Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Con las mezquitas cerradas por la pandemia, una pionera plataforma digital lanzada en el Reino Unido ofrece servicios de imanes en línea o a domicilio, desde circuncisiones a emparejamientos, uniones matrimoniales o lecturas del Corán.
Con casi 80 proveedores y unos 500 usuarios desde su nacimiento en septiembre, ImamConnect, anunciada como “el Uber de los imanes”, es en esencia “una mezquita virtual”, un “mercado en la red” donde la comunidad musulmana global puede contratar prestaciones a su medida, dice el fundador, Muddassar Ahmed.
Desde su oficina, ubicada en el este de Londres, el emprendedor explica que ideó la iniciativa sobre todo para el colectivo mayoritario de musulmanes, en general jóvenes, de países occidentales que no suele ir al templo, pero que desea acceder a servicios que encajen con su religión y su cultura.
De 3.4 millones de musulmanes en el Reino Unido -la mitad menores de 25 años-, sólo 12 por ciento acude a menudo a la mezquita y seis por ciento en Estados Unidos, donde ImamConnect también está presente, además de Canadá, Malasia, Australia, Alemania o Singapur. Con la pandemia, esta oferta de servicios islámicos por internet, que incluyen asimismo psicólogos o asesores financieros que operan acorde a la “sharía” (ley islámica), es “si cabe más relevante” y “evidencia que el futuro de la religión está en la tecnología”, según Ahmed.
ESTRICTO PROCESO DE CONTROL
Uno de los proveedores en la plataforma, que pronto tendrá una aplicación para Android, es el imán Tarek Elgawary, adscrito a una mezquita de Washington, que ha encontrado un modo de “organizar” y “rentabilizar” la labor de asesoramiento y terapia que, como muchos colegas, ofrece en paralelo a la liturgia religiosa.
Apoyo a la pareja o acompañamiento en la soledad por las restricciones actuales son algunos de los servicios que ya le han solicitado en la web, a los que podrían sumarse eventos como ceremonias de casamiento o defunción, elaboración de testamentos o incluso búsqueda de pareja.
Para Elgawary, uno de los aspectos fundamentales de ImamConnect es que, al contrario que muchas mezquitas fuera de los países musulmanes, “garantiza altos estándares” de sus agentes, que deben demostrar su valía y pasar varios controles de seguridad, además de suscribir un código de conducta.
En su opinión, esta iniciativa digital no perjudicará a los templos tradicionales, que se seguirán utilizando “para rezos, ceremonias y días señalados”, mientras que, en cambio, ayudará a ciertos grupos aislados, entre ellos muchas mujeres.
CONTEXTO CULTURAL
Para los musulmanes en sociedades occidentales, es importante contar con profesionales que entiendan su contexto religioso y cultural, algo que ofrece en el portal la “coach” de relaciones personales Aamna Khokhar.
“Propongo un trabajo de desarrollo personal pero desde una perspectiva islámica”, lo que, dice, “cubre un enorme hueco en la sociedad”, ya que, según ha comprobado, muchos musulmanes británicos no usan iniciativas públicas de salud, ya sea por sentirse incomprendidos o por barreras como el idioma.
Khokhar cree que, aunque atraerá sobre todo a las generaciones más jóvenes, ImamConnect puede ser “una oportunidad” para que los mayores, a menudo “inmigrantes económicos preocupados principalmente por la subsistencia”, se ejerciten con la tecnología y “pongan en valor sus experiencias”.
En la oficina ubicada entre la City de Londres y el barrio de Whitechapel (con gran número de vecinos musulmanes), Mariah Aziz muestra cómo funciona la plataforma, donde la amplia oferta de servicios -clases de árabe, interpretación de sueños, inscripción de lápidas...- se filtra por área geográfica, idioma o ramas islámicas suní o chií.
Al estilo de aplicaciones colaborativas como Uber o AirBnb, cualquiera que cumpla los requisitos puede ofertar sus servicios, mientras que ImamConnect se lleva una comisión por las operaciones y los usuarios las valoran con sus calificaciones y comentarios.
Te recomendamos el podcast ⬇️
Lee también otros contenidos de Normal ⬇️