Los gatos constantemente son comparados con los perros, pues al demostrar mucha más independencia se les considera egoístas e incluso fríos, mientras que los perros son cariñosos y juguetones.
Pero la realidad es que los michis también disfrutan de las caricias e incluso a veces ellos son quienes las piden, pero la forma en la que nos acercamos a ellos podría resultar en una interacción negativa que se puede malinterpretar.
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Ante la necesidad del humano por interactuar y el poco interés de los felinos para hacerlo, lo mejor es saber cómo es que les gusta que los acaricien para evitar recibir una mordida o un zarpazo.
Antes que nada es necesario saber que los gatos necesitan un periodo para adaptarse al humano, esto significa que aquellos que ves en las calles serán mucho más renuentes, pues no te conocen.
Pero cuando se trata de un michi que recientemente adoptaste o recibiste en tu casa, el animalito se empezará a sentir cómodo contigo desde las dos o hasta las siete semanas de convivir.
¿Cómo acariciar a tu gato?
Parece que los gatos son animales complicados, pero la realidad es que es muy sencillo entender lo que quieren.
De acuerdo con un artículo de la BBC, la interacción con el michi será mucho más prolongada y exitosa si es él quien se acerca a ti y no al revés. En ese momento sabrás que busca un poco de amor.
Ya estando ahí, lo mejor será acariciarlo en las zonas donde se sentirá cómodo, las cuales son en sus mejillas, la base de sus orejas y su barbilla. Podrás saber que le gusta si ronronea, pone la cola erguida o su postura y expresión facial es relajada.
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Por el contrario, las partes de su cuerpo que debes evitar son la base de la cola, la panza y algunas veces, dependiendo el gato, el lomo. La señales de que no le gusta son que agita la cola, muerte, se le eriza el pelo o simplemente se mueve de lugar.