Tras dos años y medio de Covid-19, el mundo ha visto como tanto la economía como la forma de relacionarnos han cambiado drásticamente. La pandemia no ha hecho diferencia entre países pobres o países ricos, por lo que el coronavirus ha afectado a todos por igual.
Hasta hace poco tiempo existía una nación donde no se tenían registros de casos de Covid-19, no es un país ficticio, pero está muy lejos de todo, estamos hablando de Micronesia y aquí te presentamos su historia.
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Aislamiento geográfico, causa de ausencia de Covid
Los Estados Federados de Micronesia son un archipiélago ubicado en el Oceano Pacífico occidental. Tiene un área total de 700 km² y una costa total de seis mil 112 km.
El archipiélago está formado por 607 islas que en su mayoría están deshabitadas. Así también, los Estados Federados de Micronesia no tienen países vecinos cercanos.
Recientemente se registró el primer brote de Covid-19 en Micronesia, fue el pasado martes cuando se registraron cerca de mil casos, dicha situación alertó al país que no había tenido un solo caso de coronavirus.
Con una población de 100 mil habitantes, Micronesia pudo evitar la pandemia gracias a dos factores: su geografía y los controles fronterizos.
A comienzos de la primera semana se reportó un aumento drástico en el país, tan sólo el lunes pasado se reportaron 140 nuevos casos, para contabilizar mil 261. Las cifras de personas hospitalizadas se mantienen bajas con ocho casos y se tiene registro de un fallecido, quien era una persona de la tercera edad.
Así también, algunos funcionarios se han contagiado, como el vicepresidente Yosiwo George.
Algunos locatarios han señalado que mediante redes sociales se ha promovida un aislamiento voluntario, así lo expresó Camille Movick, propietaria del restaurante Fusion en el estado de Pohnpei, para The Associated Press.
“Al principio hubo bastante pánico y preocupación entre la mayoría de la gente”, dijo.
El miedo a contagiarse, señala la entrevistada, llevó a que las personas dejarán de asistir a los restaurantes, por lo que llevó a muchos comercios a cerrar u ofrecer servicios a domicilio.
Frente al brote, las autoridades del país han ordenado el uso obligatorio del cubrebocas, incluyendo su uso al aire libre, sino enfrentarían multas de mil dólares.
Por fortuna, señalan las autoridades, ya había un programa de vacunación, y con el brote comenzó a impulsarse aún más, lo cual es positivo. Entre la población había sospechas sobre los contagios, y es que, como no se habían registrado contagios no se solían hacer diagnósticos. Sin embargo, se podría calificar como severa la actitud del gobierno, ya que obligó a los ciudadanos a vacunarse contra el Covid-19.
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También fueron condicionados los negocios que no que incumplieran las reglas, ya que podrían retener fondos federales destinados a estos.
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