Tu perro te entiende y la ciencia lo sostiene

De acuerdo con un estudio realizado en Hungría, los perros procesan las palabras y el tono de una manera similar a como lo hacemos los humanos

Yahir Fragoso | El Sol de México

  · martes 7 de septiembre de 2021

Un estudio realizado en la Universidad Eotvos Lorand, en Hungría, reveló que los perros entienden tanto la entonación como las palabras. / Foto: Pixabay

¿Alguna vez pensaste que tu perro entendía lo que le estabas diciendo? Un grupo de científicos descubrió que los lomitos distinguen tanto la entonación como las palabras que utilizamos al hablarles.

De acuerdo con el estudio publicado en la revista Science, el cerebro de los canes procesa la entonación y las palabras con las que nos dirigimos a ellos de una manera similar a como lo hacen los humanos.

Estabas en lo cierto, tu perro sí entiende lo que le dices. / Foto: Pixabay

Attila Andics, jefe de la investigación, y sus colegas anotaron que la domesticación podría haber propiciado el desarrollo de las estructuras cerebrales encargadas de procesar la información lingüística y auditiva.

Una investigación más reciente, en la que también participó Andics, señala que los perros no sólo separan las palabras y la entonación, sino que siguen los mismo pasos que el cerebro humano al procesarlas. Es decir, utilizan las parte más antigua de su cerebro para las inflexiones, mientras que la corteza se encarga del lenguaje en sí mismo.

Al respecto, Andics señaló que esto es importante porque son animales que carecen de lenguaje; sin embargo, pueden entender perfectamente nuestras palabras.

Por otro lado, Terrence Deacon, neuropatólogo de la Universidad de Berkeley, comentó para National Geographic que es probable que el lenguaje humano haya evolucionado siguiendo estos mismos patrones a través del sistema neuronal hasta desarrollar nuestras capacidades lingüisticas.

En tanto, Andics agregó que, tras pasar alrededor de 10 mil años con los humanos, los perros hacen un uso especial de estas capacidades para entender nuestras emociones.

"Eso ayuda a explicar por qué son tan buenos compañeros para nosotros", concluyo el investigador.