Tony Wells abrió las puertas de su casa, ese lugar en medio de la carretera Tijuana-Rosarito que atrae la atención de viajeros porque parece sacado de un libro de castillos y dragones, o quizá de vampiros.
Acompaña a El Sol de Tijuana por sus pasillos, y comparte la historia de su creación.
“Mi arte es algo que tiene muchas cosas místicas: mitología, iglesias y religiones. Quiero abarcar muchas partes de la religión y ponerlas aquí; ángeles, dioses, tengo dioses griegos, guerreros, todas las cosas que están aquí se refieren al arte”, dice en su bienvenida.
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Su interés por el arte y la historia vienen de viajar por el mundo con su esposa, tiempo que le dejó experiencias que hoy quiere compartir
“Pensé que era fascinante y bello, me dije a mí mismo que alguna vez encontraría el tiempo o el día para hacerlo. Todas las cosas que he aprendido de la historia, o las catedrales e iglesias en las que he estado, todas esas cosas que he escuchado y visto. Quería construir algo que fuera increíble y creativo”, expresó.
Así llegó a México y se preguntó si sería el sitio para su sueño.
“México es el país donde eres libre para expresar tu arte”, afirma.
Decidió entonces junto a su esposa construir frente al océano algo nunca antes visto en un solo edificio.
“¿Las personas latinas lo apreciarían? En realidad no lo sabía, pero me impactó el amor y la gratitud que me dieron, y por todo ello decidí construir algo fuerte”, mencionó.
Tan fuerte, que fue bautizado popularmente como “La Casa del diablo”.
Pero esa figura en lo alto del edificio no es la representación de algún personaje demoníaco, asegura Tony un poco contrariado.
“La verdad no lo entendí y no me gustó personalmente, estoy muy lejos del diablo (...) Es 100 por ciento no satánico. Yo creo en el amor, en la historia, en el arte, no sé dónde sacan eso”, dice.
Javier, artista que ha colaborado con Tony para crear este lugar, explica que la figura tiene más de mitológico que de satánico.
“Muchos creen que el rostro que está enfrente es el diablo, pero es Pan, el hijo que tuvo Hermes con una Ninfa llamada Dríopre, es mitológica”, detalló.
El recorrido
Una escultura de Medusa da la bienvenida a los visitantes, las ventanas muestran imágenes de dioses romanos y griegos.
Avanzando, Tony encuentra unos monjes acompañados de ángeles guerreros, parte de los guardianes del sitio, y camina a la parte baja del edificio.
“Este cuarto es muy especial para mí, tengo distintos rosarios y cadenas de varias iglesias que he traído de varias partes del mundo”, platica.
Pero solamente huéspedes especiales, capaces de disfrutar ese estilo gótico, pueden dormir aquí, asegura.
Más adelante vienen candelabros de Italia y Francia, después otra habitación, pero antes varios espejos antiguos.
“Viene de un castillo de España. Esta es una puerta del castillo, es muy vieja y tiene mucha historia, significa mucho para mí”, dice Tony antes de seguir a otra habitación.
“Es un lugar para relajarse. Lo rojo, ese color tiene algo que te calma”, expresa.
Antes de concluir, se abre un espacio con distintas luces, lámparas color oro y más espejos de diferentes partes del mundo y periodos históricos.
“Las luces y espejos te empujan a crear más, es uno de mis cuartos favoritos. Este espejo fue esculpido a mano, es italiano y es de finales de 1800. Cuando lo vi sabía que tenía que comprarlo y encontrar el lugar perfecto para él. Decían que eran los muebles de Elvis Presley. También estas dos luces y el gabinete eran de él, me encantó. Gracias Elvis”, menciona Tony.
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Por último, un dragón de 40 pies, otro guardián. “No se metan con él, es el que protege”, dice el histriónico anfitrión.
Nota publicada en El Sol de Tijuana