Los recursos tecnológicos son una herramienta muy socorrida en tiempos del coronavirus. Y el acceso a los libros de texto es un arma fundamental para el aprendizaje a distancia.
Una de las empresas que presta este servicio es la española Odilo, que permite a las instituciones educativas, tales como escuelas o secretarías locales y nacionales, crear una plataforma digital para que los alumnos tengan acceso a material educativo, como libros, revistas, audiolibros, material científico, cursos, videos y documentos de prensa todo el día a todas horas.
“Odilo permite a cualquier institución educativa crearse su propia plataforma digital, con una tecnología similar a la de Netflix, Spotify o cualquier empresa grande de música, con una tecnología que le permite integrar su logo, sus propias estadísticas y recomendaciones, y además, elige las plantillas que quiera de entre seis mil compañías proveedoras de material en el mundo”, comentó Rodrigo Rodríguez, CEO global de la empresa a El Sol de México.
En México, la empresa ya tiene alianzas con cinco Secretarías de Educación de Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango y Jalisco y ya son más de nueve millones de alumnos, docentes y familias que tienen acceso a la plataforma.
Añadió que la compañía, que es considerada el Netflix de la educación, decidió abrir de forma gratuita su plataforma para todas las instituciones públicas y privadas del mundo con el objetivo de facilitar el aprendizaje a distancia.
“La decisión fue pautada en Madrid, de un día a otro se dio el cierre y llegaron cientos de colegios a hacer peticiones y no nos parecía ético hacer negocio en este momento. La idea básicamente es que en un momento de dificultad echar una mano dentro de lo que podemos, con nuestra tecnología”, mencionó el directivo.
Los contenidos didácticos son utilizados también por empresas y tienen un impacto estimado en 140 millones de personas en 40 países.
“A nivel de catálogo de contenidos, la compañía permite que en un sitio único haya seis mil proveedores diferentes, alcanzando los tres millones de títulos y cada organización hace una selección de los que le funcionan en función del contenido y el idioma en el que están disponibles”, mencionó.
El modelo de negocio de la empresa consiste en cobrar a las escuelas o secretarías de educación por el acceso al catálogo del material didáctico.
DATOS SEGUROS
Rodrigo Rodríguez aseguró que en todo momento están protegidos los datos de los menores que acceden a las plataformas, puesto que la Odilo pone a disposición de las escuelas el servicio y son los planteles los que se encargan de blindar la seguridad de la información del alumnado.
“El centro de la compañía es educación pública, se trabaja con gobierno, pero la estructura está configurada para que nadie tenga acceso nunca a información personal, cada alumno es un código, nadie sabe quién es y la plataforma cuenta con recomendaciones inteligentes basadas por edad. La compañía nunca va a tener acceso a un correo electrónico, siempre va a ser el colegio el que controle estos datos”, aseguró.