Si uno ve a su alrededor, de las decenas de cosas que están en la oficina, la sala o la calle, prácticamente todo tiene el potencial para coleccionar. Plumas, monedas, corcholatas y playeras de equipos de fútbol, nombra cualquier objeto y habrá alguien interesado en tenerlo para una colección.
No es de extrañar que en una sociedad como la actual, de capitalismo salvaje dirían algunos, existan personas que quieren coleccionar lo que a primera vista son juguetes, pero para otros, son mercancía de gran valor.
Si no creen esto, basta con buscar en internet o sitios de mercado electrónico para encontrar una variedad impresionante de estos productos. Desde el muñeco de 200 pesos que bien puedes encontrar en el supermercado, hasta la figura hiperrealista que vale, literal, cientos de miles de pesos. Todo depende de la billetera del coleccionista.
La basura de unos...
A las afueras del metro Hidalgo de la Ciudad de México, los sábados se instala un tianguis dedicado a las figuras de acción: el Comic’s Rock Show.
El coleccionismo se me hace una de las formas más nobles de pasar el tiempo ya que es un punto de encuentro entre amigos conocidos y otras personas para conocer más personas y todavía extender amistades
Luis Miguel García, quien lleva 20 años vendiendo figuras en este tianguis
De primera vista, un ojo inexperto o distraído pensaría que más que figuras, son desperdicios tipo venta de garage, pero no, son mercancías que para algunos resultan muy valiosas.
Tal es el caso de Moctezuma, un joven que le compró una figura de Spider-Man a Luis Miguel. “Esta figura siempre la quise y ahora la pude comprar. Antes no podía comprarla porque era más chico, costaba mucho en Mercado Libre y ahora ya la agarré más barata. Te sientes como que aliviado con ese niño interno, o sea, como que te dan ganas de jugar con ellas”, contó.
La figura que Moctezuma adquirió, es relativamente barata, apenas unos 100 pesos, pero hay otras mucho más caras, con valores que uno no creería al estar en un tianguis callejero.
“La figura más cara que he vendido fue una de 20 mil pesos, pero hemos tenido otras más caras, pero no aquí. Yo creo que mientras cubras ese gusto y te llene a ti no importa si es de tres, cinco o 10 pesos, es el valor que tú le des a tu figura el sentimiento que tú le hayas metido para encontrar esa figura”, añadiò Luis Miguel.
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Otro de los vendedores del Comic's Rock Show, Ángel Castañeda, ha vendido figuras de más de 10 mil pesos, lo cual es porque la figura lo vale para el coleccionista.
“He vendido figuras en no sé, 10 mil, 15 mil pesos incluso he vendido figuras muy pequeñas en 14 mil pesos. Hay clientes que saben y te compran las cosas ahí ahí, por eso es que tenemos ese tipo de de figuras caras y figuras baratas pues no siempre va a haber las figuras caras obviamente, para que no salga también nosotros el negocio, tenemos que vender piezas baratas”, comentó.
He vendido figuras en no sé, 10 mil, 15 mil pesos incluso he vendido figuras muy pequeñas en 14 mil pesos
La diferencia del hombre y del niño es el precio del juguete
En el mundo del coleccionismo de figuras hay decenas de marcas, desde las más básicas hasta las que manejan conceptos más parecidos a los museos que a una vitrina de sala de clase media.
Marcas como Mattel o Hasbro están más enfocadas al gran público, a niños inclusive, pero desde hace unos años sus productos son buscados más por adultos que quieren ampliar su colección.
Hay otras marcas que están por encima en la calidad, como la japonesa Bandai que tiene sellos como Tamashii Nation con figuras de personajes de anime, que sin llegar a ser exorbitantes en el precio, su precio alcanza los cuatro dígitos, con una calidad muy superior al del juguete de súper mercado.
En el nivel más alto están las figuras hiperrealistas. Un ejemplo es el busto tamaño 1:1 de Wonder Woman (Gal Gadot) de Infinity Studio, cuyo precio supera los 155 mil pesos en eBay.
También están los populares Funkos, cuyo precio en algunos casos supera los tres mil dólares en ediciones especiales. Sin embargo, esta marca en específico tuvo problemas financieros a principios de año, lo que obligó a los directivos a tomar una drástica medida: destruir inventario con un valor de más de 30 millones de dólares.
La razón de esta destrucción fue la poca venta de Funkos, o si se ve desde otra perspectiva, la sobreproducción.
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Otro problema para el coleccionismo es el acaparamiento de los productos y su reventa. En ocasiones, cuando una figura sale en preventa, pese a las restricciones de las compañías productoras, siempre hay forma para que varios ejemplares caigan en un solo par de manos con el claro objetivo de revenderlo, lo que eleva su precio hasta el doble a unos días de la salida de venta, y entre más tiempo pasa el precio sigue subiendo.
Es por eso que es recomendable seguir un simple consejo: si tienes dinero y lo quieres, cómpralo.