A lo largo de las expediciones arqueológicas del Perú precolombino, hay una constante respecto a los descubrimientos, y es que las mujeres en estas sociedades tenían igual o más poder que los hombres, es decir, tenían una cultura matriarcal.
Sin embargo entre los arqueólogos todavía discuten qué nombre se les debería dar a estas mujeres de la élite, ¿eran sacerdotisas, reinas, curacas, chamanas o diosas?
En el territorio peruano hay muchas representaciones femeninas de la época precolombina, sobre todo en cerámicas, frisos, vasos de plata, relatos, figurines, telares, murales, etc.
Las mujeres sirvieron para ordenar la vida diaria, dándole significado a la religión, a los mitos, a los relatos en sí, es por eso que se ven como símbolos en dibujos montadas en la luna, copulando con jaguares (animal divino por excelencia), adornadas y rodeadas de personas con tocados y coronas.
Alejándonos un poco de la cultura precolombina del Perú, es normal que se le haya bautizado a este cráneo como “Rapunzel”, pues solo hay que recordar la característica cabellera del personaje ficticio.
Hay que recordar que en el cuento de los Hermanos Grimm, el cabello era tan largo que Rapunzel lo usó para escapar de la torre, donde la malvada bruja Gothel la había encerrado.
La cabeza conocida como “El cráneo de Rapunzel” es un hallazgo que llama la atención por su extensa cabellera. Según el Museo de Arqueología, Antropología e Historia de la UNT de Perú, la cabeza es de una sacerdotisa de aproximadamente de 50 años, descubrimiento que reafirma la importancia de la mujer en el territorio.
El cabello adherido al cráneo de “Rapunzel” mide 2800 mm (2,80 m) de largo, cuya antigüedad es de 2200 años (200 años antes de cristo).
La cabellera encontrada en Nazca, Perú está formada por dos moños envueltos en finas cuerdas hechas del mismo cabello, como están enrollados de forma circular, es considerado un trabajo muy fino y delicado.
Esta complejidad sirve como un símbolo para representar el estatus de la persona Cabe destacar que en las tumbas de varias mujeres se han encontrado coronas, báculos, cetros y demás tesoros.
Publicado originalmente en El Sol de Hermosillo