahora.
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