El pasado 8 de julio, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció que sus guarderías retomarían actividades el 20 de julio. La fecha se cumplió, pero no hay indicaciones claras sobre una reapertura, sólo se mencionó que podrían operar de común acuerdo con gobiernos estatales.
Mientras se han visto algunas guarderías del IMSS capacitando a su personal con los nuevos protocolos sanitarios y realizando labores de limpieza, ha habido casos como el del gobierno poblano, donde el mandatario estatal, Miguel Barbosa, amenazó con clausurar las estancias infantiles que reabran.
La indicación de la dirigencia nacional del IMSS llama a un regreso “escalonado” y acorde con la situación de cada entidad federativa. La estrategia está alineada con la consideración que tiene este sector: actividad esencial. Un apoyo necesario para los trabajadores afiliados al IMSS que, a partir del semáforo naranja, han tenido que salir de casa para desempeñar su actividad laboral y económica.
Si una unidad se encuentra en una localidad con semáforo epidemiológico en rojo, sólo se atenderá a hijos de trabajadoras en actividades esenciales y en un 25% de la capacidad; en semáforo naranja, se incluirá a madres que estén trabajando sin importar si se trata de actividad esencial y se atenderá en un 50 por ciento de la capacidad de la guardería; en semáforo amarillo será en un 75% de la capacidad, hasta llegar al 100 por ciento en semáforo verde.
No es un secreto que dejar a los hijos por primera vez en una guardería involucra muchos sentimientos: el apego con los padres y una conexión que se ve interrumpida, la confianza ciega que los padres trabajadores tienen que depositar en extraños y el riesgo latente de que se haga daño.
A todo ello, hay que sumarle la preocupación generalizada de la sociedad actual: el coronavirus. Lidiar con la atención en casa las 24 horas, al mismo tiempo que se desempeña el rol de home office, ha dejado a muchas familias con estrés aumentado durante el confinamiento, desafortunadamente, la alternativa no representa tranquilidad.
“Sigue siendo válida la premisa científica-médica de que los niños han sido menos afectados por el coronavirus. No es que sean inmunes, pero la cantidad de niños contagiados es mucho menor a la de adultos y a la de otros rangos etarios. Son menos frecuentes las complicaciones del virus en las etapas más tempranas de la vida”, sostuvo el médico Olivo Iglesias, cofundador de Verificovid, quien busca darle certeza a los padres de familia ante la nueva normalidad escolar y de cuidado infantil
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