PACHUCA, Hgo.- El dos de mayo de 2015 partieron de Buenos Aires, Argentina, en una aventura que les ha proporcionado todo tipo de sorpresas. La meta es llegar a Alaska conquistando uno de sus sueños más intrépidos que tienen hasta ahora.
Es la película de sus vidas, el amor que se profesan ha tenido como desafío cruzar de sur a norte el continente, resistiendo lo extremo del clima, las carencias y abundancias del día tras día, pero ellos no abandonan su propósito.
Soledad Oviedo y Ariel Mancuso pegaron la calcomanía turística de Hidalgo en su “Cachi”, una camioneta combi modelo 1984, única compañera suya durante los últimos tres años con que han recorrido más de quince países americanos.
¿Cuáles son los motivos o que estuvieron pensando al planificar desde Argentina tirar para el norte? Están convencidos que tarde que temprano todo ser humano tiene que responder por sus sueños de vida.
Lo anterior, en alusión al pasaje del cuento “Alicia en el país de las maravillas”, en el que se lee: “Persiguiendo al conejo blanco” o a la cinta Matrix, con la misma cita que invoca a atreverse a dejar lo que sea con tal de materializar los anhelos.
El costo para esta pareja de argentinos ha sido el dejar atrás sus empleos, la familia, la comodidad de un baño caliente o un buen plato de sopa o todas esas actividades que vive “la gente normal”.
El automotor, previamente acondicionado como casa rodante, ha sido el hogar en calles y esquinas de cualquier parte, como premisa de que no pisar un hotel hasta regresar a su país.
Subsisten con la venta de objetos como artesanías elaborados por ellos mismos (pulseras, aretes, collares) y de las monedas o billetes que la gente les proporciona después de que narran su aventura.
Pero, ¿cuál es la enseñanza de su experiencia? —se les cuestiona. Responden que es la de aferrarse y cumplir un sueño, el que solo se logra al tener que enfrentarse y derrotar todo tipo de temores. “Llegar a viejos y no haberse quedado con las ganas de ver cumplidos sus deseos”.