En 1937 en la ciudad de León, Guanajuato, se creo la Unión Nacional Sinarquista (UNS), conformada por miembros de la corporación secreta conocida como “La base”, fundada a fines de 1934 en apoyo a los católicos.
Y es que años antes de que Hitler ascendiera al poder en Alemania, sus planes no se limitaban a la adrogación del Tratado de Versalles o a la modificación del estatus europeo, sino que apoyaba un nuevo orden mundial bajo la dirección de la raza aria.
Te recomendamos: El año que México despenalizó todas las drogas: la era de la toxicomanía
En sus proyectos de dominación mundial también estaba la conquista del continente americano, por lo que se fundó el Instituto Iberoamericano con el propósito de influir en la opinión pública, arrebatar a los Estados Unidos la hegemonía sobre los países latinoamericanos y favorecer la formación del gobierno amigo del tercer Reich.
En México la estrategia general de los nazifascistas consistía en derrocar al gobierno de Lázaro Cárdenas y sustituirlo por otro proactivo al tercer Reich, que eventualmente estuviera dispuesto a suscitar un conflicto bélico al sur de los Estados Unidos e impedir que estos participaran en la guerra europea que estaba por venir, de modo que, especialmente en la capital de la república, el lugar propicio la formación de grupos fascistas y falangistas que eran financiados por comerciantes alemanes y españoles.
Sin embargo, las actividades de estos grupos integrados en su mayoría por burócratas, artesanos y miembros de la pequeña burguesía, no lograban proyectarse hacia los grandes sectores de la población.
Por lo que el Instituto decidió estimular la creación de una organización rural aprovechando el descontento de núcleos campesinos que no habían recibido los beneficios de la Reforma Agraria.
Luego de algunos intentos fallidos con organizaciones más pequeñas, finalmente se fundó la Unión Nacional Sinarquista, que pretendía salvar a la patria de la Revolución con base en el nacionalismo, la defensa de la paz social y de la religión católica.
La unión de los mexicanos y lucha de clases, el anticomunismo y la oposición al imperialismo norteamericano en la practica la UNS, entablaría una lucha frontal en contra de los campesinos agraristas y lograría agrupar a miles de hombres y mujeres del país.
Para 1939, la UNS contaría con más de 90 mil afiliados organizados en 102 comités que mostrarían su fuerza en diversas manifestaciones en las ciudades de Querétaro, Guanajuato, Acámbaro, Irapuato y León.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Un año después, durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho, la Unión Nacional Sinarquista fue disuelta tras entrar en vigor una política más agresiva contra el extremismo.
Nota publicada en El Sol de La Laguna